Lenguaje corporal: una forma de comunicación capaz de descifrar a las personas

Hablar supone algo más que usar palabras. El lenguaje corporal que las acompaña juega un papel muy importante a la hora de comunicar. En ocasiones puede ayudar a afirmar aquello que se está diciendo. En otras puede delatar segundas intenciones que se han querido esconder. 

El lenguaje corporal es un tipo de comunicación no verbal que utiliza gestos capaces de transmitir una información a otra persona. La expresión, la postura corporal, los movimientos del cuerpo son factores importantes para saber qué hay detrás de alguien.

Es necesario seguir avanzando en este campo que se utiliza mucho en psicología, en el sistema judicial, así como en el tratamiento del estrés postraumático. Empleados de determinados puestos de trabajo reciben formación en lenguaje corporal para poder hacer correctamente su labor.

Según Lilian Glass, experta en comunicación y analista del comportamiento, "el cuerpo no miente, a menos que seamos especialistas en ello". Las personas expresan a través del cuerpo lo que sienten ya que las emociones están conectadas directamente con ciertas expresiones corporales. El 90% de lo que se transmite en una conversación no son palabras. 

Estos 9 gestos de lenguaje corporal arruinarán cualquier conversación, según los expertos

La parte del cerebro que regula las respuestas fisiológicas ante determinados estímulos es el sistema límbico. Con el tiempo ha evolucionado para que el ser humano pudiera reaccionar ante el peligro. Es un método que funciona por defecto actuando en la forma en la que se mueve el cuerpo.

Algunos gestos pueden fingirse pero otros aparecen sin que uno se de cuenta. Un dato interesante analizado por Joe Navarro, antiguo agente del FBI, es que los pies no están sujetos a estas convicciones.

Los gestos no solo sirven para comunicar algo. Es una forma que tiene el cuerpo de expresar lo que ocurre en la mente. Por ello es tan difícil ocultar algunas emociones. Fingir una emoción es difícil pero más lo es intentar no expresar algo que sí se siente.

La cultura, el contexto en el que se produce una conversación, el estado de ánimo y las diferencias psicológicas, son algunos factores que pueden influir en el lenguaje corporal sin que uno pueda evitarlo.