Marta Ortega toma el timón de Inditex:
la hora de la heredera

Business Insider España analiza el relevo histórico en la presidencia de una de las grandes compañías españolas, la relación entre familia y empresa y los desafíos de la mujer que definirá el futuro del gigante textil

El 1 de abril, Marta Ortega toma las riendas de Inditex. Solo con su llegada, la heredera ya marca un hito: a sus 38 años se convertirá en la presidenta más joven del Ibex 35 y la cuarta directiva en el club de las grandes cotizadas.

Nacida en Vigo en 1984, es la hija de Amancio Ortega que, con una fortuna estimada de 49.900 millones de dólares (44.800 millones de euros), es la 27ª persona más rica del mundo y la más poderosa de España, según Bloomberg.

Graduada en Comercio Internacional por la European Business School de Londres, Marta Ortega trabaja en el grupo textil desde 2007. Arrancó con un período formativo en diferentes destinos internacionales y áreas de negocio —incluida una etapa como dependienta de Bershka—.

Marta es consejera de las sociedades Partler y Grilse —esta última presidida por su madre, Flora Pérez—. Y, desde hace unas semanas, también lo es de Pontegadea Inversiones, el brazo inversor de Amancio Ortega, que aglutina el grueso de la participación del empresario en Inditex, que roza el 60% del capital. Además, es miembro de la Fundación Amancio Ortega desde 2015.

Unos cargos que combina con la devoción por marcas de alta costura como Balenciaga o Valentino, pero también con aficiones más terrenales como las novelas de Paul Auster o una copa con amigos en Rialto, un local muy conocido de La Coruña, ciudad a la que se siente estrechamente unida.

Pese a no asumir responsabilidades ejecutivas en Inditex —un peso que recaerá en el CEO, Óscar García Maceiras—, con la hija de Amancio Ortega empieza una nueva era para la empresa. Y no solo por su llegada, sino por la partida de su principal baluarte, Pablo Isla.

La compañía estrena etapa en un convulso paisaje económico derivado de la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Un conflicto que anticipa un efecto dominó que obligará a Inditex a redefinir su hoja de ruta para 2022.

Marta Ortega será la presidenta más joven del Ibex 35 y, junto a Óscar García Maceiras, recoge el testigo de Pablo Isla
Marta Ortega

Un titán del ‘retail’ con una fuerte dependencia de Zara

Muchas cosas han pasado desde que, en 1963, Amancio Ortega inició su andadura en un taller especializado en la fabricación de ropa de mujer. La principal es haber conseguido un éxito sin precedentes con Zara.

La expansión internacional de su primera enseña, a finales de la década de los 80, es la razón de que Inditex sea hoy una de las mayores compañías de distribución de moda del mundo.

De hecho, el sostén brindado por su marca estrella y un cada vez más preciso modelo centrado en la velocidad y la sincronización fueron el empuje necesario para que Inditex lanzara nuevas enseñas con las que conquistar diferentes nichos de mercado.

Hoy, el grupo está formado por 7 marcas: Zara, Pull&Bear, Massimo Dutti, Bershka, Stradivarius, Oysho y Zara Home. Recientemente, ha dicho adiós a Uterqüe. Las enseñas venden sus productos en 215 mercados a través del imparable canal online y de 6.477 puntos de venta.

Pese a la diversificación de su portfolio, Zara sigue siendo la marca que sostiene al grupo. En el ejercicio fiscal de 2021 —concluido el pasado 30 de enero—, facturó 19.586 millones de euros, lo representa más del 70% de los ingresos totales de Inditex. Si se analiza el beneficio antes de impuestos, su aportación es similar: 2.890 millones de euros, un 69% del total.

Le siguen, aunque a años luz, Bershka, con algo más de 2.100 millones en ingresos, y Stradivarius, que ganó 332 millones el pasado ejercicio fiscal.

Zara es la marca que sostiene a Inditex: aporta el 70% de los ingresos y del beneficio antes de impuestos del grupo

Luces y sombras: del impacto del COVID-19 al repliegue comercial

Gracias al impulso de Zara, Inditex cerró un ejercicio récord. En 2021, el beneficio se elevó hasta 3.243 millones de euros, un 193% por encima del año anterior.

Las ventas crecieron un 36%, alcanzando los 27.716 millones, con lo que se acercan a la barrera de los 28.000 millones del año previo al COVID-19, el mejor ejercicio en la historia de la compañía.

El brillo se debe, en parte, a que Inditex partía de una debacle sin precedentes: en 2020, ganó poco más 1.100 millones, su menor beneficio anual desde 2006. Lo mismo sucedió con las ventas, que en la pandemia retrocedieron un lustro.

"Los cierres y reaperturas se sucedieron semana tras semana tanto en tiendas como en proveedores. Hubo que hacer encaje de bolillos para ir dando progresivamente lo que demandaba el mercado y guardando lo que no", explican fuentes cercanas a la operativa del grupo.

Inditex entendió entonces que debía asumir una obligada metamorfosis para aligerar su estructura comercial. Esta estrategia derivó en la absorción de 1.200 establecimientos, la mayor parte de ellos en España, con el cierre de entre 250 y 300 puntos de venta.

En la actualidad, el grupo opera 992 tiendas menos que en 2019. Su plantilla mermó en 32.495 personas en 2020, hasta 144.116 empleados. No obstante, a 31 de enero de 2022, la cifra se había recuperado en un 14,5%, hasta 165.042 trabajadores.

Inditex cerró en 2021 un año récord: dejó atrás la crisis derivada de la pandemia, en la que dio un giro a su estrategia y cerró 1.200 tiendas

Los frentes urgentes de Marta Ortega: preservar el equilibrio y Ucrania

Marta Ortega cobrará un millón de euros al año en Inditex: 900.000 euros en metálico como retribución fija y 100.000 euros por pertenecer al consejo de administración.

Ya en sus primeros días, se enfrentará a 2 retos de gran calado.

El primero será marcar la frontera entre lo familiar y lo empresarial. Marta tiene 2 tíos que ocupan puestos clave en Inditex: Óscar Pérez Marcote dirige Zara y, Jorge Pérez Marcote, Massimo Dutti.

En este tablero también aparece Carlos Mato —casado con María Luisa Pérez Marcote— que, aunque dejó la presidencia de Zara España, sigue vinculado al grupo, y su marido, Carlos Torretta, que desde 2019 gestiona la comunicación de Zara.com.

"Como empresa cotizada tendrá que convencer al mercado de que los cambios organizativos provienen de la estrategia y no son fruto de parentescos. Es fundamental un protocolo familiar que regule los puestos de responsabilidad y que contente al mercado", añaden fuentes próximas al grupo.

El segundo desafío será operativo. Marta Ortega tendrá que capear las tensiones geopolíticas, que obligan a redefinir las previsiones para 2022 y años venideros. "El reajuste de previsiones es obligado, tanto para Inditex como para la mayoría de las compañías de retail y gran consumo", asegura Fernando Castelló Sirvent, economista en ESIC.

La invasión de Ucrania por parte de Rusia ha puesto en jaque a la economía mundial y a las empresas: a la progresiva subida del precio de las materias primas, que podrían recortar el margen de beneficio de Inditex, se le añade una inflación histórica, que mermará el crecimiento económico y, por tanto, el consumo.

Fuentes cercanas a Inditex ponen de relieve dónde está el problema: "Las materias primas continuarán fluctuando y, en especial, el petróleo, que es clave para traer la mercancía de Asia y para distribuirla posteriormente, en gran parte en barco, lo que afectará a los márgenes".

Toda esta coyuntura ha colocado a Inditex ante el eterno dilema: ¿absorber los sobrecostes derivados del nuevo marco económico o trasladar el impacto al cliente final?

La segunda opción ha sido la elegida: en España, donde la inflación escaló al 9,8% en marzo, Inditex subirá los precios "de forma selectiva" un 2%. A nivel mundial, lo hará un 5%. El anuncio lo realizó el nuevo CEO, Óscar García Maceiras, durante la conferencia anual de 2021, su primer acto público.

La pregunta, ahora, es si la decisión pondrá en riesgo la competitividad de la empresa en un entorno de competencia creciente.

La evolución del precio del petróleo es clave para Inditex: el grueso de la mercancía que vende viene de Asia y se distribuye en barco a los distintos mercados

Otros directivos que piden paso en la ‘era Marta Ortega’

En el camino para ser la presidenta que se espera, Marta no vuela sola. El día en que se conoció su nombramiento, Inditex aprobó la creación de un comité de dirección en el seno de su estructura organizativa.

Nace así un núcleo duro en Arteixo, donde se ubica el cuartel general del grupo, compuesto por 9 personas con perfil jurídico y financiero y con especial protagonismo del buque insignia: Zara.

El órgano viene cargado de nombres propios, pero entre ellos son 2 los que destacan: Miguel Díaz, director de gestión económico-financiera de Zara, y Beatriz Padín, al frente de la dirección comercial de Zara Mujer desde 2001.

Padín es, según fuentes internas, "la persona más poderosa en lo referente al negocio de la compañía".

Su peso en Inditex es incontestable: hasta hace poco era la jefa de Marta Ortega y la mano derecha del fundador, con una "grandísima influencia" sobre Óscar Pérez Marcote, director general de Zara.

No obstante, voces conocedoras de la operativa del grupo apuntan que el reto de Marta Ortega es doble: entender que no todo es Zara y, precisamente, hacerlo con un equipo con una fuerte exposición a esta enseña.

"Tendrá que ser capaz de comprender cómo funciona una corporación con marcas diferentes del mismo sector que compiten entre ellas", aseguran.

"Una cosa es liderar un grupo que se coordina de forma simbiótica y otra hacer que no se maten entre ellos y que saquen lo mejor de sí mismos", sostienen. "El rol es diferente y las capacidades que se requieren, también".

Beatriz Padín, al frente de la dirección comercial de Zara Mujer, sobresale en el nuevo ‘núcleo duro’ de perfil jurídico y financiero que acompañará a la nueva presidenta
Beatriz Padín

Los antecedentes: de la expansión de Castellano al orden de Isla

"Nadie tiene dudas de que Marta conoce el sector. Lo ha mamado en casa toda su vida", explican. No obstante, los precedentes pesan. Su padre fundó el imperio y, posteriormente, hizo lo que es aún más importante: supo en qué momento y en qué manos delegarlo.

La compañía nació con una primera línea que acompañó a Ortega en la creación de Zara. En esta etapa embrionaria, el equipo tenía un perfil de tienda y muy poca o ninguna formación universitaria. Eso sí, brillaba por su profundo conocimiento del producto.

"Eran tiempos donde primaba la intuición sobre los números en las decisiones", precisa una persona vinculada a la directiva de aquellos primeros años.

Fue entonces cuando entró en escena José María Castellano. Consejero de Inditex desde 1985, se convirtió en vicepresidente y CEO en 1997.

Durante su etapa, Inditex salió al exterior y dio el salto al parqué el 23 de mayo de 2001. Hoy, y pese a haber cedido el primer puesto por las recientes correcciones sufridas, es una de las empresas españolas con mayor capitalización bursátil: unos 63.500 millones de euros.

En plena ascensión, llegó el viraje. A principios de 2005, se anunció el fichaje de Pablo Isla como consejero delegado.

El ejecutivo de 41 años, hasta entonces presidente de la multinacional tabaquera Altadis, estaba lejos de la moda pero tenía un profundo conocimiento de la distribución, una de las armas secretas de Inditex.

Cuando Isla aterrizó, explican las fuentes, Inditex era una empresa de gran envergadura, que generaba mucha caja, pero no tenía el brillo actual: "Era una multinacional de pueblo, magdalena y mesa camilla".

Con su llegada, también lo hizo el orden. En los servicios centrales —los grises, como se les conoce en el argot de Arteixo—, se implantaron los procesos y sistemas habituales de cualquier empresa: "Llegaron cosas tan básicas como que, para hacer un viaje, debía de haber antes un proyecto y un objetivo".

Poco a poco, el grupo se fue profesionalizando: "Isla se convirtió en un tecnócrata que atrajo a otro tipo de perfiles. El objetivo era poner números racionales a cualquier fase del negocio: desde las compras al propio sistema".

Todo este esfuerzo se materializó en una simbiosis única: "El comprador de moda se dio cuenta de que tenía que pensar en números; y los perfiles técnicos, de que lo que arrojaban sus excel eran, además de cifras, prendas que se vendían y otras que no".

Las finanzas y la creatividad se fundieron creando un tándem nunca visto en la industria: "Era algo que no pasaba en Mango, Tendam, El Corte Inglés. El yin y el yang de Inditex se hicieron realidad".

Y, con todo este camino recorrido, empieza ahora la etapa Marta Ortega.

La heredera del imperio recibe de Pablo Isla una compañía en la cumbre, pero que se enfrenta a un escenario cargado de desafíos, lo que pondrá a prueba su conocimiento del sector desde el primer minuto.

Su labor será preservar la esencia del modelo de Inditex, moda de diseño a precios económicos, en un escenario plagado de obstáculos y con nuevos competidores como Shein al acecho, atentos a cualquier tropiezo.

Créditos

Diseño y desarrollo: Beatriz Obispo y David Villarejo

Gráficos: Víctor Pérez

Redacción: Marta Godoy