Marta Ortega y el camino de Inditex por alejarse de la moda rápida: "No nos reconocemos en el 'fast fashion'"

Marta Ortega, presidenta de Inditex

 REUTERS/Miguel Vidal

  • Marta Ortega ha concedido su primera entrevista al Financial Times tras tomar las riendas de Inditex, donde no tiene una función ejecutiva, pero sí claro el camino a seguir.
  • La firme apuesta por un producto de calidad, cada vez más cercano al lujo —pero sin olvidar el modelo que ha hecho grande al grupo—, ocupa gran parte del reportaje.

Intento por desmarcarse de la moda rápida, apuesta en firme por un producto de calidad sin tratar de olvidar el modelo de Inditex —democratización de la moda— y fuerte arraigo familiar. 

Bajo estos 3 puntos ha girado la primera entrevista concedida por Marta Ortega, tras su llegada a la presidencia del grupo textil, donde no tiene una función ejecutiva. 

Lo ha hecho para el medio económico británico Financial Times, que recoge los primeros aleteos de la heredera sobre Inditex, la textil que fundó y que controla su padre, Amancio Ortega

Marta Ortega Pérez lleva vinculada a la multinacional oficialmente desde hace 16 años, pero su natural idilio con la empresa dueña de Zara o Massimo Dutti viene de antes, como no podría ser de otra forma, con el grueso de su familia delicada en cuerpo y alma al gigante textil.

Marta Ortega toma el timón de Inditex: la hora de la heredera

"Cuando era niña, mi madre hacía las colecciones de mujer para Zara", relata la presidenta. La hija de Amancio explica que de esa infancia recuerda su padre "trabajaba la mayor parte del tiempo, pero también mi madre tiene dos hermanas y cuatro hermanos". De hecho, toda la familia de Flora Pérez, mujer de Amancio, trabaja en Inditex: "Así que hablábamos mucho sobre la empresa", admite. 

La entrevista llega, además, en el momento más dorado de la multinacional. Los resultados anuales, presentados el pasado 15 de marzo, representan el mejor ejercicio de la historia del grupo tras alcanzar un beneficio histórico de 4.000 millones de euros y romper la barrera de 32.000 millones de euros en ventas. 

Las cifras de Inditex parecen no tocar techo y marcan récord año tras año. Como empleador es el alma de La Coruña, corazón y centro de operaciones del grupo. De hecho, en 2017, su actividad superó a la pesca como principal motor del PIB (producto interior bruto) de la región. 

Su operativa incluye 5.815 tiendas repartidas por todo el globo, lo que le convierte en uno de los retailers de moda más robustos del mundo a pesar, incluso, de disponer de un 10% menos de tiendas que un año atrás al amparo de un programa de absorción comercial iniciado tras la pandemia.

Y al frente de toda esta operativa está la pequeña de los Ortega, junto a ella, claro, está Óscar García Maceiras, CEO del grupo, quien sí asume una posición ejecutiva. 

Sobre el rol de la gallega, la definición que hace el medio es la de una más. "Su despacho se ubica en un banco de mesas blancas elevadas en medio del equipo de diseño femenino, sólo se distingue por un jarrón de flores marchitas". 

Ortega Pérez, entre tanto, conversa amigablemente con sus compañeros, muchos de los cuales llevan varias décadas trabajando en la empresa. "Es imposible saber qué es Zara sin ver cómo funciona por dentro. Parece una gran empresa, pero en el día a día no lo parece. Tenemos una cultura de pertenencia. Siempre ha sido así", explica.

Pasión por un producto cada vez más cercano al lujo, pero desapego con los números

Tienda de Zara, la joya de Inditex.
Tienda de Zara, la joya de Inditex.

REUTERS/Albert Gea

Ortega Pérez tiene muy claras las cosas que se le dan bien: "No disfruto mucho con los números en general. Obviamente, con los años, los vas manejando". 

El producto es su trabajo y su razón de ser laboralmente.

"Mi energía está en el producto y en cómo se presenta: es el alma de nuestra empresa y donde puedo aportar más valor. Soy consciente de los aspectos financieros, pero tengo un equipo muy experimentado a mi lado que se centra por completo en ellos", puntualiza. 

Intentamos, prosigue, comportarnos como una empresa pequeña y no distraernos con las grandes cifras: "Creo que el éxito comercial se debe a que cada persona de la empresa se centra en los pequeños detalles", añade.

 

Y de hecho, sobre el producto, no pasa desapercibido su viraje hacia el lujo. Desde la llegada de Ortega ha habido un notable acercamiento al lujo con el riesgo obvio de olvidar lo que es Inditex: moda de pasarela a precios que no lo son. 

Prueba de ello es Atelier, la colección más lujosa de Zara y compuesta únicamente por 6 prendas con un precio que ronda los 200 euros.

Aun con todo ello, la idiosincrasia del porfolio del grupo es el que es: el coste medio de una cesta de la compra —sostiene el medio— es de 70 euros para Zara y de entre 50-60 euros en Bershka o Pull&Bear.

"No nos reconocemos en lo que llaman 'fast fashion'"

Central de Inditex

Reuters

Y entre tanto, no es menor el papel de Shein a pesar de que la joven heredera se muestra reacia a establecer paralelismos entre Inditex y el gigante chino de la moda rápida. "El fast fashion sugiere una transigencia con la calidad, que es completamente opuesta a lo que buscamos", sostiene.

La empresaria, además, insiste en que más del 40% de la gente que trabaja en el equipo se dedica sólo al producto. "Tenemos más de 250 diseñadores en Zara, lo mismo que patronistas. Seguimos haciendo los patrones. Hacemos las pruebas en modelos reales"

"No nos reconocemos en lo que llaman fast fashion", repite Ortega en su intento de alejarse del concepto. Esta concepción, insiste, trae a la mente la cantidad de artículos sin vender y ropa de mala calidad enfocada a un precio muy barato, y eso no puede estar más lejos de lo que Inditex hace.

Por otro lado, recuerda que el modelo de negocio se centra principalmente en la demanda de los clientes: "Suministramos y distribuimos con esa mentalidad, lo que realmente nos ayuda a minimizar las existencias residuales que tenemos, que son ínfimas: menos del 2%".

A pesar de ello, las cifras de producción caminan en otro sentido: el grupo ha superado la barrera de las 600.000 toneladas de producto puestas en el mercado (en el mejor año se movió en las 500.000). 

Sólo Zara produce unos 450 millones de prendas al año, con 20.000 estilos nuevos cada año. Para la firma y las otras enseñas de la casa, el grupo se valió de 1.729 proveedores y algo más de 8.200 factorías en 2022.

"En resumen, mi objetivo es mantener y seguir construyendo calidad en todos los aspectos de la empresa", finaliza la heredera de Inditex en lo que supone, sin duda alguna, un camino que solo acaba de arrancar. 

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