Una ingeniera de Tesla explica por qué el limbo productivo no es tan malo

Sheena Patterson con uno de los robots gigantes de Tesla
Sheena Patterson con uno de los robots gigantes de Tesla
  • Sheena Patterson es una ingeniera de fabricación de Tesla.
  • Trabaja para construir la máquina que construye máquinas: la cadena de montaje altamente automatizada de Tesla para el Model 3.
  • También sabe cómo crear robots.

Los ingenieros son muy buenos en la identificación y resolución de problemas. Son estudiosos de lo práctico, evaluadores de sistemas y, en Tesla, prácticamente unos héroes. Pocas compañías en la historia han combinado con tanta fruición una visión rompedora del futuro con maneras novedosas de diseñar, construir, alimentar y vender coches.

Aunque los ingenieros no son siempre tan buenos a la hora de hablar de ingeniería. Son técnicos, no poetas. Pero Sheena Patterson, una ingeniera de fabricación en Tesla que lleva trabajando en la empresa casi tres años es una excepción.

Se dedica a lo que se conoce como "ensamblaje general", es decir, crear líneas de producción capaces de producir en serie el equipamiento que llevan los coches que Tesla vende.

El director general de Tesla, Elon Musk, lo llama "la máquina que construye máquinas." Patterson aún va un paso más allá: "La fábrica es la orquesta; el coche es la canción."

Patterson se graduó hace relativamente poco en la Universidad de Michigan. Empezó en Ford, donde tuvo su prueba de fuego: trabajó en el lanzamiento de riesgo de la camioneta pickup F-150, con cuerpo de aluminio, que el fabricante retiró hace unos años. Ford le ofreció un trabajo de oficina en su planta de Kansas City (Missouri), pero Patterson no esta preparada para colgar tan pronto sus gafas de seguridad y sus botas con punta reforzada.

"Era muy joven y despierta y quería hacer más cosas", explica en una zona de descanso de la fábrica de Tesla en Fremont (California). Va vestida de calle, con unos vaqueros y una camiseta, lista para pasar el día haciendo lo que le encanta: el trabajo manual, "desarmar cosas y mejorarlas", como explica.

El sitio y el momento adecuados

La oficina de Patterson.
La oficina de Patterson.

Tesla resultó ser el sitio perfecto, y la decisión de Patterson de unirse a la compañía llegó en el momento preciso.

Empezó justo cuando Tesla estaba lanzando el Model X, un vehículo difícil de construir. Con su experiencia en diseño de sistemas y robótica, que ya se remontaba a sus tiempos de estudiante, estaba en condiciones de hacer una aportación inmediata.

Diseñó un robot que que ahora ocupa un lugar en la cadena de montaje conjunta del S-Model X, donde los paneles de vidrio se pegan y unen al Model X.

El robot de Patterson, más pequeño que los enormes robots naranjas de Fremont que pueden manejar vehículos enteros, se llama "Gambit" por el superhéroe de los cómics de X-Men. Es amarillo y del tamaño de una persona adulta, y está enclaustrado en Plexiglás.

Su función es aplicar el adhesivo. Es una tarea que antes desempeñaban varios trabajadores, que tenían que usar pistolas de pegamento y trabajaban en mesas junto a la línea de montaje. Gambit toma directamente el adhesivo de enormes barriles: puede ahorrar tiempo y dinero a Tesla en esta delicada fase de la producción.

Es una pista sobre los planes de Musk para las fábricas del futuro: prácticamente automáticas, con robots capaces de construir coches a tal velocidad que la resistencia del aire se convierta en un problema.

Patterson está en mitad de la revolución. Ahora está trabajando en la nueva y altamente automatizada línea de montaje del Model 3.

La cadena de montaje lo es todo

 

Patterson llegó a Tesla justo cuando estaba empezando la producción del SUV Model X.
Patterson llegó a Tesla justo cuando estaba empezando la producción del SUV Model X.

El flujo de trabajo diario de Patterson depende del punto en que Tesla se encuentre con la producción.

Si los coches todavía no están en fase de construcción en serie, llega a la fábrica, llama a los proveedores, revisa diseños y luego se dirige a la planta para ver qué está ocurriendo en la línea de montaje.

Ella forma parte de un grupo de unos 50 empleados, pero su equipo de trabajo directo no sobrepasa la media docena de personas.

Sin embargo, una vez que un vehículo está en fase de producción, el día empieza con un paseo por la línea de montaje.

"Ha estado funcionando toda la noche", explica. "Puede que hayas recibido alguna llamada; puede que no. A veces, que no haya noticias son buenas noticias."

Luego toca trabajo de mesa, como suelen hacer los ingenieros cuando descubren la manera de hacer que la máquina que construye máquinas funcione mejor.

"Pero el 75% posiblemente esté en la cadena", dice Patterson.

Esta dinámica sitúa a Patterson en el mismo centro de lo que Musk suele llamar "limbo productivo", un término que se ha cargado de connotaciones negativas por el año que Tesla lleva intentando rematar la cadena del Model 3.

Pero para un ingeniero, el infierno puede ser el Cielo...

"Es algo que tiene que ocurrir en los procesos de fabricación", explica Patterson. "Nunca va a ser sencillo. Pero lo realmente interesante aquí es que todo el mundo está implicado, mientras que en los Tres Grandes [General Motors, Ford y Fiat Chrysler] es un problema de fabricación.

Aquí decimos: 'No, no, no, el problema es de todos', porque solo es nuestro tercer coche y eso es mucho más importante", cuenta. "Seguimos llamando a diseño para que baje a la planta."

Patterson explica que este sistema de producción menos compartimentado hace que los vehículos de Tesla estén diseñados más minuciosamente para su fabricación.

En la industria tradicional, los vehículos van pasando de mano en mano. Pero Tesla tiene el objetivo último de rehacer el proceso de fabricación por completo. Así, si los ingenieros como Patterson (que están trabajando para aumentar la automatización) pueden mantener una comunicación más fluida con los diseñadores, los vehículos de Tesla podrán diseñarse con esas ventajas en mente.

Unirse a la revolución

La máquina que construye máquinas (algún día).
La máquina que construye máquinas (algún día).

Si Musk y Tesla consiguen llevar a buen puerto este rediseño de las fábricas de coches, se convertirá en la primera gran innovación en el terreno desde que Toyota crease su famoso Toyota Production System en los años 70 y 80. También tendría gracia que esto ocurriese precisamente en la fábrica de Fremont de Tesla, que en tiempos perteneció conjuntamente a Toyota y a General Motors para que General Motors pudiese aprender el tan celebrado "Toyota way".

Patterson ha visto cómo se hacen los coches de principio a fin. Su primera experiencia con una fábrica de coches fue en un viaje familiar a la India, donde visitó una planta de Tata y vio de primera mano cómo se hacían coches a la vieja usanza. En Ford aprendió más, pero Tesla le ha quitado toda la abstracción a su trabajo y la ha empujado a fijarse en cómo suceden las cosas en la vida real, en la cadena de montaje, en tiempo real.

Pero, después de todo, ¿qué es lo mejor para Patterson? ¿Los fantásticos vehículos Tesla o la hermosa cadena de montaje que ha ayudado a diseñar y crear?

No hay duda: la cadena.

"Me emociona ir a las tiendas de Tesla", dice. "Y cuando le digo a la gente que trabajo en Fremont, se les iluminan los ojos, porque trabajo en la fábrica."

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