Los retrasos y sobrecostes en el ITER por la pandemia y la crisis del comercio marítimo ponen a las empresas privadas a la cabeza de la investigación de la energía nuclear de fusión

Segmento del reactor Tokomak del ITER.
Segmento del reactor Tokomak del ITER.

ITER.

  • El proyecto ITER (Reactor Termonuclear Experimental Internacional, en español) no podrá cumplir su calendario a rajatabla debido a los retrasos provocados por la pandemia.
  • Los cierres de fábricas en todo el mundo y la crisis global de transportes han provocado que también pueda verse un sobrecoste en el proyecto más caro de la historia.
  • A pesar de los inconvenientes, la construcción del reactor continúa lentamente tras la instalación del mayor electroimán del mundo este otoño.
  • El sector privado parece haber tomado la delantera en los avances de la investigación aunque los expertos dudan de que puedan cumplir el calendario anunciado. 
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La energía celestial, la energía de las estrellas, la auténtica energía solar... Ha sido llamada de varias formas, y lo cierto es que la energía nuclear de fusión está acumulando todas las papeletas para ser la fuente de energía clave —que no única— para el futuro del mundo.

Aunque la energía de fusión es teóricamente posible, ya que se produce de manera constante en el sol, llevarla a cabo en la Tierra aún no se ha conseguido. Se han dado pequeños pasos y se han visto algunos avances esperanzadores que permiten creer que, efectivamente, es posible.

El mundo se encuentra inmerso en una carrera de fondo hacia la descarbonización de la economía y las fuentes de energía sostenibles son la clave para lograrlo. Algunas de las principales naciones del mundo (la Unión Europea, Estados Unidos, Japón, China, India, Rusia y Corea del Sur) han apostado muy fuerte en el proyecto ITER, la iniciativa energética más ambiciosa de la historia.

Con el objetivo de alcanzar esta fuente energética teóricamente infinita, segura, abundante y responsable con el medioambiente, el ITER lleva construyendo desde 2008 en Cadarache, Saint-Paul-lez-Durance (Francia) el mayor laboratorio de fusión de la historia.

Isabel García-Cortés, física en el Laboratorio Nacional de Fusión del CIEMAT (Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas) ha comentado a Business Insider España que esta investigación tiene por objetivo demostrar, que no producir, que la energía de fusión es posible.

El Laboratorio Nacional de Fusión por Confinamiento Magnético participa en la construcción y operación del primer reactor experimental de ITER y contribuye al desarrollo de los futuros reactores de fusión.

Johaness Schwermmer, director de Fusion for Energy, la institución comunitaria afincada en Barcelona que gestiona la contribución de la UE al proyecto, considera que es el "santo grial de la energía" y cree que la fusión puede "jugar un papel importante" dentro del mix energético del futuro.

El ITER, apunta Schwermmer, es un "paso esencial" en la búsqueda de una energía "abundante, segura y sostenible" de cara a "luchar contra el cambio climático".

El profesor Ian Chapman, director general de la Autoridad de la Energía Atómica del Reino Unido asegura en un comunicado que no le cabe duda de que será una parte complementaria de la combinación energética durante generaciones.

Para el físico británico, es "una de las mayores" investigaciones científicas de la historia, "a la altura del programa Apolo", y con una recompensa "enorme" para el planeta.

García-Cortés, a su vez, secunda estas palabras porque, aunque supondría un avance tecnológico y energético sin precedentes, no cree que la fusión vaya a ser la energía única del futuro. En cambio, sí que representaría una parte importante de la generación energética junto con las energías renovables.

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El último gran avance en su construcción ha sido este mismo otoño cuando se instaló el electroimán más potente del mundoen la base del reactor Tokomak. Ideado para imitar el proceso mediante el cual las estrellas obtienen energía, este imán de 1.000 toneladas, 20 metros de alto y 5 de ancho podrá generar un campo magnético 280.000 veces superior al de la Tierra, según General Atomics.

Una vez el reactor esté listo, se le introducen dos elementos atómicos ligeros (deuterio y tritio) que al calentar a 150 millones de grados es cuando se produce el mismo proceso físico que dentro del sol, la fusión de dos elementos que resulta en una liberación gigante de energía.

Un proyecto faraónico afectado por múltiples retrasos

Corazón electromagnético del reactor Tokamak del ITER.
Corazón electromagnético del reactor Tokamak del ITER.

ITER.

Lo malo de afrontar el mayor reto energético del siglo es que probablemente también debas hacer frente a múltiples y constantes reveses, como retrasos y sobrecostes millonarios. La financiación del proyecto asciende hasta los 22.000 millones de euros, según el último presupuesto aprobado. Los países de la UE cargarán con alrededor del 45% de los costes.

Sin embargo, tal y como han recordado desde el propio consejo del ITER, la gran mayoría de las aportaciones que hacen los países no son en efectivo, sino "en especie". De tal manera que cada país aporta los materiales, la tecnología y el personal humano para que este megaproyecto salga adelante.

El director general de ITER, Bernard Bigot, ha trasladado recientemente la mala noticia de que "desafortunadamente" no se va a poder cumplir con el calendario marcado debido al impacto de la pandemia y los cierres de fábricas, los confinamientos y los cuellos de botella del comercio marítimo internacional.

García-Cortés ha recordado que esto no es algo excepcional del ITER, si no que prácticamente cualquier proyecto de gran envergadura, y más si tiene tantos actores en escena, también se ha visto afectado por los cierres de 2020.

La idea era que en 2025 se pudiera obtener el primer plasma —fusión inicial—, en 2035 la fusión nuclear completa y en 2045 la primera planta de producción comercial dentro de la UE.

Bigot ha detallado que el proyecto avanzaba "cercano al 0,7% mensual", pero desde marzo de 2020 ese avance se ha recortado hasta el 0,35% mensual. En consecuencia, el director del ITER ha explicado "es evidente" que el primer plasma no se logrará en 2025 como estaba planeado.

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No es la primera vez que este proyecto ha sufrido retrasos importantes en su construcción. La obtención del primer plasma estaba prevista inicialmente para 2016, pero según destacó Fusion for Energy, las dificultades técnicas, la limitación tecnológica y los presupuestos de cada uno de los países han provocado que se fuera retrasando año tras año.

Para mayor inri, el ejecutivo ha reconocido que estas eventualidades posiblemente provoquen un sobrecoste aún mayor en el presupuesto ya que hay ciertos "costes de funcionamiento que no se pueden eliminar".

A la espera de una revisión al alza del presupuesto para finales de 2022, Bigot ha reconocido que se hará lo posible por ajustarse a la cifra acordada en 2015.

A pesar de ello, el físico francés sí que se ha mostrado optimista con la consecución "real y objetiva" de lograr la potencia máxima de fusión para 2035, tal y como estaba previsto.

La investigación energética de la fusión atrae a múltiples empresas privadas

Vista aérea del complejo de ITER en construcción.
Vista aérea del complejo de ITER en construcción.

ITER.

Hasta hace poco los grandes progresos en la investigación de la energía de fusión se nutrían casi exclusivamente de fondos públicos. Pero los últimos avances en la investigación y el desarrollo, la publicación de los conocimientos y la entrada de nueva tecnología ha ayudado a que diversas empresas privadas entren en la carrera por hacerla realidad.

Helion Energy, una energética estadounidense centrada en la investigación de la fusión nuclear, ha completado hace poco 2 rondas de financiación alcanzando los 2.000 millones de euros (2.200 millones de dólares).

La clave para lograr este hito se dio este verano cuando Helion Energy había anunciado que era la primera empresa privada que había logrado superar el umbral de 100 millones de grados en su reactor, la temperatura mínima a la que debería operar una futura planta de producción comercial. La compañía ha mantenido que será capaz de alcanzar la energía neta positiva en 2024.

Pero no es la única empresa que está dando pasos de gigante en la investigación. Quartz ha publicado que otras 2 compañías estadounidenses, Commonwealth Fusion Systems, del MIT, y TAE Technologies esperan poder comercializar energía de fusión en 2025 y 2035, respectivamente.

Desde que se comenzó a construir el ITER, diversas compañías españolas de investigación energética avanzada, como ENSA, Empresarios Agrupados o Cobra han logrado contratos por algo más de 340 millones de euros, según datos del Gobierno. Solo en 2020 se lograron más de 40 contratos de "alto valor tecnológico" para colaborar en el desarrollo del reactor.

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La carrera por ser el primero en alcanzar una energía limpia, infinita y sostenible está comenzando a calentarse con la entrada de nuevos actores en escena.

No obstante, García-Cortés se ha mostrado escéptica respecto a los tiempos y los anuncios de algunas empresas privadas con la energía de fusión.

La física del CIEMAT no cree que éstas puedan cumplir con los objetivos propuestos en su calendario ya que no hay "atajos" en una investigación científica tan complicada. García-Cortés confía más en la agenda que ha marcado el proyecto internacional, más realista que las de algunas empresas privadas.

Hasta el momento el principal escollo que hay solventar es el de obtener más energía en el proceso que de la necesaria para iniciarlo.

En la reciente Conferencia del Clima de Glasgow (COP26) la energía de fusión se ha incluido por primera vez en el diálogo y las deliberaciones de la ONU de cara a cumplir los objetivos climáticos de neutralidad en carbono.

Bernard Bigot, el director de ITER, también ha participado recientemente en la COP26 y en ella ha asegurado que la científicos e ingenieros "están más cerca que nunca" de hacer realidad esta investigación y ha invitado a los líderes mundiales a "mirar a un futuro" en el que la fusión nuclear es "una parte clave" del mix energético mundial libre de emisiones contaminantes.

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