Un instituto público de una localidad gallega de 14.000 habitantes se convierte en centro de pruebas del cargador de Wallbox que permite suministrar energía desde un coche eléctrico

A media hora de Lugo y a una hora de A Coruña, en un pueblo de 14.000 habitantes, un centro público de educación secundaria se ha convertido en un centro de investigación que busca extender el uso de los coches eléctricos como fuentes de energía para las casas.

El instituto I.E.S Lois Peña Novo de Villalba se alza sobre el paisaje verde gallego que rodea al río Madalena, cuenta con unos 60 alumnos de formación profesional, y durante este año colaborará con Wallbox, la empresa española que lidera el negocio de los cargadores.

La premisa del cargador bidireccional Quasar de la empresa española Wallbox es simple. De igual manera que se usa el cargador para rellenar las baterías de los coches, el mismo recorrido puede hacerse en sentido contrario.

Es decir, que el cargador Quasar carga y descarga el coche, y en el caso de la descarga, el I.E.S Lois Peña Novo va a utilizar esa energía para abastecer al centro e instruir a sus alumnos de ciclos formativos.

Sector público y privado se dan la mano para innovar

El centro cuenta con un Nissan Leaf eléctrico y con paneles solares con una capacidad de generación de energía de 10 kilovatios, de los que extraían y almacenaban energía durante los fines de semana.

Para obtener tanto el coche como las placas solares obtuvieron la ayuda de la Xunta de Galicia, y para poner la guinda al pastel de su innovador proyecto de electrificación de su red, acudieron a Wallbox.

El centro logró en mayo que Wallbox les facilitara un cargador Quasar, al que han añadido ahora un medidor que permitirá activar el modo Vehicle-to-Home, que descargará la energía almacenada en la batería del coche y suministrará al edificio.

El procedimiento para transferir esta energía almacenada en el coche es muy sencillo, sostiene Ángela Oropesa, ingeniera de servicios de Wallbox.

"Cuando se está produciendo mayor energía solar de la que el centro está consumiendo, por ejemplo el fin de semana, el cargador Quasar lo detecta y almacena energía para cargar el coche", cuenta a Business Insider España.

"De igual manera, cuando el consumo del edificio es superior a lo que ellos están produciendo de energía renovable, el cargador extrae la energía del coche y la vuelca en el centro".

Oropesa explica que esta bidireccionalidad de los cargadores de momento solo es posible con el protocolo de recarga de baterías CHAdeMO, que usan los vehículos japoneses como Nissan o Mitsubishi.

La ingeniera argumenta, no obstante, que Europa está cerca de permitir la bidireccionalidad de los cargadores, lo que llevará a una estandarización del mercado en la que Wallbox parte en posición de ventaja por su experiencia.

Por ello, la colaboración con el instituto gallego tiene un doble objetivo, formar a los técnicos del futuro, y demostrar que es posible la recarga y el uso de las diferentes herramientas para autoabastecerse.

Exprimir al máximo los recursos

Juan José López Pernas, profesor del I.E.S Lois Peña Novo, defiende que la colaboración con Wallbox permitirá que los alumnos puedan conocer de primera mano la tecnología más avanzada del mercado y saber instalarla, pero no solo eso.

"En zonas rurales a veces se producen apagones por los temporales, que aquí en Galicia a veces son fuertes", bromea.

"Teniendo este sistema en el instituto, podemos simular apagones y trabajar con los alumnos en la forma de responder ante ellos, hacer pruebas, aprender".

El profesor cuenta que lograr poner en marcha estos proyectos muchas veces requiere un trabajo fuera de horas que resulta sacrificado.

Después de dos cursos haciendo malabares formativos por culpa del COVID-19, el nuevo proyecto suponía todo un reto.

Contar con el apoyo de la Xunta y Wallbox, no obstante, es una oportunidad única para sus alumnos.

El I.E.S Lois Peña Novo es un centro pequeño, argumenta López Pernas, y tener herramientas como el cargador Quasar y las placas solares permite que los alumnos trabajen con material que realmente está en el mercado.

Pero los alumnos están lejos de asustarse ante el reto de participar en un proyecto de innovación.

Este año ya ha ganado un premio de la Xunta por diseñar un paso de cebra que se ilumina para la gente con movilidad reducida, por lo que el futuro del suministro eléctrico está en buenas manos.