El Kindle Scribe brilla por su escritura que se asemeja al de una hoja de papel y cuenta con todo lo que hace grande a los libros electrónicos de Amazon, pero tiene un par de cosas que no me convencen

Kindle Scribe
  • El Kindle Scribe es un dispositivo que destaca por una pantalla exquisita a la que suma una escritura deliciosa que se asemeja al de una hoja de papel de calidad y una batería infinita. 
  • Tiene algunas cosas que no me han convencido, como su diseño —cuestión de gustos, claro está— así como algunas imperfecciones de software al usar el lápiz óptico, pero es un dispositivo sobresaliente. 

Está claro que uno de los productos estrella de Amazon es el Kindle. 

Buena prueba de ello son la gran cantidad de eReaders que han sacado en los últimos años, cada cual más refinado que el anterior. Solo hay que echar un ojo a la revisión del Kindle 2022 para darse cuenta de que siguen apostando muy fuerte por este mercado

Tanto es así que han querido experimentar con el Kindle Scribe, un eReader que combina lectura con escritura como si fuese papel, con el que buscan sumar usuarios que busquen la excelencia en lectura digital, pero quieran algo más. 

He tenido la oportunidad de probar el dispositivo durante unas semanas y tengo claro que la apuesta de Amazon es fabulosa, aunque también es cierto que va destinado a un público muy concreto

Al final para leer o para tomar notas con un lápiz óptico puede valer una tablet cualquiera e incluso aporta más funciones, por lo que un producto de estas características es un movimiento que puede considerarse algo arriesgado. 

En mi opinión, tras 3 semanas con el Kindle Scribe, tengo claro que han acertado de lleno y encontrarán público potencial gracias a una pantalla absolutamente exquisita a la que suma una escritura deliciosa que se asemeja al de una hoja de papel de calidad y una batería infinita. 

Eso sí, tiene algún punto que no me ha terminado de convencer del todo

¿Su precio? 369,99 euros. ¿Merece la pena? Sigue leyendo para descubrir si es para ti. 

Diseño ligero, liviano, con una construcción impecable, pero que a mí personalmente se me ha hecho algo grande, aunque es comprensible por el concepto del dispositivo. 

Kindle Scribe

El diseño del Kindle Scribe apuesta por una construcción y ligereza impecable

Tiene un tamaño de 196x230x5,8mm y un peso de 433 gramos que sienta genial en mano y eso a pesar de sus dimensiones. 

En mi caso es cierto que se me ha hecho algo grande, pero entiendo la decisión de Amazon. Al final actúa también como un cuaderno en el que tomar notas y un tamaño más pequeño hubiese afectado a la experiencia. 

Quitando este pequeño inconveniente —es una cuestión de gustos, insisto— el resto del dispositivo brilla con luz propia. 

Diseño ultrafino sin marcos al que suma un agarre fantástico que consigue gracias a un borde más pronunciado para descansar el pulgar y que así sea más cómodo de manipular cuando estás escribiendo y que le da un toque con mucha personalidad. 

Una pantalla exquisita que logra una experiencia de lectura sublime.

Kindle Scribe

Lo mejor del dispositivo es, sin lugar a dudas, su pantalla. Un panel Paperwhite de 10,2 pulgadas con 300ppp en el que es una absoluta delicia leer cualquier cosa. 

Un nivel de contraste exquisito, buenísima definición en todo tipo de escenarios, un brillo automático de nivel —con 35 LED y sin reflejos de ningún tipo— y un ajuste que te permitirá cambiar la calidez de la pantalla son sus principales puntos fuertes y lo cierto es que rallan a un nivel simplemente increíble, como es habitual en los eReaders de Amazon. 

A todo esto suma la ya excelente experiencia de usuario que se mantiene inalterable desde hace años. 

Una página principal en donde destacan tus libros o cuadernos recientes y los clásicos controles para navegar por el dispositivo: los toques en cada lado para pasar página atrás o adelante en la izquierda o la derecha del dispositivo, la presión en el panel para subrayar elementos que quieres guardar, el toque en la parte superior para los accesos rápidos... 

Sigue siendo realmente intuitivo y si vienes de nuevas, tranquilo: hay un extenso tutorial cuando lo inicias por primera vez —así como la configuración inicial, que es sencillísima— que te ofrece todas las interacciones posibles que tienes a tu alcance para que no te pierdas nada. 

Una experiencia de escritura deliciosa que se asemeja a escribir sobre una hoja de papel de calidad, aunque falta limar algunas asperezas de software. 

Kindle Scribe

El punto más llamativo del conjunto es sin duda el lápiz óptico que viene en el paquete y que convierte el dispositivo en una especie de cuaderno digital que imita el papel y lo hace de una manera sublime. 

La sensación es prácticamente la de escribir sobre un papel de calidad —sonido incluido que sale desde el lápiz— y la experiencia de escritura o dibujo está realmente lograda.

A esto suma un montón de plantillas de todo tipo para que elijas la que más te guste: como un cuaderno de líneas, puntitos, hoja en blanco o incluso diseños que se asemejan a una agenda o similares. 

Ahora bien, cuenta con un par de asperezas de software que empañan un poco la experiencia. Por suerte, es algo que se puede solucionar con una actualización, así que no es tan grave, pero toca recalcarlo. 

En algunos casos, cuando escribes en la parte superior y apoyas la palma de la mano, en ocasiones se abre el menú de configuración y toca cerrarlo. En otros, cambia el tipo de pincel sin venir a cuento y tienes que cambiarlo, por lo que toca borrar el error. 

Kindle Scribe

Son pequeñas minucias, pero lo alejan de la excelencia.

En cuanto al lápiz óptico, existen 2 modelos. El básico, y uno más premium que añade funciones extra y que puedes comprar por separado, que es el que he tenido la oportunidad de probar.

Un botón superior que actúa como borrador —toca presionar un poco en la pantalla— y un botón en la parte inferior en el que establecer determinados accesos rápidos. 

Y lo cierto es que la experiencia es francamente buena. También es cierto que mi modo incorrecto de coger un lápiz provocaba que tocase el botón de acceso rápido ubicado en la parte inferior de vez en cuando por accidente, pero esto es una cosa totalmente mía.

Lo que sí que echo en falta es más tipos de pinceles, grosor o modos de escritura. Todo se restringe al lápiz estándar y otro que hace las funciones de subrayador. De nuevo, es algo que se puede actualizar con una nueva versión de software, pero es importante recalcar que las opciones, al menos de momento, son algo escasas. 

Memoria interna que va hasta los 64GB, conexión USB-C, wifi, bluetooth o funciones francamente útiles para pasar documentos del ordenador al móvil son solo algunas de sus cualidades de calidad de vida. 

Kindle Scribe

En cuanto a la capacidad, el Kindle Scribe empieza por la versión básica de 16GB que tiene un precio de 369,99 euros y sube hasta los 419 euros por el de 64GB —que puede crecer hasta los 449 con el lápiz premium.

En este sentido, creo que la de 16GB se puede quedar algo corta, simplemente porque no es solo para meter libros, sino que también vas a crear notas o apuntes rápidos de todo tipo.

Por lo demás, viene con USB-C, como no podía ser de otra manera, conexión wifi, bluetooth y una función llamada Enviar a Kindle que es francamente útil. 

Te permite importar documentos personales desde el ordenador o móvil al Kindle Scribe y escribir directamente sobre la página en cualquier PDF. Asimismo, puedes importar documentos de Word y páginas web y otros formatos de archivo, ajustar su fuente y el formato y crear notas escritas a mano en ellos.

Y por último, destacar resistencia al agua IPX8 por lo que puedes meterlo en el agua sin problema. Eso sí, ojo con el uso en la playa, piscina o el polvo. 

Una autonomía colosal: podrás olvidarte del cargador durante semanas. 

Kindle Scribe

En cuanto a la autonomía, simplemente soberbia. Lo recibí un 64% y en 3 semanas con un uso medio de unas 2 o 3 horas al día con el brillo automático activado y haciendo uso de la calidez en función de la hora del día, me ha bajado a un 39%.

Es decir, batería para rato. 

Eso sí, esto se consigue sobre todo con el wifi desactivado —yo siempre lo tengo en modo avión, excepto cuando voy a comprar un libro. 

El tiempo de carga, eso sí, es algo bajo: 7 horas para lograr el 100% conectado a un ordenador, cifra que baja a las 2 horas con un cargador de 9W que, eso sí, debes comprar por separado. 

El Kindle Scribe es perfecto para ti si buscas pantalla de nivel para leer y además quieres utilizarlo como cuaderno para tomar notas, aunque creo que tiene un público muy concreto y no es para todo el mundo. 

Kindle Scribe

El Kindle Scribe me ha parecido un dispositivo sensacional y cumple de lleno en todo lo que se propone. 

Tiene una pantalla que es una absoluta delicia, una batería titánica que va a conseguir que te olvides del cargador durante semanas y además ofrece una experiencia muy parecida a tomar notas en un cuaderno gracias a la sensación que consigue trasladar el lápiz óptico de estar escribiendo sobre una hoja de papel de calidad

Sí, es posible que este tipo de opciones las ofrezca una tablet por menos dinero e incluso menos precio, pero también es cierto que la experiencia de lectura jamás será la misma y la de escritura está tan lograda en el Kindle Scribe que consigue que te olvides de cualquier posible rival. 

Es decir, si buscas pantalla de eReader de alta calidad a la que sumar características realmente interesantes como la capacidad de convertirlo en un cuaderno, te aseguro que no te va a decepcionar. 

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