La mayor gestora de fondos europea alerta de que la inflación récord podría continuar: 3 claves para adaptar tu cartera de inversión y afrontar el escenario actual

Alex Sebastian,
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La evolución de las bolsas en los próximos meses estará estrechamente ligada a la inflación en Estados Unidos. Si los números bajan durante el verano, la Reserva Federal podría relajar su aumento de tasas, y el sentimiento entre los grandes inversores mejoraría sustancialmente.

Si esta se mantiene cerca del nivel actual, por encima del 8% en Estados Unidos, y con rangos más elevados en otras partes del mundo, continuarán las subidas de tipos de interés y será poco probable que se produzca una recuperación de las bolsas.

En una nota a inversores, Amundi, con 2 billones de dólares (1,86 billones de euros) de activos bajo gestión, pone de relieve los 3 grandes problemas de la economía mundial.

"Estados Unidos tiene escasez de mano de obra", aseguran sus autores. "Un fuerte repunte en el crecimiento económico, junto al envejecimiento de la población y las jubilaciones anticipadas durante la pandemia, limitaron la disponibilidad de mano de obra y elevaron los salarios".

En segundo lugar, Amundi pone el foco en un "enfoque renovado en la seguridad energética y la defensa" derivado del conflicto entre Rusia y Ucrania.

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"Alemania, por ejemplo, ha anunciado que acelerará la construcción de terminales de gas natural licuado (GNL) para disminuir su dependencia del gas natural ruso y aumentaría el gasto en defensa al 2% del PIB", han agregado. "Creemos que el gasto en seguridad energética y defensa será inflacionista".

El tercero de los problemas es que China "ya no exporta deflación". "Durante años, China ha sido una fuente de bienes de bajo coste, representando el 18,6% de las importaciones de Estados Unidos en 2020. Creemos que la escasez mano de obra provocará precios de exportación más altos a EEUU".

En este contexto, Amundi recomienda a los inversores una ampliar rotación de carteras para pasar de "lo que funcionó en la pandemia" a lo que creen que funcionará en el "entorno pospandemia".

"Si la inflación persiste, y creemos que lo hará, sería un momento crucial para los inversores, ya que es poco probable que los tipos de acciones a las que probablemente les vaya bien en un entorno inflacionario sean las que han tenido una buena rentabilidad en los últimos años", aseguran.

Así, aconsejan un cambio de enfoque de las empresas "orientadas al futuro" a aquellas que tienen fundamentales sólidos en el presente.

"En el primer año de la pandemia, ciertas empresas de redes sociales se dispararon en la medida en que las personas se conectaban principalmente a través estas plataformas durante los confinamientos", recuerdan. 

"Los inversores estaban dispuestos a mirar más allá de los fundamentales a corto plazo y valorar el futuro. Los tipos de interés se desplomaron, respaldando aún más la rentabilidad en activos de largo plazo, que se beneficiaron de un bajo coste de capital", aseguran.

Un año después, la economía se está recuperando, incluso aunque si los intereses sean mucho más altos, lo que ha hecho que las "acciones de corta plazo", las que generan dinero, sean más atractivas en relación a las de largo plazo, según Amundi.

"En este entorno, creemos que los inversores podrían recompensar a las empresas en función de sus fundamentales actuales en lugar de poner en valor las ganancias potenciales en un futuro lejano".

"En cuestión de meses, el cambio en el entorno de tipos de interés ha provocado que los inversores se centren en algo que han ignorado en mayor o menor medida en los últimos años: la valoración", explican. 

Por último, Amundi sugiere a los inversores cambiar su enfoque geográfico y pasar de centrarse principalmente en Estados Unidos a una adoptar una perspectiva global.

"Durante años, la rentabilidad de las bolsas de Estados Unidos han dominado en gran medida la rentabilidad de las bolsas mundiales, pero este dominio ha implicado un precio cada vez más alto", aseguran. 

Y señalan: "Mientras que la mayoría de los países fuera de Estados Unidos cotizan por debajo de su precio medio por acción a largo plazo, Estados Unidos está actualmente muy cerca de su media histórica en 10 años". 

"Además de la marcada diferencia de valoración entre los mercados, hay otro catalizador potencial para que las cotizadas fuera de Estados Unidos tengan un rentabilidad superior: que continúe el giro de la inversión de crecimiento (growth) a valor (value), impulsada por una inflación sostenida y por tasas de interés más elevadas". 

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