Esta es la razón por la que deberías esperar un cierto tiempo para ducharte después de comer

Ducha

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Después de un duro día de trabajo, lo que más te apetece es cenar algo rico, darte una buena ducha y meterte en la cama. ¿Es una rutina nocturna apropiada? ¿Es malo para la salud ducharse justo después de comer? La respuesta, como bien diría la canción de Jarabe de Palo, es depende... esencialmente, de la temperatura del agua

Aunque el mito de tener que esperar un par de horas para darte un chapuzón en el mar esté desmentido, puede que ducharte o bañarte inmediatamente después de ingerir alimentos no sea la mejor opción.

Cuando comes, tu temperatura corporal aumenta ligeramente a medida que la sangre se desplaza hacia los órganos digestivos. Si te tomas una ducha caliente justo después de comer, el agua elevará todavía tu termostato corporal y desviará la sangre de tus órganos digestivos como el estómago y el intestino. 

Corte de digestión: ¿es necesario esperar 2 horas para bañarse después de comer?

La ducha podría comprometer el proceso digestivo y causar síntomas como calambres, incluso indigestión si la comida ha sido pesada, copiosa o grasienta, tal y como señalan varios especialistas a Livestrong.

En todo caso, lo aconsejable sería tomar una ducha a temperatura ambiente, ya que la opción contraria a la ducha caliente, la ducha fría, también impacta en el sistema y estrecha las venas que portan el flujo sanguíneo. Un baño frío es ideal para activar el metabolismo y quemar más grasa, pero espera un poco si acabas de consumir alimentos. 

Para evitar la indigestión, otras recomendaciones son optar por raciones de menor tamaño y permanecer erguido después de comer, lo que favorece el proceso digestivo. En realidad, lo óptimo es dejar que tu cuerpo realice los primeros pasos de la digestión antes de ducharse, independientemente de la temperatura. 

Espera entre 20 minutos y una hora para ducharte

No hace falta esperar demasiado: con 30 minutos es suficiente. Si has cenado mucho, espera al menos una hora para que el estómago obtenga todo el flujo de sangre adicional que necesita para la digestión. Lo mismo se aplica al mar que a la bañera, la ducha o la piscina.

En el caso de la natación, este beneficioso deporte aumenta el ritmo cardíaco y demanda que el flujo sanguíneo se dirija a los músculos, alejándolo de los órganos digestivos. Hacer ejercicio justo después de comer no es recomendable. 

En resumen: lo adecuado es esperar un poco. Si no puedes, aboga por temperaturas neutrales que no redirijan el flujo de sangre lejos de sus órganos gastrointestinales. Si te acuerdas, deja el baño para antes del desayuno, la comida o la cena y así, el malestar estomacal no hará acto de presencia.

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