Cómo están cambiando los jóvenes el consumo de alcohol y la oferta en los bares, según expertos

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Generación Z bebiendo en un bar

La relación entre los jóvenes y el alcohol en las series es turbulenta. En Sex Education (Netflix, 2019), el bueno de Otis provoca un escándalo cuando, borracho y enajenado, se lanza a despotricar contra sus exnovias. Por su parte, tanto en Élite (Netflix, 2018) como en Euphoria (HBO, 2019), los jóvenes no disfrutan de tomar unas copas los fines de semana, sino que beben hasta destrozarse. 

Es curioso cómo en el mundo real sucede todo lo contrario. Al tiempo que las series de adolescentes se vuelven más cruentas, la mayoría de los jóvenes de la generación Z se desliga de la ficción y escoge el camino de la moderación. 

Así lo recoge un estudio reciente a 500 británicos de diferentes edades de la empresa de investigación de mercados KAM, que afirma que el 65% de los jóvenes de entre 18 y 24 años prefiere limitar su consumo de alcohol bebiendo solo en ocasiones especiales.

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No solo ingieren menos cantidad de alcohol en cada salida, sino que afirman consumir alcohol en 2 de cada 3 visitas a un pub o restaurante y refrescos o cócteles sin alcohol en 1 de cada 3 salidas.

Qué opinan los jóvenes

Business Insider ha conversado con algunos jóvenes de la generación Z (de 18 a 24 años) sobre esta tendencia hacia la moderación. 

“Yo bebo ocasionalmente y de una manera social, no bebo diariamente. Primero, porque no me gusta el sabor del alcohol o porque tengo opciones que me gustan más y segundo, por salud. Porque sé lo malo que es a largo plazo y me gusta cuidarme. Antes que beberme una cerveza me gusta más beberme una Coca-Cola o un zumo”, explica Pablo, un joven entrenador de 24 años.

Reconoce que bebe menos que hace algunos años y considera que es una tendencia. "La gente cuando bebe creo que es de fiesta. Ya se ha superado esa idea de que se tenga que beber siempre vino con la comida o, que si estás en casa, te echas una copa de coñac”.

"Yo hago deporte mínimo 3 veces por semana y además intento llevar una dieta equilibrada”, cuenta María, un publicista de 23 años que trabaja en Madrid. “Por lo general, no suelo beber mucho, no me gusta demasiado el alcohol", y afirma que solo lo hace en ocasiones especiales.

Beatriz es una diseñadora gráfica de 24 años y cuenta que ella tiene un consumo de alcohol estándar y que no ha variado a lo largo de los años. Ella se cuida pero no está dispuesta a renunciar a las cervezas con amigos. “Como fruta y verdura, bebo dos litros de agua, voy al gimnasio tres veces por semana, y si tengo tiempo también salgo a correr”.

Según cuenta Pablo, a él le impactan muchísimo las imágenes que circulan en las redes sociales de famosos ajados por un consumo excesivo de alcohol, como la que protagonizó la modelo e icono millennial Cara Delevigne hace unas semanas en el Reino Unido. 

Y no solo de famosos. Las imágenes de los amigos en estado de embriaguez circulan con frecuencia por los grupos de WhatsApp. Esto preocupa a muchos, que prefieren reducir su consumo de alcohol para evitar así convertirse en el objeto de chanzas de sus compañeros. 

"Sober-curious", el término que designa a los jóvenes que optan por beber menos

Para indagar en por qué los jóvenes consumen menos alcohol que la generaciones precedentes, basta merodear por su red social favorita, TikTok, donde existen decenas de vídeos de influencers aconsejando un consumo moderado de alcohol bajo el hashtag  #sobercurious (que se traduce al español como "abstemio curioso").

También se ha acuñado el término No-Lo, que hace referencia a los términos en inglés No alcohol y Low alcohol, es decir, bebidas con nada o baja graduación. 

Los vídeos relacionados con estos términos muestran a influencers preparando cócteles a base de zumos de frutas, pero también promocionando el alcohol en otros formatos como caramelos o bebidas más suaves.

Qué dice la industria 

Las protagonistas de 'Sexo en Nueva York' tomando un Cosmopolitan.
Las protagonistas de 'Sexo en Nueva York' tomando un Cosmopolitan.

HBO

El experto en publicidad y profesor de la escuela ESIC y director creativo de Sinaia Marketing, Paco Lorente, señala que las marcas ya se encuentran "buscando a ese consumidor joven que se decanta por bebidas mas suaves y con menos calorías". 

Y por ello ofertan nuevas bebidas, whisky o ginebra empaquetados en botellas de colores, con sabores tropicales y una graduación alcohólica reducida. O cervezas de todo tipo, pero sin alcohol. 

La publicidad refleja fielmente esta tendencia con una mutación en el mensaje: ya no se vende estatus, sino experiencias, afirma Lorente. 

 "Para un baby boomer, beber una copa de whisky se asociaba con ser el macho alfa y tomarse un cosmopolitan, como en la serie Sexo en Nueva York, con la mujer alfa. Las marcas vendían estatus", explica Lorente. Hoy en día, sin embargo, venden "un estilo de vida, a algo más emocional, ese verano idílico en playas vacías, en lugares por descubrir", afirma el publicista.

Entran nuevos competidores en escena

La forma en la que los jóvenes perciben el ocio ha mutado, cambiando tanto la industria como la representación de las marcas en la publicidad. "El alcohol se ve como un elemento social y, hoy en día, podemos estar socializando cada uno de nuestras casas a través las redes sociales. Antes no, antes teníamos que quedar para ir al bar o a la disco y el alcohol era un acompañante".

 

Hoy en día existen otros acompañantes que ocupan espacio en los ambientes de ocio como "los vapeadores, que son elementos que acompañan a estas generaciones jóvenes", afirma Lorente, y agrega que "el alcohol hoy día tiene nuevos rivales".

Por otro lado, reconoce que "se sale más de día y por la tarde, algo que los jóvenes denominan 'el tardeo', y esto también modifica el consumo de alcohol", afirma el publicista.

Cada generación bebe menos que la anterior

Según un estudio de la investigadora de mercados Berenberg Research, publicado en 2018 y recogido por BusinessInsider, la generación Z bebe un 20% menos de lo que bebían los millennials a su misma edad.

Por su parte, el Observatorio Español de las Drogas y Adicciones publicó en un informe el año pasado que solo el 10% de los jóvenes de la generación Z bebe alcohol entre semana, mientras que entre los babyboomers esta cifra sube al 30%.

El estilo de vida, generación a generación, aboga por un consumo moderado de alcohol, no obstante, saber cómo responderá la siguiente generación, la Alfa, es aún una incógnita. Estos jóvenes de entre 14 y 17 años están a un paso de cumplir la mayoría de edad y de convertirse en el foco de las estrategias publicitarias.

Para Lorente, es posible que esta generación continúe con esta corriente de vida más saludable "pero también podría ocurrir que haya un repunte del consumo de alcohol, gracias a estas categorías de productos light más agradables al sabor y con menos calorías". 


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