Julius Baer anticipa un gran potencial en el negocio de la ciberseguridad por el coronavirus, la vuelta de la guerra comercial y los cambios regulatorios

Dos profesionales de la ciberseguridad.
  • Business Insider España ha tenido acceso en primicia a un informe desarrollado por Alexander Ruchti, analista de Next Generation de Julius Baer, en el que detalla la capacidad de crecimiento del negocio de la ciberseguridad, junto con los catalizadores que lo pueden seguir empujando en los mercados. 
  • “Los esfuerzos por lograr la autosuficiencia tecnológica como resultado de la guerra comercial entre Estados Unidos y China están llevando a una diversificación tecnológica, lo que dificulta que las empresas de ciberseguridad también hagan su trabajo”, describe. 
  • Además, la pandemia del COVID-19 es un arma de doble filo en este ámbito, ya que el teletrabajo abre la vía a potenciales ataques, mientras que muchas compañías podrían decidir recortar gastos y, dado que la tecnología generalmente se considera una gran partida de costes, también es una de las primeras partidas que podría sentir la presión.
  • “De cara al futuro, esperamos que continúe la tendencia hacia una mayor sofisticación de los ciberdelincuentes, lo que traduce en que tener una defensa sólida contra los hackers será crucial”, sostiene. “Esto, a su vez, debería suponer un mayor gasto en soluciones de ciberseguridad”, añade.
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Hoy en día hay una serie de nuevas tendencias que se están conformando el marco empresarial de la ciberseguridad actual y del futuro, que respaldan la necesidad de una mayor seguridad cibernética. Una temática que impulsa a muchas compañías a presentar más potencial de crecimiento en su actividad y en los mercados.

Business Insider España ha tenido acceso en primicia a un informe desarrollado por Alexander Ruchti, analista de Next Generation de Julius Baer, en el que detalla la capacidad de crecimiento del negocio de la ciberseguridad, junto con los catalizadores que lo pueden seguir empujando en los mercados. 

La ciberdelincuencia no es algo que solo afecte a los bancos y otras instituciones financieras, sino que se trata de un problema grave que repercute sobre distintos sectores y concierne a todas las compañías.  El experto analiza en el informe que se están generando más datos cada año y, como resultado, el planeta ha sido testigos de más filtraciones, más lanzamientos de malwares o más estafas bancarias

“Las empresas dependen cada vez más del almacenamiento en la nube”, comienza exponiendo Ruchti. 

De hecho, AIR Worldwide, junto con la firma de seguros Lloyd's of London, estima que una paralización hipotética de la nube de tres a seis días de uno de los proveedores líderes del cloud computing puede suponer un coste sobre la economía de cerca de 19.000 millones de dólares

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De esta manera, con el auge del comercio electrónico, la magnitud de los robos digitales también está creciendo. “El fraude online domina actualmente este segmento en términos de volumen”, comenta el analista de Next Generation de Julius Baer. 

Según Threat-Metrix, el comercio electrónico de Estados Unidos experimentó un aumento del 93% de ataques cibernéticos entre 2017 y 2018. “Además, nuestra proyección indica que es probable que el fraude bancario continúe creciendo a la par que el comercio electrónico se vaya expandiendo”, destaca Ruchti. Las amenazas están incrementándose, lo que supone que ninguna empresa se puede permitir tratar a la ciberseguridad como elemento de segundo orden. 

Los motivos que pueden impulsar aún más esta tendencia

Por tanto, existen grandes tendencias que han dado forma al entorno de la ciberseguridad en el pasado y seguirán haciéndolo en el futuro, tal y como describe Ruchti. “Los esfuerzos por lograr la autosuficiencia tecnológica como resultado de la guerra comercial entre Estados Unidos y China están llevando a una diversificación tecnológica, lo que dificulta que las empresas de ciberseguridad también hagan su trabajo”, describe. 

Las regulaciones más estrictas están alentando a las compañías a tomarse la ciberseguridad más en serio. Además, la pandemia del COVID-19 es un arma de doble filo en este ámbito, ya que el teletrabajo abre la vía a potenciales ataques, mientras que muchas compañías podrían decidir recortar gastos y, dado que la tecnología generalmente se considera una gran partida de costes, también es una de las primeras partidas que podría sentir la presión. “De cara al futuro, esperamos que continúe la tendencia hacia una mayor sofisticación de los ciberdelincuentes, lo que traduce en que tener una defensa sólida contra los hackers será crucial”, sostiene. “Esto, a su vez, debería suponer un mayor gasto en soluciones de ciberseguridad”, añade.

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Por otra parte, el entorno regulatorio global está cambiando para hacer que ciertas medidas de ciberseguridad sean fundamentales, y para ello, aumentar la cantidad de multas que se pueden cobrar a las empresas que no cumplan con los parámetros esenciales. 

“Ambos elementos son favorables para el sector”, cuenta Ruchti en el informe. A través del Reglamento general de protección de datos (RGPD), la Unión Europea (UE) se ha dado cuenta de que el futuro de la economía digital solo puede estructurarse sobre una base de confianza.

“El RGPD está devolviendo el poder al usuario final, pero al mismo tiempo responsabiliza a las empresas por cualquier información que soliciten o recuperen de sus usuarios”, asegura. 

A mayo de 2020, ya se han impuesto 278 multas y sanciones a las compañías que no han actuado de conformidad con el marco RGPD. Julius Baer espera que la cantidad acumulada de sanciones supere el umbral de 500 millones de euros en los próximos meses.

El efecto en el mundo de la inversión

¿De qué forma afecta a los inversores este esquema? Ruchti asevera que tienen una visión constructiva sobre el segmento de la ciberseguridad, ya que ven muchos más vientos de cola que en contra para el sector. “Es probable que la ciberseguridad se vuelva aún más vital en el futuro de lo que ya es”, analiza. 

La cada vez mayor sofisticación en la actividad de los ciberdelincuentes, múltiples vectores de ataques debido al mayor número de personas que teletrabajan desde sus casas, los mayores incentivos en cuanto a la regulación y la compartimentación tecnológica como resultado del cambio de rumbo hacia un mundo más multipolar son ejemplos de los futuros impulsores de este sector. 

Con todo, el universo de acciones relacionadas con la ciberseguridad no se cotiza a precios de ganga. “Esto es principalmente un reflejo de las sólidas perspectivas de crecimiento estructural del sector, junto con el hecho de que el número de empresas que operan a gran escala es relativamente limitado”, finaliza.

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