La mala alimentación puede elevar las probabilidades de contraer cáncer, según un estudio

El cáncer es una enfermedad de la cual se habla bastante a nivel de prevención, ya que, pese a que se desconozcan algunos aspectos acerca de esta dolencia, se ha demostrado que se puede prevenir mediante la alimentación y un estilo de vida sano. 

Ahora, otro estudio ha revelado la vertiente opuesta, ya que este afirma que una mala dieta puede llegar a provocar esta cáncer en ciertas partes del cuerpo relacionadas con la alimentación, como el cáncer de boca o de faringe. Se trata de un estudio que ha recopilado una gran cantidad de resultados de estudios anteriores para su elaboración, y que toma como base una muestra bastante amplia.

Este estudio, realizado por la investigadora de la Univedsidad Tufts Fang Fang Zhang, concluyó que de 1.633.390 casos de cáncer diagnosticados en 2015 en todo Estados Unidos, hay 80.110 que tienen su origen en la alimentación. 

Esto se debe, según dicho estudio, a múltiples causas, como una ingesta insuficiente de integrales y lácteos, o un abuso de la carne procesada y las carnes rojas. Pero no son las únicas posibles causas, sino que la escasez de la fruta y verdura en la alimentación y el abuso de bebidas azucaradas también tienen su parte de protagonismo.

El abuso de carne procesada ya ha estado en la palestra en más de una ocasión como factor de riesgo relacionado con la aparición del cáncer, y lo cierto es que no es extraño que los médicos no recomienden su consumo. De hecho, se trata de alimentos que pueden contribuir al envejecimiento del cuerpo debido a alguna de las sustancias que contienen como los conservantes o las grasas saturadas.

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El tipo de cáncer que más relación tiene con la mala alimentación es el cáncer de colon, con 52.225 casos, luego el de boca, laringe o faringe, con 14.421 casos, e incluso el cáncer de útero y el de riñón, con 3.059 y 2.017 casos respectivamente. Parte de estos casos también están relacionados con la obesidad.

Por ello, los investigadores aseguran que la dieta está relacionada con las probabilidades de contraer cáncer, y alimentos como las carnes procesadas o las bebidas azucaradas son poco recomendables por su relación con la enfermedad. Una buena alimentación, de hecho, no solo ayuda a prevenir el cáncer, sino que puede ayudar también a combatirlo.