La directora del FMI explica sus 2 principales temores sobre la economía global y cómo podrían provocar una nueva crisis de deuda

La directora gerente del FMI, Christine Lagarde.
La directora gerente del FMI, Christine Lagarde.
  • La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, ha asegurado que está "doblemente preocupada" por el nivel global de deuda.
  • En una entrevista este pasado lunes en el evento Milken Institute Global Conference, Lagarde ha explicado por qué los niveles excesivos de deuda abocan a la economía mundial a una nueva crisis.
  • Además, ha advertido que ni los países desarrollados ni los emergentes están debidamente preparados para este escenario.
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A pesar de todas las advertencias sobre una recesión inminente, no es este tema el que le quita el sueño a Christine Lagarde.

Uno de los motivos por los que esta perspectiva no le preocupa es por el fuerte crecimiento de la economía de los Estados Unidos en el primer trimestre, según ha explicado la directora gerente del Fondo Monetario Internacional este lunes en el evento Milken Institute Global Conference.

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Sin embargo, lo que sí le causa preocupación es la gran acumulación de deuda a nivel global y cómo se devolverá. En EE.UU., la deuda no financiera equivalía al 73% del PIB a finales del año pasado, acercándose a los máximos que marcó antes de la crisis financiera, según el Instituto de Finanzas Internacionales.

"Estoy doblemente preocupada", ha afirmado Lagarde durante la entrevista, añadiendo que "esta deuda excesiva pesará sobre nosotros y se convertirá en un problema".

Primera preocupación: el alcance de la Teoría Monetaria Moderna

La primera preocupación que Lagarde ha descrito se relaciona con una teoría económica que se ha hecho popular recientemente y que está motivada por el largo periodo de bajos tipos de interés desde la Gran Recesión. Esto ha motivado que la gente crea que los gobiernos pueden garantizar su futuro crecimiento pidiendo préstamos, ha afirmado.

Lagarde se refiere a la Teoría Monetaria Moderna, que defiende que el déficit no es tan importante como nos han hecho creer, que las grandes economías como la estadounidense pueden pedir préstamos con pocas restricciones y que podrán pagar su deuda emitiendo más volumen de su propia moneda. Esta teoría ha sido defendida por políticos estadounidenses de izquierda como la congresista neoyorquina Alexandria Ocasio-Cortez.

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"A pesar de que podría darse algún elemento de esta teoría en EE.UU., no se dan todos los criterios para que sea aceptable y sostenible", ha destacado Lagarde.

En una entrevista previa en abril, Lagarde aseguró que la Teoría Monetaria Moderna no era la solución para la ralentización del crecimiento de la economía global, pero puede ser útil en una situación de crisis para combatir la deflación. Añadió que ningún país estaba en posición de crear valor mediante esta teoría de forma sostenible.

Otros críticos han señalado que dado que las políticas vinculadas a la Teoría Monetaria Moderna están ligadas a la preeminencia del dólar como divisa de reserva, los acontecimientos futuros que pongan ese estatus en duda podrían revertir las ganancias que se consigan aplicándolas.

Segunda preocupación: el nivel de deuda de los países en desarrollo

Su segunda preocupación, que está menos vinculada a autoridades monetarias como las de EE.UU., se refiere al nivel de endeudamiento de los países con bajo nivel de ingresos.

"Hay un 40% de países con bajos ingresos que tienen niveles de riesgo de deuda o que están cerca de esos niveles", ha afirmado Lagarde, refiriéndose a los indicadores del FMI para un país que tiene dificultades para cumplir sus obligaciones crediticias.

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"En sí mismo no es una gran cantidad porque estamos hablando de pequeños PIB. Pero estamos hablando de una gran cantidad de personas".

Las consecuencias de las crisis de deuda en países de ese tipo no serán solo macroeconómicas, ha destacado Lagarde. Por ejemplo, el peligro financiero llevaría a la gente a buscar fortuna en otros lugares, incluso aunque EE.UU., Alemania y otros países estén buscando la forma de adaptarse a la llegada de inmigrantes.

"Significa mucho desorden, mucha miseria y creo que todos deberíamos estar preocupados por eso", ha asegurado Lagarde.

Este artículo fue publicado originalmente en BI Prime.

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