La curiosa y útil razón por la que las latas de conserva tienen anillos en el envase

Desde que las conservas incluían instrucciones del tipo: "para abrir las latas córtese alrededor de la parte superior con escoplo y martillo"hasta las anillas abre-fácil mucho tiempo ha pasado.

La lata de conservas fue patentada en 1810, dando origen con ello a la alimentación industrial. Primeramente este envasado de alimentos fue destinado a suministrar comida para la Armada Británica. 

Con el tiempo las ventajas a la hora de mantener y transportar alimentos que ofrece este envase metálico fueron abriéndose camino hasta conquistar hogares y supermercados.

La lata en comparación con el cristal era fácil de transportar, menos frágil y pesado. Además llevaba el extra de que se podía decorar, lo que hizo las delicias de los comerciantes pues podían favorecer la diferenciación y con ello la venta.

Pero si bien en cuanto a lo que ofrece no ha cambiado mucho —un envase económico, cómodo y que además favorece la durabilidad de un alimento—. No se puede decir lo mismo del cómo lo ofrece.

La comida enlatada te permite almacenar alimentos en tu despensa durante mucho tiempo. Y si sabes cómo escogerlos incluso pueden ser una opción sana con la que complementar tus platos.

Pero lograr esto sin riesgos no es tan sencillo. Lo que ha llevado a que a lo largo de sus siglos de historia, el diseño para conservas haya cambiado ampliamente.

Primeramente fueron de hojalata, con una superficie plana que debía de abrirse con una herramienta capaz de agujerearla y eran selladas con plomo, altamente tóxico.

Ahora nada de eso. La lata ha aligerado su peso, se inventó el abre-fácil y hay un elemento característico de todas: las anillas que surcan su lateral.

Por qué las latas de conservas llevan anillos en su lateral

Puede que parezca un mero adorno, pero en realidad estos anillos que rodean la lata juegan un rol importante en las propiedades mecánicas del envase.

Y es que para contener las conservas, los recipientes deben presentar una fuerza y robustez tal que permita su manipulación, llenado, procesado, almacenamiento y distribución sin sufrir daños.

Como explican desde Curiosidad Alimentaria, "un punto crítico" de este procedimiento es el proceso de esterilización, donde se busca destruir los microorganismos con el objetivo de aumentar el tiempo de consumo del alimento.

Sin embargo, "este proceso también expone a las latas a condiciones que pueden llevar a su colapso". 

Durante el proceso de esterilización se genera un aumento de la presión interna, actuando sobre el envase. Este compensa dicho incremento "con un aumento de la presión interna en el envase (el producto que contiene se dilata por el calor recibido durante el tratamiento térmico)", aclaran.

Si hay diferencias entre estas presiones puede ocurrir un “colapso” de la lata. Para evitarlo el diseño del  debe presentar las condiciones mecánicas adecuadas para no verse afectado por ello. 

Para equilibrar esta diferencia de presión se realizan las curvas del lateral. Es decir, que los anillos del envase permiten que este se expanda y comprima absorbiendo las diferencias de presión.

La tapa y el fondo también suelen contar con este anillado, que de la misma manera sirve para otorgar resistencia ante la deformación. "Al estar sometidos a alta presión estos anillos se curvan hacia el exterior y al bajar nuevamente la presión vuelven a su posición original".