Lecciones de la burbuja tecnológica: mantente ágil y nunca te duermas en los laureles

Asia Martin
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Las valoraciones de la mayoría de las grandes empresas tecnológicas eran altas, y ahora ya no lo son.
Las valoraciones de la mayoría de las grandes empresas tecnológicas eran altas, y ahora ya no lo son.
  • La burbuja pandémica de la tecnología ha estallado por fin, como demuestran los despidos y la caída de los precios de las acciones.
  • En todas las épocas anteriores de auge y caída de la tecnología ha habido ganadores y perdedores.
  • Los que sobrevivieron fueron los que se mantuvieron ágiles, se centraron en la innovación y se aseguraron.
Análisis Faldón

Últimamente, hay mucho ruido en el sector tecnológico. Los debates sobre el "trabajo ficticio", los despidos masivos y el retroceso de los lujosos beneficios para los empleados han planteado una pregunta unificadora: ¿se ha acabado la edad de oro de la tecnología de Silicon Valley? 

Llámalo desaceleración o corrección del mercado. Sea como sea, una cosa es cierta: las valoraciones de la mayoría de las grandes empresas tecnológicas eran altas, y ahora ya no lo son. Los inversores han hablado y el sector tecnológico ha entrado en una mala racha. Tras más de una década en la que la música parecía no parar nunca en Silicon Valley, ahora suena la última canción de la noche.

La cuestión es que la industria tecnológica ha estado en esta situación antes, y es probable que vuelva a estarlo. Aunque empresas como Meta y Google han pasado por momentos difíciles, no hay razón para no creer que se recuperarán. Según los expertos, puede que incluso salgan reforzadas gracias a esta experiencia.

"Los fundamentales son sólidos, quizá esto nos recuerde que la austeridad es importante", afirma Vijay Govindarajan, profesor de la escuela de negocios Tuck del Dartmouth College.

Pero mientras el resto del mundo contempla boquiabierto el estado actual de la tecnología, los expertos apuntan que hay lecciones que aprender de los ganadores y perdedores de los anteriores auges y caídas. 

Silicon Valley Bank crisis

Cada crisis de la tecnología tiene una lección que enseñar

Los orígenes de la gran tecnología actual se remontan a la década de 1960, cuando los ordenadores dejaron de ser algo utilizado principalmente en los sectores gubernamental y académico para convertirse en algo que se abriría camino en el lugar de trabajo y, más tarde, en los hogares. 

Empresas como IBM, Intel y Hewlett-Packard vieron aumentar su fortuna, mientras Wall Street empezaba a enamorarse de los valores tecnológicos, explica a Business Insider Margaret O'Mara, historiadora estadounidense y profesora de la Universidad de Washington.

Pero cuando el Gobierno de EEUU empezó a reducir su gasto en tecnología en medio de la recesión económica de la década de 1970, el suelo de Silicon Valley se derrumbó. Fue necesaria la revolución de los ordenadores personales, que alcanzó su punto álgido en la década de 1980, para que el sector tecnológico volviera a ser del agrado de los inversores. 

Ese auge duró hasta la llegada de Internet en la década de 1990, justo hasta la tristemente célebre caída de las puntocom en el año 2000, cuando el mercado se volvió contra las startups de Internet cuyo capital de inversión no se correspondía con su potencial de beneficios. El Nasdaq cayó un 39% y muchas empresas quebraron. Google, Amazon, eBay, Priceline (ahora Booking.com) y lo que queda de Yahoo son algunos de los supervivientes de aquella crisis.

El historiador del sector tecnológico Micheal Malone señala a Business Insider que las empresas que triunfaron sacaron una importante lección de este difícil periodo: un solo producto no iba a mantenerlas relevantes ni a flote. 

La tecnología de la información evolucionaba demasiado rápido como para que una sola idea, por buena que fuera, pudiera sacar adelante a una empresa. Apple sacudió el negocio de los ordenadores personales con la introducción del iPhone y el iPod, ya descatalogado. Y Microsoft adquirió empresas de Internet que podían ayudarle a crear su negocio de software para Internet.

"No puedes tener un producto atractivo, hacerte rico y marcharte. Hay que crear productos de seguimiento", afirma Malone.

Otros sugieren que la verdadera lección es el peligro de lo que puede ocurrir cuando los inversores se involucran en tecnologías que aún no están maduras.

"Si te lanzas a una tecnología disruptiva, puedes perder mucho dinero porque nadie sabe lo suficiente sobre ella", afirma Vijay Govindarajan, profesor de la Escuela de Negocios Tuck del Dartmouth College.

He escuchado un montón de podcasts para ver qué aprendía sobre tecnología.

Mantenerse ágil es una lección importante, tanto como asegurarse de que los cimientos son sólidos

Las cosas tardaron años en cambiar, y la gran recesión de 2008 ralentizó la recuperación.

Cuando por fin los inversores volvieron a interesarse por la tecnología, Malone explica que el nuevo tema era la escalabilidad: "Había que entender los mercados, las tendencias cambiantes, y si tienes esas cosas, ¿puedes hacer crecer esa empresa 10 veces cada año?".

Las startups se dirigieron a los usuarios en busca de ayuda, en lugar de asumir la costosa tarea de escalar por sí mismas. Empresas de la llamada Web 2.0 como Wikipedia, Facebook, Flickr (ahora parte de SmugMug) y Twitter se basaron en contenidos generados por los usuarios, en lugar de crearlos por sí mismas. 

"Facebook no podría haber creado 1.000 millones de páginas web para la gente. Dejaron que la gente las creara por sí misma. Eso es escalabilidad", explica Malone a Business Insider.

 

Ese tema llevó a las empresas hasta la primera parte de la década de 2020. Pero ahora está surgiendo algo nuevo. Aunque las rondas de despidos y la caída de los precios de las acciones han sido dolorosas, Malone cree que están aportando un nuevo enfoque a las lecciones de ser "financieramente sólidos" y tener fuertes "apuntalamientos estructurales".

Para el Dr. Govindarajan, el tema es la austeridad, y afirma a Bussiness Insider que la tecnología "ya no puede permitirse despilfarrar". Wall Street y la tecnología apuestan porque el próximo boom venga de ChatGPT o el metaverso. Pero en este entorno, serán los que pensaron con antelación y se aseguraron de gastar su dinero sabiamente. 

"Dentro de 10 años, habrá jugadores que habrán ganado dinero. Otros habrán perdido", afirma Govindarajan. "Y esa es la naturaleza de la industria tecnológica".

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