Por qué es una mala idea que los bancos centrales emitan sus propias criptomonedas

Credit Crunch
  • Un reciente informe del Banco de Pagos Internacionales cuestiona la viabilidad de las criptomonedas emitidas por los bancos centrales.
  • "La introducción de una moneda digital por parte de un banco central (CBDC) plantearía cuestiones fundamentales que van más allá de los sistemas de pago y la transmisión e implementación de la política monetaria", apunta el organismo.
  • Las criptomonedas han entrado en la cabeza de los bancos centrales durante los últimos años a medida que han ido ganando popularidad.

La emisión de criptomonedas por parte de los bancos centrales podría amenazar la estabilidad del sistema financiero mundial, según advierte el Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés) en un informe publicado este lunes.

El informe BIS, elaborado por un grupo de analistas liderado por Klaus Löber y Aerdt Houben del banco central holandés, defiende que si los bancos centrales emitieran sus propias criptomonedas, éstas podrían convertirse en rivales del dinero en efectivo, lo que podría derivar en un alza del tipo de interés a medida que el dinero se alejara progresivamente del sistema bancario comercial.

"La introducción de una moneda digital emitida por un Banco Central (CBDC) plantearía cuestiones fundamentales que van más allá de los sistemas de pago y la transmisión e implementación de la política monetaria", explica el BIS en su informe.

“Una CBDC de propósito general podría dar lugar a una mayor inestabilidad del financiamiento de depósitos bancarios comerciales. Incluso si se diseñara fundamentalmente con propósitos de pago, en períodos de estrés podría llegar a producirse una fuga hacia el banco central a gran escala, desafiando a los bancos comerciales y al propio banco central", explica el texto.

"La introducción de una moneda digital por parte de un banco central podría dar lugar a una presencia más amplia de los bancos centrales en los sistemas financieros", añade.

Esto a su vez podría traducirse en un "papel más destacado de los bancos centrales en la asignación de recursos económicos, lo que podría implicar grandes pérdidas económicas si esas entidades fueran menos eficientes que el sector privado en la asignación de recursos".

"Podría llevar a los bancos centrales a un territorio inexplorado y también podría generar una mayor interferencia política", apunta el informe.

Las criptomonedas han entrado en la agenda de los bancos centrales y de sus dirigentes más importantes a lo largo de los últimos años.

En septiembre del año pasado el BIS realizó sus primeros comentarios públicos sobre las criptomonedas, advirtiendo que los bancos centrales deberían pensar seriamente sobre su enfoque alrededor de esta nueva realidad.

A principios del año pasado el jefe del Bundesbank alemán y máximo favorito para suceder a Mario Draghi como presidente del BCE, Jens Weidmann, alertó sobre el potencial de criptomonedas como el bitcoin para hacer que las crisis financieras sean todavía más devastadoras en el futuro.

Weidmann dijo en su día que pensaba que los bancos centrales acabarían por crear sus propias criptomonedas para asegurar a los ciudadadanos unas monedas seguras y estables, pero que al hacerlo podrían aumentar el riesgo de pánico bancario en futuras crisis.

"Permitir que el público disponga de créditos sobre el banco central a través del uso de estas criptomonedas podría volver más seguros sus activos líquidos, porque un banco central no puede volverse insolvente", sentenció en un discurso durante el pasado mes de junio.

Hasta el momento ningún banco central ha presentado su propia criptomoneda, aunque el Riksbank sueco ha adelantado que podría emitir de manera inminente una "e-corona". El Banco de Inglaterra también ha creado su propio equipo de criptomonedas, a pesar de que su gobernador, Mark Carney, ha mostrado públicamente en varias ocasiones su desconfianza hacia el mundo cripto.

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