Sánchez e Iglesias transforman el debate de investidura en una negociación por formar (o no) el gobierno de coalición

Pedro Sánchez durante la sesión de investidura.
Pedro Sánchez durante la sesión de investidura.
  • Termina la primera sesión del debate de investidura sin resolver ninguna certeza.
  • Sánchez afronta la votación de este martes sin garantías de que consiga la mayoría absoluta que necesita.
  • Iglesias y los socialistas protagonizan un duro encontronazo por sus diferencias en las negociaciones para formar gobierno.
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Sánchez necesita una mayoría absoluta este martes, y parece improbable que la consiga. La primera sesión del debate de investidura ha terminado con las mismas incertidumbres que con las que comenzó.

El candidato socialista ha mantenido un tenso encontronazo con su "socio preferente", el líder de Podemos, Pablo Iglesias. Ha sido en el turno de palabra de este último, quien lo ha aprovechado para evidenciar las principales diferencias que han impedido —hasta ahora— cerrar un acuerdo para conformar un gobierno de coalición.

"Señor Sánchez, ¿qué nos han ofrecido ustedes? Explíqueselo a la Cámara". En términos muy duros, Iglesias ha detallado cómo los socialistas se querrían reservar para sí las responsabilidades ministeriales de Interior, Defensa, Exteriores y Economía.

Podemos, a su vez, habría pedido Trabajo, Igualdad, Transición Ecológica o Ciencia, pero la respuesta de los socialistas ha sido siempre la misma: "Ni hablar". Iglesias, por su parte, ha rechazado ser "un elemento decorativo" en el Gobierno del PSOE.

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Así, tanto Sánchez como Iglesias han transformado por unos minutos el debate de investidura en una negociación a puerta abierta para configurar (o no) un gobierno de coalición. Pero el enfrentamiento no ha sido lo único que ha tenido lugar en el Congreso en la tarde de este lunes.

Ciudadanos y el PP, a por la hegemonía de la oposición

Ciudadanos y el PP han demostrado la tenacidad con la que se enfrentan, en un duro pulso parlamentario, por asumir el liderazgo de la oposición. Aunque los populares suman más diputados, Albert Rivera ha ensombrecido al presidente del PP con una interpelación en términos muy duros contra Sánchez.

Se ha referido a la propuesta gubernamental del PSOE como el "plan Sánchez", un término que también ha recogido a posteriori el presidente de Vox —con solo 24 diputados—, aunque este último ha sido absolutamente ignorado por el resto de organizaciones de la Cámara.

Ciudadanos ha exigido una reprobación al ministro de Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, y ha pedido a Sánchez que "deje de boxear" con los huesos del dictador. "Usted solo ha ofrecido insultos a los constitucionalistas. Y le sorprende que queramos vigilar con lupa su plan. Yo le pregunto: ¿Cuándo va a censurar al señor Marlaska por las declaraciones que hizo?".

Al igual que Casado, tanto Ciudadanos como populares han espantado cualquier posibilidad de una abstención en la votación de este martes. El propio Casado ha hecho referencia a la carta que varios diputados socialistas remitieron al grupo popular, instándoles a una abstención por responsabilidad institucional y recordando que cuando el PSOE se abstuvo en pos de Mariano Rajoy en 2016 fue un voto a favor 'honorable'.

"¿Quienes dimitieron de su cargo para no votar a favor qué hicieron, señor Sánchez? ¿Algo deshonroso?", ha preguntado Casado.

"El gran elefante morado con un lazo amarillo", y un Vox ignorado

Aunque en su discurso matinal Sánchez no se refirió en ningún momento al conflicto catalán, los discursos tanto de Casado como de Rivera han pivotado en estos términos. Algo que ha censurado el propio candidato socialista, al entender que los populares, por ejemplo, no asumen ninguna responsabilidad por este desafío institucional.

Ambas fuerzas de derecha se han referido a Podemos como "el gran elefante morado con un lazo amarillo" presente en la Cámara Baja e incluso el propio Casado ha admitido entender la "indignación" por parte de los de Iglesias por la falta de progresos en las negociaciones que ha mantenido Sánchez con los que eran sus "socios preferentes".

Frente a la comprensión que las principales fuerzas parlamentarias de la oposición han mostrado con Unidas Podemos, contrasta la actitud de Sánchez con el grupo de Vox. Tras la comparecencia de Santiago Abascal, el presidente del Gobierno en funciones ha rechazado responder directamente a Abascal y ha hecho una reflexión sobre la incidencia de la extrema derecha en las democracias europeas.

Lo ha hecho, eso sí, dirigiéndose a PP y Ciudadanos: "¿Lo han oído, señorías? Estos son sus socios en Murcia, Madrid, en muchas ciudades y comunidades autónomas".

Este martes a las 09.00 se reanuda la sesión y será el turno de los grupos minoritarios, que darán su respuesta al discurso que Sánchez leyó este lunes por la mañana. Se conocerá entonces el sentido del voto definitivo de grupos como el de ERC, PNV, EH Bildu o del resto de fuerzas del grupo mixto.

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