JPMorgan se hace con el control del First Republic tras ser intervenido por los reguladores: ya es la tercera víctima de la crisis bancaria en EEUU

Huileng Tan,
Kaja Whitehouse,
First Republic Bank.

Michael Brochstein/SOPA Images/LightRocket via Getty Images

  • El First Republic Bank ha sido declarado en bancarrota a primera hora de este lunes.
  • JPMorgan se hará cargo de la entidad caída y sus depósitos de cerca de 104.000 millones de dólares.
  • La caída del First Republic es la segunda más grande en la historia financiera de Estados Unidos.

JPMorgan se hará cargo de First Republic después de que la entidad haya sido finalmente intervenida por los reguladores, convirtiéndose así en el tercer banco regional estadounidense en la que entran los organismos federales tras el pánico que destrozó al Silicon Valley Bank el pasado mes de marzo.

Es la segunda mayor bancarrota de la historia de Estados Unidos.

La Corporación Federal de Seguros de Depósitos avanzó este lunes a primera hora una oferta de JPMorgan por todos los depósitos del First Republic, que a 13 de abril se cifraban en unos 103.900 millones de dólares. En su oferta, JPMorgan aseguraba que se haría cargo de depósitos por valor de 92.000 millones, lo que invita a pensar que más clientes han retirado fondos desde entonces.

Los depósitos seguirán siendo asegurados por el regulador estadounidense y los clientes no tendrán que hacer ningún cambio de contrato para mantener activo el seguro de su depósito hasta los límites aplicables.

Como parte de la transacción, las 84 oficinas que First Republic tenía en 8 estados de EEUU reabrieron este mismo lunes como franquicias de JPMorgan.

La Corporación Federal de Seguros de Depósitos, por su parte, estima que la operación tendrá un coste de 13.000 millones de dólares para su Fondo de Seguro de Depósitos.

La compra se produce tras semanas de negociaciones entre First Republic y los bancos inversores, liderados estos últimos por JPMorgan: buscaban una solución con la que mantener a la entidad financiera a flote. En el proceso no apareció ningún caballero blanco dispuesto a comprar la compañía, con lo que la entidad siguió desplomándose y su talento retirándose.

"El Gobierno de EEUU nos conminó a nosotros y a otras entidades a dar un paso adelante, así que lo hemos dado", detallaba Jamie Dimon, el CEO de JPMorgan, en un comunicado hecho público este lunes. "Nuestra fortaleza financiera, nuestras capacidades y nuestro modelo de negocio nos permite ejecutar esta transacción de una manera en la que minimizamos costes al regulador".

JPMorgan está asumiendo todos los depósitos, asegurados y sin asegurar, de First Republic, así como la mayor parte de sus activos. Así lo explican el propio JPMorgan y la Corporación Federal de Seguros de Depósitos en sus respectivos comunicados. JPMorgan, eso sí, no asumirá ni la deuda corporativa ni las acciones preferentes de la entidad caída.

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Con la operación, JPMorgan espera reconocer una ganancia de 2.600 millones de dólares. También una inversión de costes para la reestructuración de otros 2.000 millones, que se irá ejecutando en los próximos 18 meses.

Lo que pueden esperar los accionistas del First Republic, que han visto cómo el banco perdía el 90% de su valor en las últimas semanas, es su inminente salida del accionariado.

Los esfuerzos por estabilizar esta entidad de San Francisco comenzaron después de que los reguladores de California interviniesen en el Silicon Valley Bank a mediados de marzo, tras una retirada masiva de fondos por parte de sus clientes. 2 días después, los reguladores del estado de Nueva York hicieron lo mismo con el Signature Bank.

Ese mismo día, JPMorgan se alió con la Reserva Federal para ofrecer 70.000 millones de dólares en financiación para First Republic. Sus acciones, sin embargo, continuaron desplomándose, lo que acabó forzando a un consorcio de entidades financieras —también liderado por JPMorgan— a inyectar 30.000 millones en depósitos el 16 de marzo.

La llegada de efectivo ayudó a estabilizar la entidad, hasta la semana en la que First Republic detalló la magnitud de sus problemas tras presentar su informe de resultados correspondiente al primer trimestre. 

El banco reconoció que sus depósitos se habían desplomado un 41% hasta los 104.500 millones en los primeros 3 meses del año, y que estaba dando pasos para tratar de mejorar su balance, como recortes de personal. También exploraba otras opciones estratégicas, pero ese es un eufemismo del sector para hablar de posibles ventas o rupturas de grandes compañías.

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First Republic recurrió a su banquero de toda la vida, JPMorgan, así como a Lazard y al gigante de la consultoría McKinsey para tratar de encontrar una solución a su atolladero, según avanzó el Financial Times.

Según la CNBC, los banqueros de First Republic también pidieron a la gran banca que compraran sus préstamos por encima de coste, esgrimiendo que tendrían que realizar un hipotético pago de 30.000 millones de dólares en impuestos a la Corporación Federal de Seguros de Depósitos por los depósitos no asegurados de la entidad, en caso de que esta colapsara.

En la pandemia, First Republic amasó una enorme cartera de préstamos que, de venderse para contar con efectivo, implicaría asumir una gran cantidad de recortes. Según Bloomberg, el banco ofrecía a personas pudientes hipotecas interest-only —con carencia hasta el final, pero sin la necesidad de pagar intereses durante la primera década del préstamo en vigor—.

En 2020 y 2021, según análisis de Bloomberg, el banco movilizó cerca de 20.000 millones de dólares en ese tipo de hipotecas solo en San Francisco, Los Ángeles y Nueva York. El medio habló con un ejecutivo del Goldman Sachs que consiguió uno de esos préstamos de 11,2 millones de dólares con First Republic, por el que no tuvo que pagar intereses en 10 años, y con un tipo inferior al 3%.

Aunque ese tipo de hipotecas se esperan rentabilizar, el venderlas para contar con efectivo implica afrontar enormes pérdidas.

Las acciones de First Republic se hundieron tras conocerse la operación de este lunes, con un desplome superior al 40% cayendo a los 2,10 dólares en las operaciones preapertura de mercado, mientras que el valor de las acciones de JPMorgan crecía en torno a un 2,5% hasta los 141,7 dólares.

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