Cómo maximizar el retorno de la inversión en I+D+i desde el punto de vista financiero (y de negocio)

La innovación es fuente de crecimiento y también de ahorro fiscal. Invertir en I+D+i tiene un notable retorno al presentar el Impuesto sobre Sociedades, pero sacar el máximo rendimiento a estos beneficios fiscales no siempre es tarea sencilla. 

Por un lado, hay palancas fiscales como el IP-box (también llamado Patent Box), que sigue siendo un gran desconocido para buena parte de las empresas del país. Por otro lado, "cada empresa tiene sus propias características" y no todas tienen las mismas necesidades.

¿La solución? Un plan específico y a medida de cada empresa que tenga en cuenta sus necesidades fiscales y también financieras. Por ejemplo, “en ocasiones un ahorro fiscal puede ser mayor en volumen, pero inmediato en el tiempo y cuál escoger dependerá de la situación de la empresa” explica David Puentes, Country Manager de MoneyOak en España. En ocasiones será más interesante maximizar ese ahorro fiscal y en otras primará mejorar el flujo de caja de manera inmediata. 

MoneyOak, firma internacional de consultoría especializada en la gestión, asesoramiento y aplicación del incentivo fiscal IP-Box (Patent Box),tiene claro que toda empresa necesita su propia hoja de ruta para aprovechar al 100% su inversión en i+D+i desde el punto de vista de negocio, financiero y fiscal.

Las dos patas del gasto en I+D+i

¿Cómo crear este roadmap? Lo primero es siempre entender el punto de partida y a partir de ahí, conocer qué herramientas tiene a su disposición. David Puentes las divide, a nivel conceptual, entre los Incentivos fiscales vinculados con la I+D+i y las Ayudas/Subvenciones.

Los primeros son derechos “porque si cumples los requisitos los puedes aplicar sin que te los tenga que otorgar nadie”. En otras palabras, son directos y no dependen de una concesión, como ocurre con las ayudas. 

En España conviven principalmente tres tipos de incentivos fiscales a los proyectos de I+D+i:

• Las deducciones fiscales por I+D+i, que “premian el gasto de estas actividades, que son deducibles en el Impuesto de Sociedades”, si bien hay que diferenciar entre la I+D y la “i”, que se refiere a la innovación tecnológica. La primera puede llegar a una deducción de hasta el 59% de los gastos y la segunda a un 12% y las dos “tienen carácter retroactivo hasta 15 años”. Es decir, puedes analizar los proyectos llevados a cabo en el pasado y aplicarlo en el presente ejercicio fiscal (el 25 de julio de 2022). 
• Las bonificaciones por personal investigador, que pueden incluir desde personal de laboratorio, pasando por ingenieros hasta el equipo de IT en una empresa tecnológica. Este incentivo “optimiza el coste de empresa para el personal de I+D+i y suponen una menor salida de flujo de caja mensual que puede llegar hasta 4.689 euros por persona bonificada al año”, recuerda Puentes. Esta bonificación es compatible con las Deducciones Fiscales por I+D+i, para las empresas que dispongan del sello “PYME Innovadora”.
• El IP-Box, que es un incentivo fiscal compatible con las Deducciones Fiscales por I+D+i, Bonificaciones por personal investigador y cualquier tipo de ayuda (europea, nacional, regional o local), y que es uno de los grandes desconocidos en España, señalan desde MoneyOak.  

A estos incentivos fiscales y bonificaciones hay que sumar las ayudas y subvenciones, que se diferencian en que “no hay una certidumbre de conseguirla”. Los requisitos de cada convocatoria son diferentes y hay ayudas que incluso se conceden por orden de presentación hasta agotar fondos. 

En MoneyOak llevan a cabo un estudio global y personalizado que cubre el ciclo completo de Financiación de la Innovación. Para empezar, revisan y analizan los proyectos que ha realizado la empresa en el pasado y la posibilidad de deducirse por ellos. Además, se buscan e identifican las ayudas y subvenciones disponibles, que se adecuan a las necesidades específicas de cada cliente. 

El IP-Box, el incentivo fiscal que (casi) nadie utiliza en España  

Una parte de las empresas ya aprovechan las deducciones fiscales, bonificaciones y subvenciones. Sin embargo, no ocurre lo mismo con el incentivo fiscal IP-Box. Según los últimos datos disponibles de la Agencia Tributaria (AEAT) de 2019, apenas 151 empresas de los 1,5 millones que pagaron Impuesto sobre Sociedades en España han aplicado este incentivo.

“La principal causa es el desconocimiento por parte de las empresas y la falta de especialización de muchas empresas consultoras y despachos fiscales”, explica Puentes. En otras palabras, se conoce "a alto nivel", pero faltan expertos para su implementación end to end. Este incentivo fiscal requiere un perfil técnico-científico que avale que se cumplen los requisitos, especialmente en lo referente al "software avanzado", y otro legal y fiscal con experiencia en propiedad intelectual e industrial, en su caso.

Por eso, muy pocos expertos implementan este incentivo con garantías de éxito. “Nuestra matriz está en Bélgica, que fue el primer país donde se implementó el nuevo marco normativo del incentivo fiscal en el año 2016. En este sentido, contamos con una experiencia de más de 100 proyectos de IP-Box implementados, que nos aporta una gran ventaja competitiva en el mercado español. Además, las normativas española y belga son similares en un 90%, lo que hace que MoneyOak tenga un sólido bagaje para la implementación del IP-Box en nuestro país”.

¿Cuáles son los beneficios del IP-Box?

El IP-Box consiste en un ahorro fiscal sobre el ingreso que obtiene la empresa con la cesión o transmisión del derecho de uso y explotación de determinados activos intangibles:

• Software avanzado que derive en actividades de I+D+i
• Patentes y modelos de utilidad
• Dibujos y modelos que deriven en actividades de I+D+i 
• Certificados complementarios de protección de medicamentos y de productos fitosanitarios.

Un ejemplo de estos ingresos sería una empresa que comercializa su software mediante un modelo SaaS (software como servicio, del inglés: Software as a Service, SaaS). 

En concreto consiste en la reducción de la base imponible del Impuesto sobre Sociedades del 60% (70% en País Vasco y Navarra).

Implementar el IP-Box puede llevar a la empresa a plantear su modelo de negocio, resalta Puentes, ya que este incentivo tiene un efecto catalizador (cuánto más ingresos tengas de los citados activos intangibles, más ahorro fiscal obtendría la empresa). Además, es compatible con las Deducciones Fiscales por I+D+i, Bonificaciones por personal investigador y todo tipo de ayudas, es aplicable a cualquier tipo de empresa independientemente del sector al que pertenezca y entre empresas del mismo grupo, y no tiene límite máximo de aplicación. 

Un aspecto importante del IP-Box es que, al objeto de dar seguridad jurídica en la aplicación de este incentivo fiscal, se permite que con carácter previo a la realización de estas operaciones pueda solicitarse a la AEAT dos tipos de acuerdos: (1) acuerdo previo de valoración y (2) acuerdo previo de calificación y valoración. “Estos acuerdos tendrán una duración de cuatro años prorrogables, y validan con Hacienda el método de cálculo del ahorro fiscal que se aplica en el Impuesto sobre Sociedades”, precisa Puentes. 

En este sentido MoneyOak, con presencia internacional en Bélgica, España, Francia y Polonia, ha sido la primera firma de consultoría en haber presentado estos acuerdos previos de valoración con Hacienda en España, desde la introducción del nuevo marco normativo del incentivo fiscal en el año 2018, para proyectos de software avanzado.