El sector de los envíos ultrarrápidos acaba de recortar más de 1.700 puestos de trabajo en una semana: los inversores se preparan para un baño de sangre en Europa

Hasan Chowdhury,
Tasmin Lockwood,
Gorilas vivió protestas contra las condiciones de trabajo el año pasado y desde entonces ha tomado medidas para recortar cientos de puestos de trabajo.
Gorilas vivió protestas contra las condiciones de trabajo el año pasado y desde entonces ha tomado medidas para recortar cientos de puestos de trabajo.

Recaudar cientos millones en cada ronda de financiación, abrir una red de "dark stores" en masa y ofrecer productos de conveniencia a precios reducidos en minutos a los consumidores que esperan sentados desde el sofá de sus casas.

Este ha sido el plan de un grupo de empresas de reparto ultrarrápido, en su mayoría recién creadas, que llevaban todo tipo de productos, desde leche y huevos hasta ñoquis y aceitunas, a las puertas de toda Europa.

El floreciente sector atrajo a algunos de los mayores inversores del mundo, como Sequoia, Tiger Global, Coatue y Tencent. Hasta la fecha, la empresa turca Getir ha recaudado 1.675 millones de euros, su competidora alemana Gorillas ha conseguido 1.200 millones de euros y Flink, con sede en Berlín, 1.000 millones. 

Todas ellas habían alcanzado unas valoraciones astronómicas, Getir ha llegado en convertirse en decacornio, al superar los 10.000 millones de dólares de valoración.

Pero esas vertiginosas valoraciones están ahora en peligro, ya que la crisis económica y el pesimismo sobre la viabilidad financiera de la tecnología obligan a las empresas a reorientar su crecimiento hacia la rentabilidad.

En la última semana, Gorillas ha recortado 300 empleados, Zapp, con sede en Londres, va a despedir al 10% de sus empleados, y la FoodPanda podría perder alrededor del 40% de su plantilla en Rumanía. Por otra parte, Getir ha reducido el 14% de su plantilla, lo que equivale alrededor de 1.500 personas. 

La recesión, que se ve agravada por la guerra de Ucrania, la alta inflación y la inminente recesión, ha puesto en marcha un "proceso de selección natural", según el director general de Gorillas, Kagan Sumer. El fundador ha predicho que solo 2 empresas seguirán vivas el año que viene por estas fechas, frente a las 30 que, según él, había en enero de 2020.

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La carrera por la supervivencia

El sector se dividirá en 2 grupos: "Los que tienen y los que no tienen", según un inversor estadounidense, que prefiere no ser nombrado debido a su inversión en una empresa emergente de alto perfil en el sector.

El inversor espera que en Europa solo haya un pequeño puñado de megaempresas, como Gorillas y Getir, que cuentan con suficiente dinero para comprar o eliminar a docenas de competidores más pequeños que no tienen el mismo poder financiero.

"Los que tienen son Gorillas, Flink, Getir y GoPuff, y hay unos 40 que no tienen nada, y todos están a la venta", comparte el inversor a Business Insider.

Muchas ya han caído en manos de rivales más grandes. La estadounidense GoPuff, valorada supuestamente en 40.000 millones de dólares, engulló a sus rivales europeas Dija y Fancy en 2021, mientras que Getir adquirió a su competidora británica Weezy y la española Blok

Más recientemente, la alemana Flink llegó a un acuerdo para adquirir la empresa francesa Cajoo, respaldada por Carrefour, mientras que Gorillas compró otra startup francesa llamada Frichti.

"No hay forma de que todas estas empresas puedan seguir recaudando al mismo ritmo", añade otra firma de inversión con sede en Londres.

Gorillas, que recaudó 1.200 millones de euros en 4 rondas de financiación en 14 meses, está encontrando de repente dificultades para conseguir capital en 2022. El jefe global de comunicaciones de la firma, René Beutner, escribió en un mensaje ahora borrado en el canal corporativo de Slack que "no iba a recibir más dinero de los inversores", poco después de que la empresa despidiera a 300 empleados.

Esto pone en peligro la principal forma en que estas empresas han perseguido el crecimiento y los nuevos clientes: promociones, vales y descuentos interminables que casi equivalen a regalar dinero.

"Europa ha sido un baño de sangre, una guerra sin cuartel", dice el inversor estadounidense. "Estamos viendo cómo estos tipos se pelean entre sí... Es como quién puede dar más promociones, quién puede poner más cosas gratis en la bolsa para adquirir al cliente".

Los mercados privados, financiados durante mucho tiempo con dinero barato por los fondos de crecimiento, se ven ahora afectados por el desplome de las valoraciones en los mercados bursátiles. Compañías como GoPuff, DeliveryHero y DoorDash han bajado 2 dígitos, lo que ha afectado a la determinación de los patrocinadores de estos sectores.

La crisis del coste de la vida agrava el problema y aleja a los consumidores de opciones cómodas pero caras, como las aplicaciones de entrega de alimentos.

"Estos entornos son buenos para los actores de alta calidad y malos para el resto, ya que no todas las empresas seguirán recibiendo financiación", apunta a Business Insider otro inversor del sector. "Siempre se producirá una consolidación en estas situaciones, ya que los actores débiles son expulsados del mercado".

Para algunos inversores, el sector nunca ha tenido mucho sentido.

"Sabemos que la entrega de comestibles es un negocio de bajo margen, por lo que se trata de escalar rápidamente y acaparar cuota de mercado antes que los competidores", señala a Business Insider Maria Wagner, directora de inversiones de Beringea. 

"Por lo tanto, se requiere una gran cantidad de gasto en marketing y, por lo tanto, una gran recaudación de fondos para ganar. Solo hay que ver la cantidad de publicidad que Gorillas, Getir y Zapp han comprado en todo Londres para darse cuenta de ello".

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Problemas para los recién llegados

Una pregunta emergente es si será un jugador independiente el que gane la entrega rápida de comestibles en absoluto.

Just Eat, que tiene 22 años, se unió al mercado de la entrega de alimentos en línea a finales de 2021, pero se centra en la asociación con los minoristas existentes en lugar de operar sus propias tiendas oscuras. También hace uso de su infraestructura de entrega existente.

"Hemos creado una infraestructura que nos ha ayudado a lograr un crecimiento sustancial, y si lo unimos a la demanda de los clientes, creemos que Just Eat puede aportar algo nuevo al mercado de la alimentación ultrarrápida", ha asegurado Amy Heather, directora de cuentas estratégicas de Just Eat en el Reino Unido.

Deliveroo, la empresa británica que cotiza en bolsa, también se ha expandido en el sector de la distribución de alimentos. 

Y los gigantes del comercio minorista, que llevan años haciendo entregas de comestibles estándar, están comenzando a introducirse en este sector. Ocado ofrece entregas en una hora con su nuevo Zoom mientras que el incondicional de los supermercados británicos, Tesco, puso en marcha su servicio Whoosh en mayo de 2021.

Todas estas empresas cuentan con infraestructura, capacidad de almacenamiento, poder de marketing y enormes cantidades de datos de clientes.

Mientras tanto, la situación se vuelve más difícil para los recién llegados.

"La rentabilidad es más importante ahora que hace 6 meses", afirma un inversor del sector. Otro apunta que los inversores están haciendo más preguntas sobre los índices de consumo, el uso de repartidores, la economía por unidad de tienda y la ejecución de descuentos.

"Estamos atravesando un período macroeconómico de 180 grados y los mercados de capitales no quieren financiar el crecimiento a toda costa", dice un ejecutivo de una empresa emergente del sector con sede en Londres.

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