Insectos comestibles que puedes probar en España y el resto del mundo

Comer insectos

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Comer insectos por parte de los seres humanos (entomofagia) no es tan común en países como España, pero es completamente normal en muchas otras partes del mundo. 

Incluso, la FAO lleva años llamando a aprovechar el potencial de los insectos comestibles, que "pueden ser una alternativa sostenible y respetuosa con el medio ambiente", además de un producto que supone una importante fuente de proteínas, vitaminas, aminoácidos y otros beneficios

El objetivo, al que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura señala desde hace casi una década, es "pensar en fuentes alternativas de alimentos" ante las amenazas del cambio climático, la persistencia del hambre global y el crecimiento de una población mundial que podría alcanzar los 9.000 millones de personas en 2050.

Según datos de la organización, ya hay al menos unos 2.000 millones de personas en el mundo que complementan su dieta con este tipo de alimento y son más de 1.900 las especies de insectos que se consideran comestibles.

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La FAO admite que los datos disponibles son escasos, pero señala que los insectos más consumidos en el mundo son los escarabajos (coleópteros), con un 31%.

Además, los siguientes insectos comestibles preferidos por el ser humano son las orugas (lepidópteros; con un 18%), mientras que el tercer puesto tiene varios ocupantes: las abejas, las avispas y las hormigas (himenópteros; 14%).

Tras estos se encuentran los saltamontes, las langostas y los grillos (ortópteros; 13%); las cigarras, los fulgoromorfos y saltahojas, las cochinillas y las chinches (hemípteros; 10%); las termitas (isópteros; 3%), las libélulas (odonatos; 3%) y las moscas (dípteros; 2%), así como otros órdenes de insectos comestibles a nivel global (5%).

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La Unión Europea reconoce que los insectos comestibles representan un nicho muy pequeño en la actualidad entre los Veintisiete, pero se prevé que este mercado supere los 4.600 millones de dólares (unos 4.400 millones de euros, al cambio actual) en 2027.

Por el contrario, su consumo es más habitual en regiones de Asia, África y América Latina. Así, México cuenta con unas 550 especies comestibles y es uno de los países más ricos en insectos, con ejemplos como pulgones, escarabajos, mariposas, moscas, chapulines, gusanos de maguey, jumiles y escamoles, algunos de los cuales "son considerados como exóticos", destaca el Gobierno.

También se consideran un "manjar exquisito" laoruga de la mariposa emperador en África del sur y los huevos de hormiga tejedora en el sureste de Asia, apunta la FAO.

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Asimismo, en Japón se pueden comprar insectos comestibles en una máquina expendedora, con varios tipos diferentes, como grillos, saltamontes y otros que están fritos o secos, mientras que en Brasil un estudio ha registrado 135 tipos de insectos que se comen, divididos en 9 órdenes, 23 familias, 47 géneros y 95 especies, más otros que solo están registrados con sus nombres nativos.

Allí, para decenas de grupos indígenas y comunidades urbanas, comer insectos (enteros o parcialmente, y en productos elaborados con estos: miel, propóleo, polen o cera) no es solo una práctica alimentaria, sino también un remedio para la salud. Destacan saltamontes, cucarachas, termitas, piojos, escarabajos, hormigas, avispas, abejas, larvas de mariposa y mosquitos.

Finalmente, entre otros ejemplos de países y regiones donde se comen insectos aparecen Colombia, donde las hormigas reinas son consideradas un afrodisiaco; zonas de Asia y Sudamérica, en las que se aprecian especialmente las larvas; y Kenia, donde las termitas aladas que se suelen encontrar son una fuente rica en proteínas, zinc y hierro, y moderada de ácidos grasos n-3.

¿Qué insectos son comestibles en España?

No todos los insectos pueden comercializarse en cualquier parte para su consumo por parte de las personas. En el caso de la UE, el operador que busque este objetivo deberá presentar una solicitud y, una vez que la Comisión Europea lo incluya en la lista de nuevos alimentos según el reglamento, se podrá iniciar su comercialización en los estados miembros.

A mediados de 2021, se aprobó la comercialización y el consumo por parte de personas en la UE del gusano amarillo de la harina (tenebrio molitor), que se convirtió así en el primer insecto comestible en recibir la autorización.

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Más adelante, a finales de 2021 y en febrero de 2022, se han autorizado otras 2 especies de insecto para su consumo: la langosta migratoria (locusta migratoria) y el grillo doméstico (acheta domesticus), ambas en la forma congelada, desecada y en polvo, según recoge AESAN (Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición), adscrita al Ministerio de Consumo.

Otros insectos que pueden estar en el mercado europeo por ahora son gryllodes sigillatus (grillo rallado), schistocerca gregaria (langosta del desierto), alphitobius diaperinus (escarabajo del estiércol o de la cama), apis mellifera (abeja europea) y hermetia illucens (mosca soldado negra), según la nota informativa, actualizada a febrero de 2022, sin valor vinculante a nivel jurídico.

Finalmente, hay también varias maneras de comprar insectos comestibles: estos se pueden probar en restaurantes, mientras que algunos supermercados españoles los empezaron a vender hace años (como las barritas de chocolate con polvo de grillo o los gusanos mezclados con salsa barbacoa o a las finas hierbas de Carrefour) y existe también el comercio online.

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