El Real Madrid y FC Barcelona aspiran a ingresar 150 millones más al año con la nueva Superliga

Carles Huguet,
Florentino Pérez, presidente del grupo ACS y del Real Madrid.
Florentino Pérez, presidente del grupo ACS y del Real Madrid.
  • La recaudación por derechos de televisión se dispararía frente a la actual Champions League: de alrededor de 100 millones de euros en una buena campaña a un mínimo de 240 millones.
  • Cantidades bastante superiores a la que perciben en la UEFA Champions League.
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El oligopolio competitivo que ya era el fútbol de élite actual se confirmará en un oligopolio con la nueva Superliga europea: una competición nacida para sustituir al monopolio que la UEFA tiene con la Champions League con la que un grupo cerrado de equipos aspira a incrementar sus ingresos. Real Madrid, FC Barcelona y Atlético de Madrid, miembros fundadores del torneo, pretenden un aumento de las ventas por derechos de televisión de unos 150 millones de euros.

Ambas instituciones forman parte de la docena de clubes que lanzó un órdago a la UEFA con el nuevo campeonato, justificado bajo razones económicas.

 “La creación de la Superliga se produce cuando la pandemia mundial ha acelerado la inestabilidad del actual modelo económico del fútbol europeo”, señalaron las entidades en un comunicado conjunto lanzado el domingo por la noche.

Con los estadios vacíos, los grandes equipos –más dependientes del turismo— afrontan pérdidas millonarias desde el estallido de la pandemia. De este modo, el proyecto de la Superliga, que llevaba años entre bambalinas, se aceleró liderado por el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez.

La competición estará financiada con 6.000 millones de euros procedentes de JP Morgan. Para empezar, todos los clubes participantes recibirán un balón de oxígeno de unos 230 millones de euros que les servirá para olvidar los números rojos provocados por el coronavirus y afrontar la nueva competición con solvencia económica.

Pero más allá del pago inicial, la gran diferencia entre el modelo actual y el nuevo formato está en la estabilidad de los ingresos. La nueva Superliga europea promete reportar a los clubes 240 millones de euros en concepto de derechos de televisión solamente por participar. La diferencia es notoria frente a la actual Champions League: en la última edición prepandemia el FC Barcelona se embolsó 117 millones, el Real Madrid obtuvo 92 millones y el Atlético se quedó con 91 millones.

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Queda por ver como afectará el nuevo campeonato a la liga doméstica, que reporta un mayor volumen de ingresos a las organizaciones y que verá devaluado su producto si el gasto en la competición continental se dispara. En la última edición de la Liga Santander, el FC Barcelona ganó 165 millones, el Real Madrid consiguió 156 millones y el Atlético ingresó 124 millones.

Así, las ganancias por derechos de televisión se incrementarían entre 100 y 150 millones de euros al año de cumplirse los pronósticos diseñados por los clubes con la nueva Superliga.

La Superliga también genera estabilidad

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A la espera de ver como se resuelve el conflicto planteado entre los 12 clubes fundadores (Real Madrid, Barcelona, Atlético, Milan, Arsenal, Chelsea, Inter, Juve, Liverpool, Manchester City, Manchester United y Tottenham) y la UEFA, el flamante torneo da un valor añadido más allá del incremento de los ingresos: la estabilidad. Como se trata de un torneo cerrado, los equipos se asegurarán los 240 millones de la televisión indiferentemente de su rendimiento deportivo.

En cambio, actualmente una mala campaña puede suponer quedarse fuera de Europa, con la consecuente pérdida de negocio.

Según explicaron los conjuntos rebeldes, el siguiente paso es encontrar otras tres entidades que completen la quincena de fundadores de la Superliga. Los cinco puestos restantes del torneo se otorgarán por invitación a tenor del rendimiento deportivo. En el comunicado emitido, las entidades se comprometieron a no invadir el fin de semana, que restaría en manos de las ligas nacionales.

No obstante, la UEFA ya advirtió que la flamante Superliga no es bienvenida y amenazó con expulsar de los campeonatos domésticos a los fundadores. El desafío parece difícil que se materialice: las ligas perderían sus principales activos. Además, el presidente del organismo, Aleksander Ceferin, también advirtió de que los jugadores que disputen la competición no podrán participar ni en el Mundial ni en la Eurocopa de selecciones.

 

 Artículo original deEconomía Digital

 

 

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