Los Koplowitz se apuntan a los eSports: así se fraguó la negociación que llevó a Omega Capital a invertir en Heretics, que este año espera alcanzar los 3 millones de facturación

Se mostró escéptico. La primera vez que Antonio Catena, uno de los fundadores de Heretics, un equipo de eSports, escuchó a uno de sus profesores del IESE Business School mencionar la posibilidad de contactar con Omega Capital, uno de los principales vehículos de inversión de los Koplowitz, tuvo sus reservas. ¿De verdad existía esta posibilidad? ¿Sabía algo de los eSports una de las familias más acaudalada de España, mucho más acostumbrada al tranquilo trato con la aristocracia empresarial que al griterío del público en una final de League of Legends? ¿Tenían la mente lo suficientemente abierta como para escuchar lo que una empresa como Heretics les podía proponer?

La respuesta a todo es que sí. Apenas medio año después de iniciar conversaciones, Heretics ha podido anunciar este mes de junio la entrada de Omega en su club como uno de sus más señalados inversores. Aunque la cantidad con la que lo hacen no se ha hecho pública, la apuesta supone todo un espaldarazo para un club de eSports, que tiene apenas 5 años de vida. Nada en el mundo de los negocios, pero una eternidad en el vertiginoso mundo de los eSports: en 2016, muchos no entendían la propuesta de Heretics. Hoy, su camino se une al de los Koplowitz.

El público no entendía que se pudieran unir eSports y entretenimiento

"La gente no entendía aquello", explica Catena en conversación telefónica con Business Insider España. En 2016, cuando Heretics se esforzaba por explicar a su audiencia el proyecto que tenían entre manos, las críticas se sucedían una tras otra.  ¿Juntar en una sola plataforma a creadores de contenido, es decir, youtubers que solo jugaban a videojuegos por diversión, con jugadores con miles y miles de horas a sus espaldas? 

Aquello, en efecto, era una herejía. No tenía sentido. 

Hasta que empezó a tenerlo. 

A medida que pasaron los años y los deportes electrónicos empezaron a suscitar cada vez más interés entre el gran público, algunos de sus personajes más conocidos empezaron a trascender el propio ámbito de los eSports. Arrastrados por la fama de estos, los propios eSports empezaron a tener cada vez más notoriedad. Fue el origen de un círculo virtuoso: cuantos más famosos eran quienes se dedicaban a los eSports, más conocidos eran los eSports, y viceversa.

Uno de los ejemplos más paradigmáticos de este fenómeno es Ibai Llanos, un creador de contenido que recientemente ha acumulado más de un millón de espectadores en un directo de su canal de Twitch. Llanos, sin embargo, empezó como comentarista del popular League of Legends:sus vibrantes narraciones abrieron a muchos la puerta al fenómeno de los eSports mientras su número de seguidores no ha parado de crecer desde entonces: supera ya los 12 millones sumando YouTube y Twitch.

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Es exactamente el tipo de sinergias que Heretics quiso fomentar desde el comienzo. "En los eSports no existe una tradición ni un componente social o familiar. Uno se hace de un equipo de fútbol porque hay unos padres o unos abuelos que también lo son, o porque hay toda una historia detrás. En los deportes electrónicos esto no existe. Por eso necesitábamos a los creadores. Son el gran altavoz de los eSports y ayudan a generar sentimiento de pertenencia", explica Catena, que presume de que, sumados todos los canales de Heretics y de sus creadores de contenido en redes, el club suma más de 100 millones de seguidores en el mundo.

A ello contribuye de manera decisiva el contar entre sus filas con gente como David Cánovas, un murciano de 24 años más conocido como TheGrefg que acumula en Youtube y Twitch más de 20 millones de seguidores. 

Solo TheGrefg ha sido capaz de desbancar a Ibai Llanos del primer puesto de Twitch tras acumular en un directo 2,4 millones de seguidores. Música celestial para Heretics: "Sin sentido de pertenencia, no hay seguidores; sin seguidores, no hay audiencia, y sin audiencia, no hay rentabilidad", resume Catena. Heretics fue pionero en introducir un axioma al que cada vez se acogen más clubes de eSports más o menos tradicionales: no basta con ganar, hay que seducir a la audiencia. 

Heretics supera ya los 2 millones de euros de facturación

Hasta aquí, la historia de este club de eSports resulta interesante, pero parece insuficiente para conquistar a grandes fondos de inversión como Omega Capital. Cuando, para sorpresa de Catena, Alberto Cortina, marido de Alicia Koplowitz y hombre fuerte de Omega en España, se mostró abierto a la propuesta de Heretics, el club supo de inmediato con qué concepto debía venderse a sus posibles nuevos inversores: solidez.

Al contrario de lo que ocurre con muchas startups vinculadas a la tecnología, que por lo general tardan muchos años en ser rentables, Heretics antepuso la caja a la política de dividendos. Es decir, antes de repartir lo que se generaba en competiciones y patrocinios, la tesorería tenía que estar convenientemente saneada. 

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El resultado de este enfoque es que la empresa presume de haber sido rentable desde que se fundó. Con un margen ebitda del 10%, este año lo son además tras facturar más de 2 millones de euros en 2020 (estiman facturar en 2021 cerca de los 3 millones de euros), lo que supone un crecimiento de un 30% en un contexto en el que los deportes electrónicos han perdido en España un 23% de ingresos en el año de la pandemia.

Son números más que suficientes para que Cortina diera el visto bueno a la inversión: "Lo entendió muy bien desde el principio, entiende cómo es nuestro negocio. Vieron que estamos generando valor y nos han transmitido su confianza", explica Catena. 

Tan de acuerdo estaban, que una audiencia y unas cuantas conversaciones más o menos formales fueron suficientes para que Omega y Heretics se dieran el sí quiero.

El próximo reto de Heretics: la apertura al mercado latinoamericano

Omega Capital no es el único gran grupo inversor que ha mostrado su interés por los deportes electrónicos. Heretics cuenta además con el apoyo de Sevenzovic Ventures, un fondo liderado por el ex consejero delegado de BBVA Ángel Cano que se centra en detectar startups prometedoras.

Desde hace tiempo, los eSports han dejado de ser una inversión extravagante. Como muestra, el exfutbolista David Beckham se encuentra entre los fundadores del club Guild eSports; la cantante Jennifer Lopez, el jugador de fútbol americano Marshawn Lynch y el jugador de béisbol Alex Rodríguez han invertido cerca de 15 millones de euros en el club NRG; el futbolista sueco Zlatan Ibrahimovic ha fundado la plataforma de eSports Challenger Mode; y el exfutbolista Ronaldo Nazário posee la mitad del club de eSports brasileño CNB e-Sports, entre otros muchos.

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Subidos a esta creciente ola de interés, desde Heretics ya han trazado una hoja de ruta para generar rentabilidad gracias a la reciente entrada de capital. Esta pasa, en primer lugar, por sacar partido al recién presentado Heretics Hub, el primer espacio físico para seguidores del club, y, sobre todo, por abrirse al mercado latinoamericano. Por ahora, el club ya ha entrado en Argentina para empezar a generar valor de marca y contenidos.

Esto, sin olvidar la parte deportiva. Heretics tiene previsto anunciar próximamente que entrarán a competir en un nuevo videojuego.