El fondo de Telefónica y KFund o la última operación de Kibo muestran la madurez del sector del capital riesgo español y dan una llamada de atención a otras grandes corporaciones

Invertir en proyectos, crecimiento.

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  • Leadwind, el fondo de inversión de hasta 250 millones anunciado por Telefónica y K Fund, o la operación de secundario de Kibo Ventures han sacudido al capital riesgo español.
  • Inversores y analistas consultados por Business Insider España consideran que estas operaciones muestran la progresión del ecosistema y que no serán las únicas.
  • "Que tomen nota otras corporaciones, en lugar de crear mini vehículos confiar en gestoras independientes que saben de verdad de startups", apunta Carlos Blanco, presidente de Encomenda Smart Capital.
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El sector del capital riesgo español ha vivido una semana agitada.

En 7 días se han concentrado dos operaciones poco habituales hasta el momento: el surgimiento de un fondo con el objetivo de captar 250 millones de euros entre una gran compañía como Telefónica y una gestora como K Fund, y una operación de venta secundaria de un parte de una cartera como la de Kibo Ventures a la estadounidense HarbourVest.

Dos operaciones que, por poco habituales, pueden dar a entender que el sector está dando un paso más hacia la madurez, con fondos que tengan la capacidad para invertir en fases más avanzadas del crecimiento de las compañías. Que está pasando "de la adolescencia a la mayoría de edad", en palabras de Carlos Blanco, presidente de Encomenda Smart Capital. 

"Aunque nos queda mucho todavía", advierte el inversor en conversación con Business Insider España, que considera que estos son solo dos ejemplos del buen hacer de los fondos españoles, que están dando "inmensos resultados a sus inversores". "Se preveía que fueran a surgir fondos así, pero si me hubieras hecho apostar habría apostado por Seaya o Nauta", reconoce el inversor.

La llegada de un fondo de este tamaño cubre un hueco del acompañamiento a empresas emergentes que hasta el momento el capital riesgo nacional no podían acompañar en rondas de financiación a partir de cantidades elevadas, al ser vehículos de menor tamaño. 

"Los fondos en España han crecido mucho en los últimos diez años. Entonces eran de 30 ó 40 millones, ahora son de más de 100, este podría llegar a 250, que si lo consiguen sería uno de los grandes, si no el más grande. Aunque todavía no estamos en tamaños suficientes para series C y D, que hay muy pocas en España", analiza David Miranda, socio del despacho legal Osborne Clarke y asesor de muchas rondas de financiación de startups españolas.

Por este motivo, buena parte de las operaciones de esta primera mitad de año 2021 —récord con 2.200 millones de euros en rondas de financiación para el sector tecnológico español— han tenido como socios a fondos internacionales, como en los casos de Glovo (Lugard Road Capital y Luxor Capital Group), Wallapop (Korelya y Naver) o Jobandtalent  (Infravía y Softbank).

La última de esa lista ha sido la startup de recursos humanos Factorial HR, que ha cerrado una serie B de 80 millones de dólares (casi 70 millones de euros), liderada por Tiger Global, uno de los más activos en el entorno europeo.

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"El ecosistema español es muy reactivo en primeras inversiones, tenemos una buena comunidad de business angels, ese primer acompañamiento se hace bien (...) Pero lo que ocurre es que has regado el huerto, pero cuando ha crecido no puedes recoger los frutos. Como mi fondo no puede sobreexponerse en una participada, se me escapa", apunta Mario Teijeiro, director de StartmeUP, la plataforma de la consultora Deloitte para proyectos innovadores. 

En algunos casos, fondos españoles han llegado a "hermanarse" en palabras de Teijeiro, para mantener su presencia en algunas compañías, pero en grandes rondas no tienen capacidad de competir.

No obstante, que las startups españolas tengan que llamar a la puerta de fondos internacionales para recaudar dinero no es algo negativo, recuerda Alberto Gómez, vicepresidente de la Asociación Española de Capital, Crecimiento e Inversión (Ascri) y socio director del fondo Adara Ventures.

"No es algo malo, al contrario, es un buen ejercicio, hay muchas empresas que para escalar tienen que aprender a vender fuera de su origen. Si una empresa quiere tener una propuesta globalizable debería ser capaz de encontrar un fondo de fuera", apunta Gómez a Business Insider España.

Coincide con él Joe Haslam, director ejecutivo del Owners Scaleup Program de la escuela de negocios madrileña IE Business School. "El problema no es que no haya dinero, España está llena de dinero", opina. "Quienes levantan fondos fuera prefieren en Silicon Valley o en Londres porque quieren tener otro tipo de inversor, piensan que pueden abrir mercados fuera de España y quieren tener un aspecto más internacional", señala.

Un gran fondo con apuesta tecnológica

Equipo de K Fund

K Fund

Otra de las claves de este fondo, bautizado como Leadwind, es el sector en el que pretende invertir: buscará compañías tecnológicas en varios sectores con modelos de negocio basados en inteligencia artificial, conectividad 5G, computación en la nube, internet de las cosas, blockchain y analítica de datos.

Invertir en sectores muy tecnológicos requiere dinero y tiempo, apunta Haslam. "En deep tech necesitas estar mucho tiempo antes de conseguir tu primer cliente. Para esto es necesario tener otro tipo de fondo, porque esto no es yo te doy 500.000 euros y vienes con un par de clientes. Este tipo de empresas necesitan un fondo más grande, porque los primeros resultados llegan en 5 años", opina.

Al tiempo se une que una gran corporación como Telefónica decida, en lugar de hacer la gestión de ese fondo por sus propios medios, confiar en una gestora externa como K Fund —que acaba de fichar al que hasta hace poco fue el director de Emprendimiento de la teleco, Miguel Arias— para poner en marcha una estrategia de inversión fuerte.

K Fund lanza junto a Telefónica el fondo Leadwind, con el que aspiran a captar hasta 250 millones de euros para invertir en startups en crecimiento

Para el inversor Carlos Blanco, otras compañías deberían tomar nota de este movimiento y ser ambiciosas, confiando para ello en inversores expertos.

"Mientras en otros países fondos de pensiones y grandes corporaciones invierten en startups, en España no. Tienen que tomar nota otras corporaciones, que en lugar de crear mini vehículos con más fracaso que acierto, confiar en gestoras independientes que saben de verdad de startups", reclama el inversor, que recuerda que cuando la teleco española creó su ecosistema de innovación (Wayra), otras grandes empresas crearon sus aceleradoras.

"Yo creo que esto es el inicio de una corriente, igual que en su momento hubo un inicio de los capital riesgo corporativos liderado por Repsol, con su fondo de 85 millones, ahí le ha seguido el resto, con estructuras de capital riesgo corporativo", apunta Teijeiro, que recuerda también el caso de Seaya Ventures con el fondo franco-chino Cathay Innovation.

Para el ejecutivo de StartmeUP (Deloitte) esta iniciativa no va a ser una excepción. "Va a pasar más, hay varios movimientos en fondos españoles similares a lo de Telefónica y K Fund. En un mes va a ocurrir", anticipa.

Además, este fondo tendrá un efecto añadido, que al coincidir con una movilización de recursos importante por parte pública, con el fondo de fondos Next Tech que movilizará 2.000 millones de euros para igualar inversiones en tecnología de actores privados, podría ayudar a retener talento tecnológico.

"Este fondo pretende invertir en scaleups, compañías en fase de madurez que habitualmente van a fondos internacionales (...) Esto supone retener las empresas españolas, porque si se mete una internacional te puede exigir que la sede se establezca en su país", añade Teijeiro.

El desarrollo del mercado secundario

Equipo de la gestora española Kibo Ventures
Equipo de la gestora española Kibo Ventures

Kibo Ventures

En esta agitada semana, otra gestora, Kibo Ventures, ha presentado una operación poco habitual: la venta de una parte de un portfolio, lo que quedaba de su primer fondo, a la compañía estadounidense HarbourVest, para dar lugar a un segundo vehículo que seguirá gestionando Kibo, con participaciones en empresas como Flywire, Jobandtalent o Carto.

"Lo hacemos porque pensamos que estas compañías tienen mucho recorrido y estamos encantados con ellas. Los inversores se van con dinero y las participadas no pierden un accionista", detalló a Business Insider España Aquilino Peña, cofundador y socio director de Kibo.

Kibo Ventures vende el portfolio de su primer fondo a HarbourVest, que lanzará un nuevo fondo con participaciones en Flywire, Jobandtalent o Carto

Esta operación se produce tras haber revalorizado la cartera con un múltiplo del 3,5, algo que está "muy bien para un primer fondo", opina David Miranda, que considera que atraer a una compañía especializada en operaciones de secundario como HarbourVest es otro indicador de que las gestoras españolas van ganando nombre internacional.

"En España comparado con fondos en otros países no hay un número excesivo de gestoras de venture capital, al menos conocidas, pero a medida que el tejido inversor crece, estoy convencido de que se verán más operaciones de este tipo, porque esto pasa en otros países, en EEUU y Europa, donde es habitual ver fondos de secundario que se dedican a comprar carteras de otras gestoras"; explica.

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Carlos Blanco ve en este movimiento otro ejemplo de que España va siguiendo los pasos de otras economías europeas. "En España no se había hecho hasta ahora, y es una muestra más es que el ecosistema empieza a hacer lo mismo a lo que ocurre en otros países. Si analizamos matemáticamente, estamos 5 ó 6 años por detrás de lo que ocurre en Francia, y 10 por detrás de Reino Unido".

"Es un símbolo de que nos acercamos a la normalidad, a pesar de tener unas leyes para inversores mucho peores que nuestros competidores", añade el presidente de Encomenda Smart Capital, en referencia al anteproyecto de ley de startups, desvelado en julio y que generó no pocas críticas del sector, y que el Gobierno quiere poner en el trámite legislativo antes de final de año.

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