Unos monos tienen la clave para la hibernación artificial, vital para las misiones tripuladas por humanos al espacio

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Reuters

  • Un equipo de investigadores de la Academia de Ciencias de China ha probado con éxito la hibernación artificial en los monos cangrejeros.
  • Este gran avance implica otro paso más para lograr que los viajes al espacio sean más llevaderos para los astronautas, al utilizar la hibernación, que no es propia de los mamíferos.

Los viajes espaciales pueden durar decenas o cientos de años, lo cual se complica más aún al tener en cuenta que el ser humano apenas vive un siglo. Aunque ese problema parece estar llegando a su fin.

Un equipo de investigadores del Instituto de Tecnología Avanzada de Shenzhen (SIAT) de la Academia de Ciencias de China ha investigado el proceso de hibernación, conocido por la ciencia ficción, en una especie de monos muy peculiar.

En su experimento, el equipo de científicos chinos ha probado una droga sintética en 3 macacos cangrejeros (Macaca fascicularis), propios de regiones como Indonesia, Filipinas y Malasia, aunque también presente en otros países.

"Aquí, mostramos que la activación de una subpoblación de neuronas del área preóptica (POA) mediante una estrategia quimiogenética induce hipotermia de manera confiable en macacos anestesiados y que se mueven libremente", explican en el artículo publicado en The Innovation.

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En definitiva, los investigadores han inducido hipotermia –una bajada de temperatura algo extrema– a estos monos cangrejeros para dilucidar cuáles podrían ser las consecuencias sobre el ser humano en los viajes espaciales más largos.

Imagen del estudio.
Imagen del estudio.

Academia de Ciencias de China

Para mostrar la complejidad de dichos viajes, uno a Marte podría llegar a durar hasta 2 años, con lo cual los astronautas se enfrentarían a problemas variados como el cambio físico o psicológico al que se enfrentarán.

Por ello, la hibernación es una posible solución para salvar esos obstáculos que, inevitablemente, podrían cambiar el curso de una misión tripulada por humanos.

 

Para establecer una comparación, el equipo también ha utilizado roedores, cuya área preóptica del hipotálamo se encarga directamente de regular la temperatura corporal central. En el caso de los primates, se ha probado con éxito el cambio fisiológico tras administrar clozapina.

"Para investigar la red de todo el cerebro como consecuencia de la activación del área preóptica (POA), realizamos exploraciones de resonancia magnética funcional e identificamos múltiples regiones involucradas en la termorregulación", explica en un comunicado Dai Ji, uno de los autores. 

"Este es el primer estudio de resonancia magnética para investigar las conexiones funcionales en todo el cerebro reveladas por la activación quimiogenética", agrega.

En conclusión, los investigadores han demostrado con éxito que se puede inducir a la hibernación sin consecuencias peligrosas, al menos para los macacos. 

Los efectos que han podido comprobar los científicos al inducir la hipotermia en los primates han sido variados, aunque no negativos por sí mismos. Entre ellos, aumento de la frecuencia cardíaca, la actividad de los huesos o biomarcadores relacionados con la sangre.

"Este trabajo proporciona la primera demostración exitosa de hipotermia en un primate basada en la manipulación neuronal dirigida", concluye Wang Hong, otro de los autores. "Con la creciente pasión por los vuelos espaciales tripulados, este modelo de mono hipotérmico es un hito en el largo camino hacia la hibernación artificial".  

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