La diputada más joven del Congreso, Marta Rosique (ERC): "Que me critiquen los de Vox me da bastante igual, será que hago las cosas bien"
- Marta Rosique i Saltor (Barcelona, 1996), de ERC, es la diputada más joven de la Cámara Baja. El pasado mes de abril rompió el récord de la más joven de la historia.
- Empezó a militar en Esquerra Republicana con 18 años y a los 23 ya era número 6 al Congreso en la lista por Barcelona.
- "Que me critiquen los de Vox me da bastante igual, será que hago las cosas bien", asegura.
- Defiende cambiar el sistema para facilitar la impronta del feminismo, el ecologismo y los derechos sociales.
- El diputado más joven del PP en el Congreso cree que no hay que marcar "plazos imposibles" para combatir el cambio climático.
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El 22 de mayo de 2019 las portadas se amanecieron con una fotografía insólita: un hombre que bien podría ser Ramón del Valle-Inclán y una mujer con una camiseta que rezaba "Acció antifeixista, Països Catalans" (Acción antifascista, Países Catalanes). Él era el diputado de más edad en el Congreso; ella, la de menos.
Es tradición que los dos diputados más jóvenes —en este caso, diputadas— ejerzan de secretarias de la Mesa del Congreso en su sesión inaugural, y Marta Rosique i Saltor (Barcelona, 1996) no es otra que la más joven de la historia de la Cámara Baja. Se presentó a las elecciones del 28-A como número 6 de la lista de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) por Barcelona, el mismo lugar que en el 10-N. Las dos veces sacó el escaño.
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Rosique atiende a Business Insider España en el despacho del Grupo Republicano. La diputada, que en pocos días retomará su actividad parlamentaria, cuenta cómo empezó a militar en las Joventuts d'Esquerra con 18 años, aunque desde su adolescencia ya se movilizaba en distintos movimientos sociales de izquierda independentista.
Graduada en Periodismo y estudiante de Ciencias Políticas en la Universitat Pompeu Fabra, irrumpe en los pasillos de Carrera de San Jerónimo con una responsabilidad cuádruple: representar a la izquierda, al movimiento independentista, a la juventud y a las mujeres. No necesariamente en ese orden.
"Hay gente que entra en política y se olvida de la generación a la que representa"
Aunque todavía no la reconocen en el AVE —sigue viviendo en Barcelona—, los barceloneses ya empiezan a ponerle cara en la calle. "Hay cada vez más gente que me para y me muestra su apoyo. Mucha gente joven me ha dado las gracias por representar a una parte de la sociedad que no estaba tan visibilizada en el Congreso", asegura.
A pesar del salto a la política de primera división, intenta llevar la misma vida que antes de ser diputada, y mantener cerca a los suyos "porque te permiten ver mejor la realidad". La juventud catalana, en la vanguardia de los movimientos sociales del ecologismo, el antifascismo y el feminismo, ha encontrado en Rosique su principal reflejo. También en la diana de los críticos.
"Que me critiquen los de Vox me da bastante igual, será que hago las cosas bien [...] Nosotras somos antifascistas". Para resistir a la ultraderecha, que les cuadriplica en escaños, su fórmula ha sido "hacer equipo": "[En ERC] se crea una familia, y más en Madrid, que no estás en tu país de origen".
"Es plenamente compatible el avance tecnológico con garantizar los derechos laborales"
El Congreso nunca ha visto con buenos ojos a los jóvenes. En pocas ocasiones se les da visibilidad más allá de una foto y, menos todavía se les permite alzar la voz dentro de un grupo parlamentario, en este caso, que ha ganado las elecciones allá donde se ha presentado. Rosique y ERC rompen con esta usanza: "Muchos no entienden los cambios de paradigma", indica la diputada.
La diputada lo ve claro en el caso de economía digital, donde los avances no deberían esconder la explotación laboral. "A los riders, por ejemplo, tenemos que apoyarlos siempre —sobre los repartidores de Glovo y Deliveroo, actualmente en pugna judicial—, representan la voluntad de crear falsos autónomos que están utilizando estas grandes plataformas".
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La solución es regular su encaje legal, laboral y fiscal. También en el sector de las VTC: "Hay que evitar los vacíos legales que permiten la explotación laboral", apostilla. La receta de Rosique parece haberles funcionado en Barcelona, donde empresas como Uber hace tiempo que no pululan las calles. "Les pusimos condiciones [de garantizar derechos laborales] y ellos mismos decidieron marcharse".
"Me preocupa el concepto de 'ser emprendedor'. Lo primero es garantizar la igualdad de oportunidades para las personas de clase trabajadora"
El objetivo, asegura Rosique, no debe ser Silicon Valley y el modelo de startup estadounidense. "La meta es que, con el trabajo de cada uno, consigamos una sociedad más igualitaria y más justa", también para afrontar el futuro de la automatización que amenaza con destruir el empleo. "No podemos frenarlo, por lo que vamos a tener que potenciar otros sectores", indica la parlamentaria.
Otro drama al que hay que enfrentarse es el del alquiler. El programa de ERC defiende intervenir el mercado y limitar el precio de las viviendas. Rosique le da la perspectiva de los jóvenes precarios que no pueden emanciparse y carecen de voz en el Congreso.
Todo lo contrario pasa en la calle. Los jóvenes son el colectivo que más crece dentro de los movimientos sociales, pero Rosique no olvida a los mayores: "Es cierto que nosotros estamos más organizados, pero es también porque las generaciones que nos han precedido han logrado avances muy importantes".
"Que haya 52 diputados de Vox en el Congreso demuestra la importancia del movimiento feminista"
¿Entonces, por qué aumentan las denuncias de violencia machista? Rosique lo tiene claro: "Que las agresiones no se denunciaran no quiere decir que no existieran. Cada vez hay más conciencia de que estamos luchando por sobrevivir, porque nos están asesinando", sentencia.
Por eso no valen las medias tintas, tampoco el feminismo liberal. "O el feminismo implica un cambio de sistema o no llevará a nada [...] Se ve en casos como la gestación subrogada, que solo provoca la explotación contra las mujeres de clase trabajadora. Me parece inconcebible"
La misma receta se puede aplicar al ecologismo. "Hay que vigilar ciertos discursos que nos dicen que todos somos culpables del cambio climático, que tendrán parte de razón, pero las principales culpables son las grandes multinacionales y los estados que han explotado la tierra y permitido que estas empresas campen libremente", señala.
"A nivel personal creo que deberíamos abolir la prostitución, pero como partido no hemos llegado a un consenso"
No es frecuente que un político se despegue del argumentario del partido, pero la de Esquerra no es una política frecuente. Navega sola entre polémicas como abolir la prostitución o regular la pornografía habitual —"que no deja de ser la explotación del hombre a la mujer"— y sustituirla por una feminista, "que garantiza que como mínimo haya un consentimiento en la relación".
De esta guisa se reencuentra Marta Rosique con el Congreso, una cámara mucho más conflictiva que la que dejó el pasado mes de septiembre. Su grupo sigue siendo decisivo, quizá más que nunca, y de su voto depende el próximo Gobierno. No es una posición fácil, pero no tienen prisa. Rosique tampoco, sea como política o como periodista. Todavía le quedan muchas páginas por escribir.
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