24 inventos extremadamente sencillos que han acabado generando millones y se te podrían haber ocurrido a ti primero
- Los avances tecnológicos cuestan años de evolución. Pero también existen ideas sencillas que han triunfado, y han acabado haciendo millonarios a sus creadores.
- El éxito de un emprendedor no está sólo en tener una buena idea, sino en llevarla a cabo y obtener beneficios.
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El ser humano ha evolucionado gracias a las ideas sencillas que acaban valiendo millones. Esas conexiones neuronales únicas que nadie había asociado antes.
Resulta muy fácil identificar una idea brillante. Cuando te la cuentan, exclamas al instante: "¡cómo no se me habrá ocurrido a mí!".
Las ideas más geniales son aquellas que se le podrían haber ocurrido a cualquiera, como por ejemplo ponerle un palo a un caramelo, o a un trapo, para inventar el chupachús o la fregona. Es algo tan sencillo y evidente, que nos choca cuando descubrimos que son inventos del siglo XX.
¿Qué ideas sencillas aplicadas a la tecnología han acabado valiendo millones? En tecnología pocas veces una idea sencilla tiene aplicación inmediata. Los avances tecnológicos importantes cuestan años de evolución, y muchos millones de inversión.
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Pero es cierto que existen ideas sencillas que han revolucionado la tecnología, y han convertido en millonarios a sus inventores.
The Million Dollar Homepage o cómo cobrar por un anuncio minúsculo
Corría el año 2005, y el joven Alex Tew, de 21 años, necesitaba dinero para terminar sus estudios. Así que se le ocurrió la brillante y sencilla idea de crear una página web llamada The Million Dollar Homepage. Era una hoja en blanco con una resolución de 1000 x 1000 píxeles, es decir, un millón de píxeles.
Puso a la venta cada pixel al precio de un dólar, en bloques de 10x10 píxeles, y el comprador podía colgar ahí imágenes, enlaces y textos. La original idea se convirtió en viral, y en apenas cuatro meses Alex Tew vendió su millón de píxeles, recaudando un total de 1.037.100 dólares (los últimos mil se subastaron, y pagaron más dinero por ellos).
Dell eliminó los intermediarios para vender PCs a cualquier persona en todo el mundo
Siendo aún un estudiante universitario a principios de los años 80, Michael Dell se dio cuenta de que los ordenadores de la época eran tan caros debido a las comisiones de los intermediarios y las tiendas. Se le ocurrió crear una empresa en la que montarían los PCs y los venderían directamente al público, personalizándolos para cada cliente, sin pasar por las tiendas.
Michael Dell abandonó los estudios para hacer realidad su sencilla idea tecnológica, y en 1983 creó la empresa Dell. Dos años después puso en venta directa su primer Turbo PC, y en apenas 12 meses vendió ordenadores por valor de 70 millones de dólares. En el año 2001 Dell ya era el mayor vendedor de PCs del mundo.
Tras salir a Bolsa y vender acciones, Michael Dell volvió a recuperar su compañía pagando casi 25.000 millones de dólares en 2013.
iFart, la app que se hizo de oro gracias a las ventosidades
En la actualidad la App Store tiene más de dos millones de apps. Todo está inventado. Pero en los primeros años de la tienda digital de Apple, una app sobre flatulencias era toda una novedad.
En las navidades de 2008 la app iFart se convirtió en la más vendida de la de App Store. ¿Para qué servía? Pulsabas un botón, y sonada una ventosidad. Podías elegir entre distintos tipos de sonidos con nombres graciosos. Y ya está. Las ideas asociadas a la escatología, nunca suelen fallar...
Su autor, Joel Comm, llegó a ganar 9.000 euros al día durante varios meses, hasta que los infinitos clones inundaron la store y la gente se cansó de la tontería.
Snapchat nació a partir de una idea simple: intercambiar mensajes que se autodestruyen
En 2010 ya existían docenas de aplicaciones de mensajería, que permitían enviar y recibir mensajes de texto y fotos de forma instantánea, a través del móvil. A tres estudiantes universitarios de Stanford, Evan Spiegel, Bobby Murphy, y Reggie Brown, se les ocurrió una sencilla idea: crear una app de mensajería... en donde los mensajes se borrarían a los pocos segundos de leerse. Llamaron a su app Picaboo, pero el nombre ya estaba cogido, así que lo cambiaron a Snapchat.
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Este aumento en la privacidad y el carácter furtivo de la aplicación cautivó a los más jóvenes, hasta el punto de competir directamente con Facebook. En la actualidad Snapchat tiene un valor en Bolsa de más de 18.000 millones de euros. La fortuna de Evan Spiegel supera los 2.750 millones de euros.
Y Twitter, en sus orígenes, no era más que una alternativa a los SMS... pero para comunicarte con todo el mundo
Como Snapchat, Twitter supo darle una vuelta de tuerca a la clásica mensajería, con una idea sencilla que vale millones. Jack Dorsey, Evan Williams, Biz Stone, y Noah Glass pensaban que se perdía demasiado tiempo con los mensajes largos de las redes sociales, así que idearon un sistema que solo permitía usar 140 caracteres (aunque años después se amplió).
El resto, como suele decirse, es historia (y muchos millones en el banco).
El negocio (digital) de las infidelidades: una industria que mueve millones de euros
Millones de personas son infieles a sus parejas. O buscan secretamente la infidelidad. ¿Por qué no cobrarles por ello? Ashley Madison es una red social para parejas que ya tienen una relación. Su lema, "la vida es corta, ten una aventura", lo dice todo.
Ashley Madison llegó a tener millones de usuarios, pero en 2015 fue hackeada y todos los datos de sus clientes se hicieron públicos. Se rompieron matrimonios, se habló de suicidios... Aún así, la red social sigue activa.
Los monjes de Monroe, millonarios gracias a los cartuchos de tinta recargables
No fueron los pioneros, pero supieron sacar tajada de su idea. El padre Bernard McCoy acudió un día a comprar tinta para su impresora, pero le parecía demasiado cara.
Así que con ayuda de otros 8 monjes de la Abadía de Monroe, se le ocurrió la idea de rellenar los cartuchos con tinta que creaban ellos mismos, y venderlos.
En 2002 facturaron 1.800 euros. En 2005, 2,3 millones de euros.
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El pegamento que no funcionaba acabó siendo un fenómeno: post-it
El genio de algunos seres humanos les permite convertir un fracaso en una idea sencilla que vale millones. El popular Post-it comenzó con un fracaso: Spencer Silver, científico de la empresa 3M, inventó un pegamento... que no pegaba bien.
15 años después, su colega Arthur Fry lo usó para impedir que el marcapáginas de su libro de canciones religiosas se cayese al suelo. Sorprendido, descubrió que el adhesivo sujetaba muy bien el papel, despegarlo no requería esfuerzo, y no dejaba marca. Así se le ocurrió la idea del Post-it, que 3M comercializó en 1980.
Se han vendido miles de millones de unidades en todo el mundo.
La anilla ecológica de las latas que se usa en todas partes
Si tienes más de 40 años seguramente recordarás cuando las anillas de las latas se extraían por completo. La mayoría de las veces acababa en el suelo contribuyendo a la contaminación. En 1974 Dan Cudzik, un ingeniero del fabricante de latas Reynolds, y su equipo, dedicaron 37.000 horas a perfeccionar un sistema llamado Stay-on-Tab (SOT) y adaptaron la fábrica para su creación en masa.
Con el sistema SOT la anilla no se desprende la lata. Cudzik solo recibió un dólar por su trabajo, mientras que Reynolds ganó 20 millones de dólares. Cuando caducó la patente, esta anilla que no contamina se convirtió en universal.
Un millón de dólares por inventar los pañales desechables
Es increíble pensar que hasta 1951 los pañales de bebé se lavaban.
Marion Donovan ideó en 1941 los pañales desechables, envolviéndolos con una cortina de ducha para poder tirarlos a la basura.
Perfeccionó el sistema e intentó comercializarlo durante 10 años, sin éxito, así que abrió su propia tienda para venderlos. Una empresa de pañales le compró la patente por un millón de dólares. Millones de padres le dan las gracias todos los días.
El negocio de oro de las cartas a Papá Noel
A la compañía Santamail se le ocurrió esta idea sencilla que vale millones: registrar una dirección postal en el Polo Norte (Alaska) y cobrar 10 dólares a los padres para enviar a sus hijos una carta personalizada de Santa Claus, con sello genuino del Polo Norte.
En 10 años ha enviado más de 500.000 cartas. A 10 dólares cada una, haz números...
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Un muelle convertido en el juguete preferido de millones de niños
Técnicamente es un muelle helicoidal precomprimido, capaz de estirarse diez veces su tamaño sin ningún esfuerzo y recuperar su forma original en décimas de segundo.
Fue inventado por el ingeniero naval Richard James, en 1943. Pese a que nunca quiso venderlos a más de un dólar para que hasta los niños pobres pudiesen jugar con él, se hizo millonario porque vendió más de 300 millones durante 60 años, aún a pesar de los plagios.
Comprar (y vender) estrellas como un regalo original
Si escribes en el buscador de Google 'Comprar una estrella', aparecerán docenas de servicios que venden estrellas. Lo cual demuestra dos cosas: que el negocio no tiene ninguna fiabilidad y que hay mucha gente que las compra.
No está muy claro a quién se le ocurrió al idea, pero ha conseguido convencer a alguien de comprar algo que no es de nadie, ni se puede poseer.
Pese a que en el contrato se indica claramente que el nombramiento es puramente simbólico, la gente sigue pagando 80 euros por un trozo de papel.
Piedras como mascotas: un negocio de 15 millones de dólares
Gary Dahl estaba harto de oír a sus amigos quejarse de sus mascotas. Así que le vino a la mente una idea sencilla que le hizo millonario: decidió vender piedras como mascotas. No hay que darlas de comer, no hay que sacarlas a pasear, no gastan, no molestan, y hacen compañía.
The Pet Rock se pusieron a la venta en 1975, y Dahl consiguió ganar 15 millones de dólares de la época.
Las gomas elásticas como pasatiempo vintage
Las gomas elásticas no se consideraron un juguete hasta que llegaron las Silly Banz, que son simplemente gomas de colores con formas de animales, objetos, o letras. No aportan ninguna funcionalidad extra, pero los niños las coleccionaban, y se vendieron cientos de millones.
Fueron inventadas por los japoneses Yumiko Ohashi y Masonar Haneda en 2002.
Los Beanie Babies se convirtieron en menos de un año en un negocio multimillonario
Ty Warner tomó la decisión de no vender los juguetes en cadenas como Toys-R-Us y Walmart, impulsando el mercado en tiendas pequeñas e independientes. Algunas tiendas incluso recibieron instrucciones de Ty Inc. de no vender más de cierta cantidad a un cliente.
Hoy, Warner tiene un patrimonio neto de más de 2.400 millones de euros.
Desde 2008, se han vendido más de 30 millones de Snuggies, recaudando más de 460 millones de euros
¿Y si pudieras vestirte con una manta? Scott Boilen, presidente de Allstar Products, tuvo esa idea, lo que resultó en el Snuggie.
Furby, el peluche electrónico que parece una mezcla de un búho y un hámster y que triunfó en los 90
La popularidad de los Furby disminuyó rápidamente a partir de entonces, pero durante su mejor época la empresa llegó a ganar más de 450 millones de euros anuales.
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Koosh Ball, la pelota de goma nombrada por la revista Time como uno de los mejores juguetes de la historia
Scott Stillinger inventó la Koosh Ball, una pelota de goma con fibras de colores que Hasbro compró por 90 millones de euros en 1997.
A medida que la compañía de Stillinger creció, también lo hizo el tamaño de las Koosh Ball. A día de hoy sigue habiendo más de una docena de variedades de esta pelota que se vendía en 1995 por menos de 5 euros.
Wacky Wall Walker, un juguete viscoso de ocho brazos que se parecía a un pulpo y se pegaba a la pared
A Ben Hakuta no se le ocurrió la idea, sino que compró los derechos del juguete chino original por 90.000 euros y comenzó a comercializarlo en Estados Unidos.
Cuando una periodista de The Washington Post escribió sobre él, provocó que en solo unos meses se vendieran más de 240 millones de unidades, lo que le valió a Hakuta unos 70 millones de euros.
Ahora puedes encontrarlo en Amazon y en algunas tiendas de juguetes independientes.
Las mascotas de Chia, figuras de arcilla llenas de agua y semillas que brotan vegetación y son ya un icono cultural
Joe Pedott creó estas figuras que se pueden comprar en forma de perro, gato, conejo e incluso con la cara del presidente.
La compañía vende 500.000 unidades al año, lo que a 14,5 euros la pieza suponen millones de euros anuales.
El creador del Smiley nunca patentó un diseño que ahora genera 225 millones de euros al año
En 1963, Harvey Ball dibujó una cara sonriente y la pintó de amarillo, un diseño que vendió por 40 euros para decorar parches. Sin embargo, Ball nunca patentó ese dibujo que hoy genera millones bajo la marca SmileyWorld.
Hula Hoops
La gente ha estado jugando con aros de diferentes materiales a lo largo de la historia, pero el moderno plástico Hula Hoop fue inventado por Arthur K. "Spud" Melin y Richard Knerr, cofundadores de la compañía de juguetes Wham-O.
Melin y Knerr tuvieron su idea de los estudiantes australianos que usan aros de bambú para hacer ejercicio. Los dos comenzaron a fabricar aros de plástico de colores brillantes en 1958, vendiéndolos por 1,98 dólares. La idea despegó casi al instante: se vendieron 25 millones de Wham-O Hula Hoops en cuatro meses. Melin lo patentó en 1963.
Tamagotchi
Tamagotchi se inventó en 1996 y cautivó a los millennials. Aunque los modelos originales se vendieron por 16,5 euros, los nuevos modelos ahora cuestan 55 euros.
Aki Maitam inventora del Tamagotchi, era considerada simplemente una "mujer de oficina de bajo nivel" en la empresa japonesa de juguetes Bandai. Pero tenía una idea que pronto generaría millones en ingresos.
Maita se acercó al diseñador de juguetes Akihiro Yokoi y juntos crearon el Tamagotchi. Bandai lanzó el juguete en Japón ese mismo año.
En los años 90 se vendieron más de 70 millones de Tamagotchis.
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Descubre más sobre Juan Antonio Pascual Estapé, Andrea Gómez Bobillo, autores/as de este artículo.
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