La inflación y la subida de tipos ponen en jaque a inversores y emprendedores tras años de liquidez récord: "Ideas que no se deberían haber financiado en el pasado, ahora se quedarán fuera"

DESPIDOS TECNOLÓGICAS
  • La inflación, la subida de tipos de interés o las correcciones en la capitalización bursátil de las empresas tecnológicas apuntan en un mismo sentido: los años de liquidez récord para las startups llegan a su fin.
  • "Es un tema recurrente en los consejos de las startups", reconoce Paloma Castellano, directora de Wayra Madrid.
  • Los cambios en las estrategias de crecimiento, los recortes y los despidos están marcando este trimestre y serán la tónica general en 2022.
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Una conversación se repite en los consejos de administración de las startups españolas: los años de liquidez récord e ingentes volúmenes de financiación pueden estar llegando a su fin. La escalada de la inflación y la reacción en forma de subidas de tipos de interés en Estados Unidos y próximamente en Europa anticipan un cambio de ciclo en la financiación de compañías emergentes.

En Estados Unidos ya ha superado la categoría de rumor. Grandes actores del ecosistema startup han advertido de forma contundente a sus participadas. "Las cosas no pintan bien", ha apuntado la aceleradora Y Combinator, por cuyas manos pasaron Dropbox, Airbnb, Coinbase o Reddit, en un correo electrónico.

Otro fondo de inversión pata negra del ecosistema estadounidense, que ha formado parte del camino de Apple, Google, Zoom o Instagram, Sequoia Capital, también ha enviado una de sus inquietantes presentaciones a sus participadas —como ya hizo en la crisis de 2008 o en los inicios de la pandemia de coronavirus — señalando que esta no será una crisis breve: "No habrá una recuperación en V".

Recomendaciones similares han compartido ejecutivos de otros muchos fondos de capital riesgo estadounidenses. Uno de los más importantes, Andreessen Horowitz, recomienda a sus participadas que recalculen su valor al mismo nivel que han caído los referentes de su sector en bolsa —"si ellas han caído un 60%, es probable que tú estés en una situación similar, advierten sus ejecutivos—.

En los últimos días, 2 sectores que durante meses habían vivido un sueño dorado marcado por las megarrondas de financiación y las valoraciones estratosféricas, las startup fintech y las compañías de delivery ultrarrápido, se han estrellado de lleno con la realidad. El mantra de la década, move fast and break things (muévete rápido y rompe cosas), podría tener los días contados.

De Gorillas a Klarna: el sueño se apaga

El delivery ultrarrápido ha vivido una semana negra, con compañías como Gorillas —una de las empresas europeas que más rápido ha logrado el estatus de unicornio— anunciando importantes recortes de plantilla y cambiando su estrategia de expansión. La compañía sopesa incluso la salida varios países, entre ellos España.

Pero no ha sido la única. Apenas 24 horas después, Getir anunciaba el despido del 14% de sus trabajadores, lo que equivale a unas 4.500 personas en todo el mundo. GoPuff, por su parte, también ha recortado un 3% de su plantilla. Y otras empresas del sector que no operan en España, como Fridge No More o Zapp, o bien han tenido que cerrar en el caso de la primera o se han sumado a la ola de recortes de plantilla.

Todas estas empresas aseguran ahora que se van a centrar en conseguir la rentabilidad tras años sobreviviendo gracias a los fondos de inversión. 

Sin embargo, hay serias dudas en el sector tecnológico de que estos monstruos de quemar dinero, con su modelo de negocio actual, sean capaces de alcanzar el break even o punto de equilibrio.

Lo que ha pasado con el deliveryse replica en las fintech. Las compañías financieras que también hablaban de cifras estratosféricas en cada nueva ronda que levantaban.

Sequoia, el fondo que invirtió en los inicios de Apple, Google, Zoom o Instagram, se suma a las voces de alerta a las startups: "Esta vez no habrá una recuperación en V como en la pandemia"

Por poner un par ejemplos. Revolut alcanzó una valoración de 33.000 millones de dólares (unos 29.415 millones de euros) tras cerrar una ronda de 800 millones. El gigante sueco Klarna se colocó, tras captar 630 millones, en 45.600 millones de dólares (unos 40.640 millones de euros).

11 meses más tarde, Klarna se ha visto obligada a dar un golpe de timón debido, tal como ha asegurado su propio CEO, a que la situación económica actual les estaba ahogando. El resultado: 700 personas a la calle. 

Otro gigante relacionado con los pagos y las plataformas de comercio electrónico, Bolt, que hace apenas 4 meses levantaba 300 millones y lograba una valoración de 11.000 millones, ahora planea prescindir de un tercio de su plantilla (750 empleados) debido a "las condiciones del mercado" en su industria y en el sector tecnológico.

En el último año y medio, cerca de 124.000 empleados del sector tecnológico han sido despedidos según los datos de Layoffs.fyi. 

Todo el mundo se pregunta lo mismo. ¿Qué ha pasado? ¿Cómo un sector como el de las startups que nadaba en dinero ahora puede prepararse ahora para una época de vacas flacas? 

El temor llega a España

El ciclo de grandes inversiones y valoraciones, que llevó a un 2021 de récord en España —más de 4.000 millones invertidos en compañías— que incluso se prestaba a reflexiones sobre el sobrecalentamiento del ecosistema, afronta un cambio de escenario radical.

El sector tecnológico protagonizó un enorme crecimiento durante la pandemia y ahora se ha topado con un entorno de inflación, provocado en buena parte por la inestabilidad internacional generada por la invasión rusa de Ucrania que ha disparado los precios de la energía, pero también por la pérdida de confianza de los inversores en muchas de las startups tecnológicas que han salido a bolsa en EEUU en los últimos años, en ocasiones con expectativas demasiado optimistas y que han terminado generando correcciones en el parqué.

Las startups españolas no son ajenas a esta situación, que se cuela en las conversaciones de cualquier reunión. "Es un tema bastante recurrente en los consejos de las startups", reconoce a Business Insider España Paloma Castellano, directora de Wayra Madrid, el brazo de inversión y aceleración de startups de Telefónica.

"En el primer trimestre no lo hemos visto aún; hay mucha inercia en el mercado y las cosas llegan a España un poco más tarde, pero es cierto que está siendo todo bastante rápido. En el segundo trimestre ya parece que se corrige, se está empezando a ver la tendencia", explica Castellano, que admite que en algunos casos las valoraciones estaban "desacopladas" de las perspectivas de negocio de las compañías.

En términos prácticos, esto supone que las startups que buscan financiación afrontan negociaciones más complicadas con los inversores, en las que las cantidades que podían recibir hace unos meses se reducen, y también lo hace la valoración que fondos y business angels realizan de su negocio. En algunos casos particulares, las correcciones alcanzan el 10% e incluso el 20% respecto a las perspectivas iniciales, aunque es pronto para sacar conclusiones generales.

"En un entorno de liquidez reducida, independientemente de la fase en la que estén, las empresas tendrán más complicado el acceso a capital externo", resume Antonio Iglesias, director de Endeavor Spain, especializada en acompañar a startups en crecimiento, lo que en el sector se conoce como scaleup.

Sin embargo, la situación en el caso español es una moneda de doble cara: los fondos se van a volver más exigentes, pero a su vez tienen ingentes cantidades de dinero para invertir porque muchos han levantado financiación en el último año.

De vuelta a los fundamentales

¿Cómo deben afrontar las startups esta situación? Lejos de las presentaciones apocalípticas de Y Combinator o Sequoia, la responsable de Wayra en Madrid propone a sus participadas volver a los básicos, particularmente a las empresas en fases iniciales, a las que suele acompañar su compañía.

"Va a haber menos capital, los deals van a ser más competitivos, así que tienes que ser más guapo. Ve al negocio, trabaja mucho en las métricas, los fundamentales, el storytelling está muy bien, pero cada vez más la clave va a ser lo que hayas conseguido construir y lo bien que gestiones", recomienda Castellanos.

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La gran liquidez que había en el mercado —con pocas alternativas para obtener rentabilidad en las inversiones por los tipos de interés negativos, algo que ya está cambiando en EEUU y se prevé que ocurra en Europa— provocaba que los datos económicos, esos fundamentales del negocio, se tomaran más a la ligera. Ahora, volverán a ser examinados con lupa.

"Mucha gente dejó de prestar atención a los fundamentales de las compañías, ahora estamos en esa fase del ciclo en la que los fundamentales vuelven a importar a todo el mundo. Posiblemente cosas que no se debieron haber financiado antes, ahora no se van a financiar; las valoraciones bajan y los procesos puede que sean más largos", analiza Samuel Gil, socio del fondo JME Ventures.

Consejos para startups

La situación es diferente en función del estadio de la compañía. Aquellas en búsqueda de mayores volúmenes de financiación son, a priori, las más afectadas, ya que sus inversores se lo van a pensar 2 y 3 veces antes de acometer una gran operación. 

Según un sondeo entre inversores europeos realizado por el socio del fondo francés Anthemis Group Yann Ranchere y recogido por Sifted, el 100% de los encuestados aseguran que han rebajado sus valoraciones en rondas de Serie B y un 79% en Serie A. 

Uno de los fundadores de una compañía de este tamaño, Jordi Romero, consejero delegado de la compañía de gestión de recursos humanos Factorial, que forma parte del grupo de scaleups españolas EsTech, admitió recientemente que los fondos "han puesto el freno de mano" y están "paralizando estrategias de inversión", en declaraciones a El Español.

Antonio Iglesias, de Endeavor, apunta que los inversores van a valorar más elementos al margen del potencial de crecimiento. "En estos tiempos en que los inversores dejan de premiar el crecimiento a toda costa, la protección o generación de caja, la rentabilidad y la capacidad de tomar decisiones, a veces difíciles, rápidamente, serán los elementos que distingan a los ganadores de los que desaparezcan", señala.

Las compañías que ya han levantado financiación recientemente tendrán un reto extra: demostrar que esa valoración que obtuvieron está justificada.

"Las startups que captaron capital en 2021 a valoraciones muy altas van a tener que defender esa  valoración en sus siguientes rondas en un entorno de mercado menos favorable para ellas y un down round puede tener un impacto muy negativo tanto a nivel de diluciones accionariales como en lo que respecta al valor de las stock options o phantom shares de empleados", explica Diego Recondo, socio de All Iron Ventures.

En cuanto a las compañías en rondas más iniciales, de tipo semilla y presemilla, solo el 18% de los fondos encuestados han recortado las valoraciones de las startups, según esta encuesta entre fondos europeos. Aun así, Castellano (Wayra) recomienda hacer rondas "más comedidas" después de una racha de rondas de gran volumen. 

"En etapas semilla y pre-semilla se estaba levantando muchísimo capital a unas valoraciones muy elevadas, incluso más capital de lo que se necesita. Ahora hay que tener en cuenta que, con las tasas de inflación, el capital que levantes ahora en 6 meses no vale lo mismo. Hay que hacer rondas más racionales, ir paso a paso", añade.

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