Con Joe Biden en la Casa Blanca, Tesla no puede perder en 2021

Elon Musk, CEO de Tesla
Elon Musk, CEO de Tesla

Reuters

  • En 2020, Tesla tuvo el mejor año en las dos décadas de historia de la compañía.
  • El 2021 puede ser incluso mejor, gracias al impulso de la llegada del demócrata Joe Biden a la presidencia de Estados Unidos.
  • El nuevo inquilino de la Casa Blanca tiene un plan para impulsar los vehículos eléctricos y ampliar la economía verde en los EEUU.
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Si crees que Tesla tuvo un gran 2020, prepárate para un 2021 incluso mejor.

La compañía de Elon Musk, la más valiosa por capitalización bursátil de la industria automovilística, está posicionada de forma ideal para beneficiarse de todos los planes de la nueva Administración Biden al frente de los Estados Unidos.

Si tienes en cuenta los avisos de los científicos acerca de las consecuencias directas del cambio climático, sabrás que tenemos aproximadamente una década para actuar de forma decisiva y de forma mundial para evitar una catástrofe. Biden no va a desperdiciar sus cuatro años en la Casa Blanca, y durante los próximos dos contará con una mayoría del Partido Demócrata tanto en el Senado como en la Cámara de Representantes, para traducir su agenda presidencial en leyes.

No hay manera en que esto no beneficie a Tesla. Y seguramente pueda impulsarle de formas que el mercado aún no ha valorado. Hasta el momento, la capitalización bursátil de la empresa automovilística se ha disparado hasta superar los 800.000 millones de dólares (660.000 millones de euros).

Para la mayoría, el precio de los títulos de Tesla —que cerró el lunes en 880,8 dólares (726 euros) por acción— tiene que ver con su negocio de coches eléctricos. Pero Tesla es también una empresa de energía, que vende paneles solares para edificios residenciales y comerciales, así como sistemas de almacenamiento. La empresa californiana también fabrica baterías gracias a un acuerdo con Panasonic, y si cumple sus objetivos de producción para el futuro, podría convertirse en el principal fabricante de baterías.

Solamente en el apartado de los vehículos, Tesla tiene un panorama de bonanza por delante con la presidencia de Biden. La punta del iceberg es la posible extensión de un programa de crédito federal de 7.500 dólares para la compra de vehículos eléctricos, que los compradores de un Tesla podrán disfrutar en el próximo año. Después de que la compañía vendiera 200.000 vehículos, el crédito se estaba agotando.

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Aún más importante puede ser un pago directo a los consumidores que cambien su vehículo de combustión interna para comprar un eléctrico. Este incentivo es complicado, porque necesitaría la aprobación del Congreso para poner en marcha un programa similar al "efectivo por chatarra" que se puso en marcha tras la crisis de 2008.

La política fiscal como una vía para impulsar las ventas de coches eléctricos

Otra forma positiva de actuación podría ser un cheque que ayude a los compradores a reducir su base imponible, de 10.000 dólares o más, que podría combinar el incentivo a los vehículos eléctricos con los objetivos de las autoridades fiscales de Estados Unidos. Esto evitaría una batalla en el Congreso, actualmente controlado por los Demócratas pero con un margen muy ajustado, con el voto de la vicepresidenta Kamala Harris como clave en un senado dividido al 50%. Bajar impuestos siempre es algo más sencillo de vender para ambos partidos.

Es obligado recordad que cualquier fabricante que produzca coches eléctricos en EEUU podría beneficiarse por estas políticas. Pero Tesla es el único en el país que solo vende eléctricos, y muchos, por lo que puede beneficiarse más. Cualquier medida que tome un gobierno se convertirá en beneficios para Tesla. Y de 2021 en adelante esos beneficios deberían hacer crecer aún más su cotización.

Los otros negocios de Tesla no ofrecen unos ingresos significativos, pero Biden va a apostar claramente por solucionar algunos problemas de fabricación para empujar a una economía verde en los EEUU. Su retorno al Acuerdo de París contra el cambio climático en su primer día de mandato, después de que Donald Trump hubiera sacado al país de ese compromiso, y la puerta en marcha del compromiso de hacer de esta década la de la energía sostenible, marcan el final de los combustibles fósiles.

La solar será parte de esta revolución, con lo que el negocio de placas solares de Tesla, que estaba languideciendo los últimos cuatro años, podrá obtener un impulso importante. El negocio de almacenamiento está muy vinculado al de la energía solar —la mayoría de las placas de Tesla están asociadas a una batería Powerball— por lo que 2021 podría ser el primer año en el que la empresa pueda presentar un crecimiento de ingresos en este ámbito.

Tesla no es una compañía solo de coches o tecnología: es la nueva GE del siglo XXI, y acaba de empezar

Musk habitualmente habla de los coches, las baterías y la energía solar como negocios interconectados, y lo son. Pero el crecimiento de la energía solar puede ser una cobertura respecto a posibles caídas del negocio automovilístico, ya que la energía tiene un potencial de expansión más amplio que los coches, un sector en el que el ecosistema competitivo está evolucionando muy rápido, en EEUU y fuera, como por ejemplo en China.

Biden también impulsará a los competidores de Tesla

Tesla podría, no obstante, tener una desventaja con el gobierno de Biden: la versión del Green New Deal del demócrata no será un Tesla New Deal. De hecho, estrategias como impulsar el crecimiento de la movilidad eléctrica pueden ayudar a la competencia de la empresa de Elon Musk. La compañía ha invertido fuertemente en estaciones de carga, mientras que la industria tradicional está esperando a que el gobierno estadounidense se ponga a ello.

Los críticos con larga memoria recordarán cómo durante la etapa de Barack Obama se produjeron la bancarrota del fabricante de paneles solares Solyndra o la caída del fabricante de eléctricos Fisker Automotiveque retornó en 2015—, y podrían concluir que la vuelta a los estímulos verdes podría incentivar compañías que sin ellos no podrían competir en los mercados. Hay que recordar que, pese a todo, Tesla ha crecido con Trump en la Casa Blanca, cuando el liderazgo de EEUU negaba el cambio climático.

No obstante, no conviene perder de vista esa precaución. Tesla ya estaba en buena forma en 2016 y 2017, después de haber estado al borde de la quiebra antes. Esto fue en parte por las políticas de Obama. Con Biden, los próximos cuatro años deberían permitir el surgimiento de más Teslas que puedan valerse por sí solos.

Ganar la carrera del coche eléctrico solo es el principio del plan de Elon Musk para Tesla

En todo caso, no hay que olvidar que cualquier movimiento hacia una economía verde en EEUU será una buena noticia para Tesla. Y si la compañía de Elon Musk recoge un botín inmenso, como debería, será el resultado de haber liderado la movilidad verde por más de dos décadas.

Este artículo fue publicado originalmente en BI Prime

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