Por qué la logística es uno de los mayores retos para Ikea, según su directora de Transformación

Mosiri Cabezas, directora de Desarrollo de Negocio y Transformación de Ikea en España
Mosiri Cabezas, directora de Desarrollo de Negocio y Transformación de Ikea en España
  • Los clientes demandan a las compañías que venden productos físicos la misma inmediatez y el mismo impacto en el medioambiente que a las empresas que venden intangibles, como Netflix o Spotify.
  • De ahí que empresas como Ikea afronten el desafío de revisar su modelo logístico, según cuenta Mosiri Cabezas, directora de Desarrollo de Negocio y Transformación de Ikea en España, en una entrevista con Business Insider España.
  • “Tenemos un reto brutal y es cómo reconfiguramos nuestra organización logística: cómo nos acercamos, cómo nos anticipamos, cómo gestionamos nuestro inventario de la manera más precisa posible para poder responder a las exigencias de nuestros clientes”, señala Cabezas, añadiendo el componente de un plazo corto pero sensato.
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Ikea revisa su modelo logístico. El principal reto del grupo de muebles sueco se encuentra en la distribución de productos físicos y en la entrega tratando de cumplir con esa inmediatez que exigen los clientes. Así lo confirma Mosiri Cabezas, directora de Desarrollo de Negocio y Transformación de Ikea en España, en una entrevista con Business Insider España. El desafío radica, por tanto, en repensar el modelo logístico.

Los últimos cuatro meses determinan, en cierta manera, esa visión de lo que quiere ser Ikea. El sector de la distribución de muebles no estaba digitalizado, igual que no lo estaba el de la alimentación. Durante el confinamiento, la demanda de pedidos por internet aumentó de forma exponencial y el canal telefónico se convirtió, de repente, en una gran ayuda porque los consumidores no podían ir a la tienda. Y toda esta coyuntura implicó un importante reto a nivel logístico para conectar con el cliente final

“Todos hemos estado expuestos a una situación complicada”, señala Cabezas en relación a las medidas para contener la pandemia. Y esto ha implicado que, en estos cuatro meses, cuando pedíamos algo online los consumidores estaban dispuestos a esperar un poco de tiempo, algo que no ocurría hasta entonces.

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Lo que la directivs de Ikea pone sobre la mesa es que los clientes demandan a las compañías que venden productos físicos la misma inmediatez y el mismo impacto en el medio ambiente que a las empresas que venden intangibles, como Netflix o Spotify. El negocio de la música, por ejemplo, "ha perdido su dimensión física de una forma bastante fácil, porque la música son ondas de por sí. Ya es intangible", reflexiona la ejecutiva sobre el modelo de distribución en este negocio. 

De los libros a la música, las películas o los videojuegos. Todos estos servicios no necesitaban un soporte físico. Esto unido a un cliente exigente que quiere todo al momento deriva en los modelos de plataformas de streaming

Sin embargo, a las empresas que distribuyen bienes físicos se les pide la misma capacidad de respuesta inmediata. “Eso es imposible”, apunta. Determinados productos son tradicionales y básicos y tienen que ser transportados físicamente. “Si tienes, como Ikea, 10.000 productos que van de un vaso que pesa menos de un gramo y se puede romper a productos que pesan media tonelada, tienes un reto brutal”, analiza.

Los motivos son más o menos evidentes. Empezando porque estos productos físicos deben ser fabricados, hay que acercarlos al país en el que se va a vender y luego almacenarlos en el punto más cercano al lugar donde se vayan a consumir: “Eso compañías como Netflix o Spotify lo hacen en un clic”, apunta.

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Para llevar a cabo todo este proceso, cualquier retailer físico debe realizar enormes inversiones que, además, conllevan una huella medioambiental. “Tenemos un reto brutal y es cómo reconfiguramos nuestra organización logística, cómo nos acercamos, cómo nos anticipamos, cómo gestionamos nuestro inventario de la manera más precisa posible para poder responder a las exigencias de nuestros clientes”, señala Cabezas, añadiendo el componente de un plazo corto pero sensato.

Ciertamente, ni el aspecto logístico ni el de la entrega se ve, pero su rapidez es algo que el cliente valora. “Todos estamos sufriendo un verdadero reto logístico”, avanza. “Porque esto va a volver a pasar y espero que sea poco y que afecte solo a pequeñas áreas geográficas”, dice en referencia al confinamiento por la pandemia de coronavirus. “La gente seguirá queriendo comprar y tenemos que ser capaces de hacerlo rápido y bien”.

La manera de afrontar este desafío empieza por entender, a juicio de Cabezas, cómo pueden trabajar todos los retailers juntos para reinventar el modelo logístico, tanto en el sector privado como con las organizaciones públicas. La finalidad es plantear un modelo con el que satisfacer "las necesidades del cliente, que permita que los modelos económicos sigan avanzando y que contribuya a un bienestar social y al desarrollo económico de un país", apunta.

“La sociedad tiene que hacer un profundo examen de conciencia que al principio igual es un poco doloroso porque tiene que implicar cambios, pero que a la larga será beneficioso”, subraya Cabezas.

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