El Plan de Recuperación incluye elevar el ingreso mínimo vital, ampliarlo a más familias con hijos y reforzar la integración laboral antes de 2022

Casi un año después de la aprobación del ingreso mínimo vital (IMV), con el que se busca combatir la pobreza en España a través de una ayuda mensual de entre 462 y 1.015 euros al mes por unidad familiar que garantice un nivel mínimo de renta en todos los hogares, esta medida recibirá un nuevo impulso antes de finales de 2021 con la ampliación de sus prestaciones y del número de beneficiarios.

Así se desprende del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que el Gobierno envió la semana pasada a Bruselas para que lo valide como hoja de ruta de España para acceder a las ayudas europeas, y en el que figura, concretamente en su componente dedicado a la economía de los cuidados y las políticas de inclusión, una mejora a corto plazo en los topes de renta que garantiza el ingreso mínimo vital para familias con menores a cargo.

De este modo, antes de 2022 el Ejecutivo prevé ampliar el acceso a las familias con hijos como medida para reforzar la lucha contra la pobreza infantil, según recoge El Español, que destaca que esta iniciativa no solo beneficiará a más familias al elevar los umbrales máximos de renta garantizada por el ingreso mínimo, sino que el alza de esos márgenes supondrá también el incremento de la cuantía del IMV.

No obstante, el Plan de Recuperación no ofrece detalles ni cifras sobre cuánto aumentarán esos umbrales de ingresos garantizados, una medida en la que el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social sigue trabajando, según el diario digital, que destaca que las mejoras en el ingreso mínimo vital también incluyen destinar 298 millones de euros a proyectos de inclusión laboral y la revisión al alza de las deducciones por menores a cargo.

España no es el primer ni el único país que implantará una renta mínima para los afectados por el coronavirus: Canadá, Brasil, Estados Unidos o Singapur ya han aprobado medidas similares

No obstante, en el caso de los itinerarios de integración en el mercado de trabajo, sus medidas figuran en un punto diferente del Plan de Recuperación pese a ser una medida de acompañamiento del ingreso mínimo e incluye la firma de 8 convenios de colaboración en 2022 y otros 10 en 2023 para inclusión social en la administración autonómica y local y el tercer sector, además de la colaboración público-privada para insertar a los beneficiarios del IMV en el mercado laboral.

Además, de cara a 2024, el proyecto del Gobierno prevé presentar un análisis detallado en el que se evalúe la cobertura, efectividad y éxito del ingreso mínimo vital y que aporte propuestas y recomendaciones para mejorar la efectividad de las políticas de inclusión social y fomentar la solicitud de potenciales beneficiarios de complemento a las rentas de los hogares más vulnerables.

Aumentar el acceso al ingreso mínimo vital ha sido una de las principales dificultades que ha afrontado esta ayuda desde su aprobación, ya que el Gobierno preveía que beneficiase a 850.000 familias gracias a su dotación anual de 3.000 millones de euros, pero finalmente solo se aprobaron 85.000 peticiones durante sus primeros 4 meses de vigencia, un 10% de la meta prevista, a pesar de haber recibido casi 1 millón de solicitudes.

Actualmente, la cifra de beneficiarios del IMV ha aumentado hasta 210.000 hogares, lo que implica el rechazo de 7 de cada 10 peticiones recibidas, según El Español, que lo atribuye a que las peticiones rechazadas no cumplían los requisitos de patrimonio e ingresos medios que lleva aparejada la medida.