De Silicon Valley a Barcelona: por qué Marta-Gaia Zanchi decidió dejar Stanford para lanzar un fondo de inversión en startups de salud en España

El equipo de Nina Capital: Marta Gaia Zanchi aparece la segunda a la derecha.
El equipo de Nina Capital: Marta Gaia Zanchi aparece la segunda a la derecha.
  • Marta-Gaia Zanchi ha fundado la gestora Nina Capital, con sede en Barcelona, y ha lanzado un primer fondo de 18 millones de dólares para invertir en startups de tecnología sanitaria. 
  • La fundadora tiene una carrera profesional estelar en Silicon Valley, y decidió dejarlo todo convencida de la oportunidad que presentaba el sector en Europa. 
  • Zanchi explica por qué abandonó la meca de la innovación por España, cómo cree que afectará la pandemia al sector y por qué apuesta Nina Capital. 
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"Compromiso con la salud". Así define Marta-Gaia Zanchi, fundadora del la gestora de fondos de inversión en tecnologías de la salud Nina Capital, el hilo conductor que ha guiado toda su carrera profesional.  

Y es que no es fácil etiquetar el trabajo de esta ingeniera italiana que terminó convirtiéndose en una de las mujeres más influyentes en innovación en salud de Silicon Valley. En 2016,Silicon Valley Business Journal la incluyó en el grupo de los 40 profesionales destacados de Silicon Valley de menos de 40 años (Silicon Valley 40 Under 40). 

Ha trabajado con emprendedores, inversores, universidades y empresas en Silicon Valley, donde fundó y dirigió Digital Health en el Stanford Byers Center of Biodesign.

"La salud era el área en la que yo quería hacer un cambio positivo", asegura Zanchi. "El vehículo para que yo me involucre en esta industria siempre ha sido la innovación. Así ha sido durante los últimos 15 años, siempre estaba buscando la forma de conseguir ese impacto", señala. 

Entre algunas de sus actividades durante ese periodo destaca la fundación y venta de la startup RenovoRx, el coaching a startups, su trabajo en el fondo inversor Data Collective y su rol como consejera en la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA). 

Finalmente, Zanchi se convenció de que la mejor manera era el capital de riesgo y eligió Barcelona como la sede de su nueva aventura: el lanzamiento de la gestora Nina Capital que creó su primer fondo de 18 millones de euros en 2019. 

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Cómo nació Nina Capital: por qué abandonar Silicon Valley por Barcelona 

Durante sus años en Silicon Valley, Zanchi trabajó en plano académico y en consultoría "de las mejores compañías, tanto grandes como pequeñas". En torno a 2017, la ingeniera ya tenía claro que quería comprometerse profesionalmente con el sector de los fondos de inversión y consideró la posibilidad de crear un fondo de forma paralela a su trabajo habitual. 

"Lo que estaba claro es que había una enorme abundancia de oportunidades para las compañías de Silicon Valley y no muchas disponibles para las compañías que me contactaban desde Europa", señala. 

"Cada vez se ponían en contacto conmigo empresas del sur de Europa, y tenían una queja muy común de que en Europa podían encontrar grandes inversores que entendían el sector farmacéutico y biotecnológico y habían hecho grandes inversiones en ese tipo de innovaciones pero no entendían realmente la tecnología", señala. 

La experta señala que este problema estaba dejando sin inversión a compañías que intentaban innovar en salud a través de los wearables, los semiconductores o la tecnología computacional, por ejemplo. 

"Y por otro lado, los inversores en tecnología en Europa, en su mayor parte, rehuían la industria de la asistencia sanitaria", señala Zanchi.

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Para la fundadora de Nina Capital quedó claro que en Europa había una enorme oportunidad para los inversores en la intersección en la que se encuentran la tecnología y la salud. 

"Pensé que tendría un mayor impacto y que prestaría un servicio mayor en un mercado creciente e insatisfecho de iniciativa financiada si creaba un fondo en este continente", concluye. 

Para un continente que considera Silicon Valley como la Meca de la innovación, puede ser complicado entender por qué Nina Capital nació justo en Barcelona. Zanchi reconoce que barajó otras opciones, pero que la ciudad catalana acabó cumpliendo con todos los requisitos para convertirse en lo que la fundadora llama su "zona cero". 

"Había algunas cosas que son realmente importantes para mí", señala.  "En primer lugar, quería que fuera en un lugar de Europa donde hubiera el menor número de fondos atendiendo la intersección de la salud y la tecnología", explica.

"En segundo lugar, era imperativo para mí que esto se construyera en un lugar reconocido por su excelencia en la las ciencias de la vida, la investigación, el cuidado clínico, donde sabía que sabían que serían capaces de conectarse a una base de médicos y científicos e investigadores de calidad internacional. Y Barcelona tiene esa reputación conocida internacionalmente, no solo a nivel europeo", reivindica Zanchi, que señala que la ciudad cuenta con un excelente ecosistema de hospitales, universidades, talento e investigación.  

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La filosofía de Nina Capital: apostar por startups con grandes incentivos económicos y un beneficio clínico claro 

"Cuando conocemos a una compañía, lo que más nos importa es que haya un problema bien definido que sea relevante para la industria de la salud y que la empresa esté centrada en resolverlo", resume Zanchi.

"Así que el desafío para nosotros es llegar a ser realmente buenos en la comprensión de las necesidades y una variedad de especialidades clínicas", reconoce la fundadora. 

Zanchi insiste en que el centro debe ser la necesidad de la industria que la compañía está intentando resolver, lo que hace que pasen mucho tiempo intentando comprender el problema, todos los agentes involucrados y cómo resolverlo desde el punto de vista clínico y económico. 

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"Idealmente, encontramos las capacidades tanto para aumentar los resultados clínicos como para reducir el costo de la atención", asegura. La fundadora de Nina Capital presume de porfolio y asegura que en su cartera de inversiones hay compañías con un "gran incentivo económico y que generan grandes beneficios para los pacientes". 

Zanchi asegura que todo esto es posible gracias a la enorme diversidad de disciplinas del equipo de Nina Capital y a qué trabajan en estrecho contacto con la comunidad clínica para conocer "cuáles son los problemas que tienen y que debería conseguir una compañía para hacerles la vida más fácil". 

En total, en menos de un año, Nina Capital ha invertido en 13 startups, entre las y, con pandemia de por medio incluida, Zanchi asegura que el primer año de vida ha ido "mejor de lo esperado" y que el fondo había completado casi por completo los 18 millones de euros previstos. 

Sin embargo, la fundadora reconoce que este no ha sido el caso para todos los fondos y asegura que la inversión se ha ralentizado en Europa. Zanchi lo atribuye a que los grandes inversores tienen grandes carteras que ahora tienen que pasar tiempo "rescatando", mientras que la juventud de su fondo jugó a su favor. 

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Zanchi es prudente con el futuro y asegura que Nina Capital no apostará por la telemedicina (por ahora) 

Si mira al futuro, Zanchi asegura que puede ver varios escenarios. Reconoce que la pandemia puede haber hecho que la industria de la salud se convierta en un área de interés para algunos inversores, "por lo que podrían desviar capital hacia este sector", reflexiona. 

Sin embargo, la experta cree que la industria seguirá teniendo problemas para encontrar inversión, especialmente en las fases más tempranas, aunque asegura que será una de las más rápidas en recuperarse "en cuanto a la innovación". 

En conjunto, para los próximos años, Zanchi considera que hay motivos para el optimismo por las tendencias que se están viendo en el mercado global de la salud y cómo ha respondido la comunidad de capital de riesgo. 

A pesar de todo, la fundadora de Nina Capital previene en contra de las nuevas tendencias y asegura que su fondo no invertirá (por ahora) en telemedicina. 

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"Ha habido un auge, pero será reabsorbido después de la pandemia", asegura Zanchi, que cree que la atención presencial volverá a cobrar la relevancia que tenía antes. 

Para Zanchi, la auténtica mina de oro serán las soluciones a los problemas estructurales de la industria y "miramos especialmente todas las formas en las que se accede a la información y a los datos", advierte. 

"Hay toda una serie de innovaciones tecnológicas que resuelven las necesidades operativas y de infraestructura que, si tienen éxito, entonces tendrán un tremendo impacto, ya que permitirán a las startups llevar sus productos al mercado más rápidamente en mayores volúmenes a un menor coste y de manera más segura. Y por eso es esa área en la que estamos mirando con gran interés", reconoce.

En cuanto al futuro de Nina Capital, Zanchi asegura que "la idea no es fomentar la innovación que solo es relevante para el panorama europeo". 

"Creo profundamente que este tipo de tecnología puede y debe tener un campo de juego internacional", asegura.

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