“No puedes jugar a un mundo donde hay máquinas pensando y tú no las estás utilizando”, según el CEO de una compañía española que ayuda a empresas como Iberostar, Disney o el banco Santander a digitalizarse

Miguel Fernández Díaz, CEO de Innovation Strategies.
Miguel Fernández Díaz, CEO de Innovation Strategies.

Innovation Strategies

  • Aunque la pandemia haya acelerado el proceso de digitalización, hay expertos que llevan aplicándola desde hace décadas porque supieron ver su importancia a tiempo.
  • Miguel Fernández Díaz, CEO de Innovation Strategies, habla para Business Insider España sobre cómo su empresa ha ayudado la digitalización de muchas compañías.
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La era digital es ya una realidad y la pandemia no ha hecho más que acelerar esa tendencia que estaba llamada a llegar en los próximos años. Pero hay gente que lleva sabiéndolo desde hace décadas.

Miguel Fernández Díaz es CEO de Innovation Strategies, una compañía española que aplica tecnología punta para ofrecer soluciones reales de transformación digital a las empresas. 

Tras haber trabajado para EY, ITP y Gartner Group, este especialista en la intersección entre tecnología y negocio fundó en 1997 Innovation Strategies intentando ver con qué tecnología se podría apoyar una solución para cualquier tipo de negocio. 

Su último caso de éxito lo protagoniza Iberostar, compañía con la que llevan trabajando 20 años. La empresa capitaneada por Fernández es responsable de toda la innovación y transformación digital de la hotelera, la cual fue recientemente galardonada por la mejor experiencia de usuario en el Tourism Innovation Awards por implementar una nueva e inmersiva solución de reserva, donde el usuario puede híperpersonalizar su habitación y reservarla desde el plano del hotel en 3D.

"Vamos a cambiar radicalmente cómo se reservan los hoteles. En el momento en el que los clientes vean esta manera de hacerlo, no querrán volver atrás", asegura Fernández en una entrevista para Business Insider España.

Con sede mundial en Mallorca, Innovation Strategies trabaja para empresas en los 5 continentes. Además de Iberostar, Ia tecnológica ha ayudado en esta transformación a clientes de la talla de Air Europa, Camper, Desigual, Disney, KPMG, Movistar, OHL, Santander o Tandem.

"Nosotros no somos importantes, pero nuestros clientes suelen serlo mucho. Hacemos vestidos de novia: estos no son la boda, pero son caros y complicados y no pueden fallar el día del evento", explica.

Más de 20 años después de su creación, la pandemia ha supuesto el mejor año de la historia de la compañía, alcanzando en 2020 los 6,2 millones de euros. En 2021, esperan alcanzar los 7 millones.

Intensidad y velocidad: los dos ejes de la tecnología

Inteligencia Artificial

"Yo siempre digo que estamos en el nivel 3 de la tecnología: están los que la inventan, los que experimentan con esa tecnología para ver si funciona y luego vamos nosotros, que cuando tenemos algo que realmente funciona lo aplicamos a todo".

Innovation Strategies fue la primera compañía española certificada en Amazon Web Services porque rápidamente detectaron que el cloud iba a ser fundamental. "Nos metimos de cabeza, teniéndole que explicar a la gente lo que era y por qué había que meterse en ello, pero nadie lo entendía", comenta.

En estos casi 30 años en la industria, Fernández asegura haber visto de todo y, según dice, todo lo que ha ocurrido hasta ahora ha sido una preparación para lo que viene. "El salto gordo en la innovación empieza ahora", afirma.

Desde su empresa, buscan cambiar la experiencia de los clientes y de los empleados utilizando cada vez más la inteligencia artificial (IA), el internet de las cosas (IoT) y los datos. "El mundo va a cambiar radicalmente en base a estas 3 cosas y no sé si necesariamente para bien", apunta.

Su experiencia en el mundo digital le ha hecho ver que solemos confundir intensidad con velocidad y asegura que creemos que el cambio va a ser muy rápido, cuando normalmente es más intenso y más lento, como ocurrió con internet o Amazon. "Cuando Amazon sólo vendía libros nos parecía que era la bomba, pero jamás nadie imaginó que Amazon iba a ser lo que es hoy y lo que va a ser", explica.

¿La siguiente gran tendencia? Fernández lo tiene claro: "La confluencia de IoT con informática tradicional, lo que es el mundo físico con el mundo virtual. Yo creo que se van a confundir y hay una oportunidad inmensa, como ocurrió con el e-commerce", apunta.

Fernández prevé un mundo en el que tu propia cocina sea quien te avise de que tu microondas se va a romper dentro de 3 semanas. No solo eso, también buscará en las tiendas online electrodomésticos que se ajusten a tus necesidades y presupuesto e incluso podrá programar la fecha para que el técnico lo instale. "Tú solo tendrás que aceptar, el resto ya lo habrá hecho la máquina por ti porque conoce todas tus preferencias", señala. "A los niños les va a costar saber lo que está vivo y lo que no".

En esta espiral de tendencias, Fernández no acaba de ver el hueco para la realidad virtual (RV). "Yo creo que el patito feo de todo esto está siendo la RV, que no acaba de ir a la velocidad que toca. Creo que nadie ha dado todavía en el clavo".

Conseguir buenos datos: un reto más difícil de lo que parece

Chica buscando datos en su ordenador

"Nuestro gran problema con las grandes empresas es que nos es difícil conseguir buenos datos, mucho más de lo que parece", afirma.

Según explica Fernández, sacar el petróleo del sótano, cuesta. Lleva un par de años organizar, crear fuentes de datos fiables y homogeneizarlos. Es un trabajo "de fontanería sucia" que hay que hacer para que luego aquello brille arriba. Hay empresas que tienen la paciencia y los recursos para hacerlo y hay otras muchas que no, por lo que "va a haber una polarización preocupante".

El experto comenta que antes era complicado que las empresas les hiciesen caso con el tema de la digitalización. Ahora, en cambio, dicen: "No sé qué hay que hacer, pero hay que hacerlo rápido".

Ahora que las empresas empiezan a ser conscientes de la relevancia de los datos, el siguiente cambio vendrá por 2 cosas, según apunta el experto: por un lado, que la gente realmente tome decisiones basadas en datos, algo que "casi nunca ocurre" porque tendemos a basarnos en la intuición, pese a lo que digan los números, y las empresas que sepan tomar decisiones en base a datos "van a pegar un salto gordo". Una vez conseguido esto, el siguiente paso será fiarse de que la máquina sea la que tome decisiones.

"Hicimos un modelo de machine learning de clusterización del comportamiento de los turistas que predecía qué iban a comprar en base a la navegación que hacían en la web. Así, la máquina decidía cuál es el producto que probablemente comprarían los clientes en base a 16 variables y se lo ofrecía. El cerebro humano no aguanta trabajar con 16 variables. Pese a eso, no fuimos capaz de vendérselo a nadie, porque creían que la máquina les iba a quitar el trabajo al no entenderlo", explica Fernández, y añade que ahora hacen modelos más sencillos que se puedan explicar a los clientes para conseguir su confianza.

"No puedes jugar a un mundo donde hay máquinas pensando y tú no las estás utilizando. No sé cuándo le llegará a todo el mundo, pero ese salto ya se ha dado", asegura.

La IA es cuestionable según su uso

Inteligencia artificial.

Getty Images

Según Fernández, la IA se está manejando solo en 2 lugares: Estados Unidos y China, pero de manera diferente. 

Los americanos, explica, lo han utilizado para crear la economía de la atención, donde el negocio está en tener al usuario enganchado a una pantalla. "Permitir esto es cuestionable", indica. "En China, además, añaden la vigilancia. Eso con policía no se puede hacer, con IA, sí", asegura.

"La información bien gestionada produce unos resultados magníficos y la información mal gestionada produce problemas muy grandes", apunta.

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Por ello, y aunque considere que la IA es un logro matemático "muy interesante" aplicable a multitud de problemas, ve cuestionable su uso para "esclavizar la atención de las personas y lucrarse". "Requiere supervisión porque es amoral", añade.

Desde Innovation Strategies indican que es necesario el uso de esta herramienta pero en el contexto correcto y sin provocar daños.

Aunque no esté claro cuál será el impacto real de esta tecnología en la humanidad en los próximos años, para Fernández es un regalo poder trabajar en esta época tan cambiante en el mundo de la tecnología. "Si me muero mañana, he vivido mucho más que el 99% de la humanidad. El desarrollo tecnológico nos ha dado un privilegio increíble", asegura. 

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