Theresa May no someterá por tercera vez a votación su acuerdo para el Brexit y los comunes se preparan para tomar el control del proceso el miércoles

Pavel Ramírez
Theresa May, primera ministra de Reino Unido.
Theresa May, primera ministra de Reino Unido.
  • Theresa May comunica a los comunes que no someterá a votación su acuerdo en el Parlamento británico por tercera vez.
  • Su gabinete le había pedido la dimisión durante el fin de semana, pero finalmente ha aceptado posponer la decisión sobre el futuro de May.
  • El problema es que el presidente de los comunes prohibió tajantemente la semana pasada someter el acuerdo a una tercera votación "sin cambios significativos".
  • Además, May tampoco había logrado convencer a los unionistas y laboristas para que apoyasen su acuerdo.

Theresa May ha comunicado este lunes a los comunes que no someterá mañana a votación en el Parlamento británico su acuerdo con la UE por tercera vez, después de no lograr convencer a unionistas y laboristas para que apoyasen su acuerdo.

Se trata de una decisión que llega tras una reunión de emergencia esta mañana en la que el gabinete le exigía dimitir para continuar el proceso de desconexión con otro líder.

Entre los candidatos a ocupar su puesto con los que especulaba la prensa británica están los ministros Michael Gove, Boris Johnson, David Lidington, Jacob Rees-Mogg o Philip Hammond. Todos ellos con posturas radicalmente opuestas entre sí, lo que tampoco garantizaría que el Brexit llegase a buen puerto con un cambio de primer ministro.

Finalmente, han decidido apoyar a la primera ministra, que ha pospuesto cualquier decisión sobre su futuro a lo que ocurra el martes en el Parlamento británico. Eso sí, May ha reconocido ante los comunes que no tiene los apoyos necesarios para aprobar su acuerdo.

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La primera ministra también se ha reunido este lunes con la cúpula de los unionistas, así como con Jeremy Corbyn, el líder de los laboristas, para negociar su apoyo al acuerdo con la UE. Algo que no parece haber dado ningún fruto.

En este sentido, Theresa May ha confirmado que no llevará acabo la tercera votación este martes, al tiempo que ha descartado una serie de "votaciones indicativas" sobre el proceso a seguir, lo que delegaría el control del Brexit a los comunes.

Era una estrategia aún más compleja si tenemos en cuenta que se trata del mismo acuerdo que esta semana ha prohibido tajantemente someter a una tercera votación John Bercow, Mr. Speaker de la Cámara de los Comunes, a menos que no contuviese "cambios sustanciales" respecto al texto presentado en las dos ocasiones anteriores.

Prórroga larga, Brexit duro, segundo referéndum o control parlamentario del proceso

Y todo ello con una nueva fecha límite: el 12 de abril. Si para entonces el Parlamento británico no ha aprobado el acuerdo con la UE, deberá comunicar si quiere un Brexit duro en ese momento o si solicita una extensión larga del Artículo 50 (confirmando así la participación de Reino Unido en las elecciones europeas de mayo).

La alternativa pasaría por que se apruebe el acuerdo en la Cámara de los Comunes y se pospusiese de este modo el Brexit hasta el 22 de mayo, cuando se produciría una salida con acuerdo.

La última opción sería la revocación del artículo 50 del Tratado de la Unión Europea (TUE) para frenar unilateralmente el Brexit, en base a la sentencia del Tribunal de Justicia de la UE del pasado 10 de diciembre, que dictaba entonces que "Reino Unido es libre de revocar unilateralmente la notificación de su intención de retirarse de la UE".

Eso sí, siempre bajo la premisa de que la revocación del artículo 50 deberá ser una decisión "inequívoca e incondicional" y que en ningún caso podrá ser utilizada por Reino Unido como una táctica de negociación o para conseguir más tiempo, según la sentencia del Alto Tribunal.

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En este sentido, el pasado jueves se presentó una iniciativa popular que colapsó la web del Parlamento británico. Cuatro días después, más de 5 millones de personas la han firmado, solicitando la revocación inmediata del Brexit.

Además, durante el fin de semana, más de un millón de personas marcharon en Londres para solicitar un segundo referéndum.

Ante este panorama, crecen las voces en Reino Unido que exigen otra salida distinta al acuerdo de Theresa May para el Brexit, tal y como ha señalado Jeremy Corbyn en su intervención en el Parlamento británico este martes.

De hecho, una de las posibilidades que sigue estando encima de la mesa es la posibilidad de que el Parlamento británico tome el control del proceso a través de una serie de "votaciones indicativas" acerca de qué salida es la mejor. Una idea que ha defendido abiertamente el líder de la oposición en la Cámara de los Comunes y que podría contagiarse al resto de partidos de cara a la sesión parlamentaria del próximo miércoles.

Es más, John Bercow ha confirmado durante la sesión que la iniciativa para que el Parlamento tome el control del proceso —a cargo de Oliver Letwin— será debatida y votada el miércoles.

Sin embargo, May ha especificado que el Gobierno británico no puede comprometerse a aceptar el resultado de esas votaciones indicativas si "contradice el mandato para el cual [el Gobierno] ha sido elegida".

Los comunes tendrán que decidir en los próximos días.

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