Theresa May saca adelante su plan B para el Brexit y tendrá que renegociar con la UE una solución para la frontera irlandesa

Pavel Ramírez
Theresa May, durante el debate previo a la segunda votación sobre el Brexit.
Theresa May, durante el debate previo a la segunda votación sobre el Brexit.
  • Theresa May tendrá que negociar con Unión Europea su plan B, después de que el Parlamento británico le haya dado su apoyo en la votación de este martes.
  • Ha sacado adelante la propuesta impulsada por el conservador Graham Brady (de su partido): reemplazar la cláusula de salvaguarda por otra alternativa para evitar una frontera irlandesa dura.
  • La enmienda no especifica cuál es esa alternativa, por lo que primero tendrá que negociar con el resto de partidos para dar con una alternativa plausible.

Theresa May tendrá que negociar con Unión Europea su plan B, después de que el Parlamento británico haya dado su apoyo, por 317 votos a 301, a la propuesta impulsada por el conservador Graham Brady (de su partido): reemplazar la cláusula de salvaguarda por otra alternativa para evitar una frontera irlandesa dura.

La primera ministra ha logrado de este modo sortear el punto más espinoso del acuerdo: la cláusula de salvaguarda incluida en el acuerdo pactado con Bruselas, la cual mantendría a Reino Unido sujeto a las normas de aduanas y de comercio de la UE, evitando una frontera dura entre Irlanda del Norte e Irlanda si las conversaciones fallasen antes del final del período de transición del Brexit, previsto para 2021.

May ha explicado tras la votación que, si bien hay un "apetito limitado" en la UE por renegociar un acuerdo (y que, por tanto, no será fácil), intensificará los contactos con el equipo negociador comunitario a partir de esta semana, especialmente para proteger los derechos de los trabajadores que cruzan a diario la frontera irlandesaPo

Por su parte, el líder laborista, Jeremy Corbyn, ha declarado que sí se sentará a negociar con May después de que el Parlamento haya aprobado una enmienda no vinculante que establece que Reino Unido no saldrá de la UE sin un acuerdo. Y, por eso, está dispuesto a hablar sobre la frontera irlandesa y las posibles alternativas a la cláusula de salvaguarda.

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Sin embargo, la enmienda aprobada no especifica cuál es esa alternativa, por lo que antes de negociar con la UE tendrá que negociar con el resto de partidos de la Cámara de los Comunes para dar con una alternativa plausible.

Como problema añadido, tanto la UE como varios primeros ministros y jefes de Estado, como Emmanuel Macron, han repetido este martes que el acuerdo alcanzado el pasado noviembre es "innegociable", argumentando que "no se puede alcanzar un acuerdo mejor" para Reino Unido y su contraparte.

El jefe negociador de la UE, Michel Barnier, admitía hace unos días la necesidad de buscar "medidas" si se produce un Brexit sin acuerdo para evitar una frontera irlandesa dura. A esas declaraciones (y poco más) es a lo que se aferra Theresa May para negociar con la UE.

En cualquier caso, el tiempo se le echa encima a May, que apenas tiene margen de error: al no haberse modificado la fecha de la salida efectiva de Reino Unido de la Unión Europea, si no se alcanzase un acuerdo se produciría casi inevitablemente el temido Brexit duro.

Acuerdo con la UE o Brexit 'duro'

En total, se han votado 7 enmiendas (de las 14 inicialmente previstas), que han sido seleccionadas por el speaker —presidente de la Cámara de los Comunes—, entre las cuales el debate se ha reducido a la propuesta por Yvette Cooper, extender el artículo 50, y la de Graham Brady, reemplazar la cláusula de salvaguarda por otra alternativa para evitar una frontera irlandesa dura.

La primera opción votada ha sido la impulsada por el líder labortista, Jeremy Corbyn: retirar de la mesa la opción del Brexit sin acuerdo y buscar una fórmula para continuar con la unión aduanera con la Unión Europea. La Cámara la ha rechazado por 327 votos en contra y 296 a favor.

La idea del exfiscal general Dominic Grieve —permitir al Parlamento tomar el control del proceso del Brexit a través de una serie de votaciones por decreto— también ha sido rechazada por 321 votos a 301. May ha salvado de milagro la única enmienda que podría arrebatarle poder de negociación... A pesar de que prácticamente nadie apostaba por esta opción en un principio.

Más tarde se ha votado la opción de Cooper, que proponía que si el acuerdo con la UE no se aprueba antes del próximo 26 de febrero, el artículo 50 del Tratado de la Unión Europea —con el que Reino Unido pretende dejar de ser miembro— se extendería automáticamente hasta el 31 de diciembre de 2019, dando más tiempo a la negociación con Bruselas y a la aprobación parlamentaria en Reino Unido.

Sin embargo, esta opción ha sido rechazada por 321 votos a 298, acabando prácticamente con las opciones de una alternativa al plan B propuesto por Theresa May para renegociar el acuerdo con Bruselas.

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La opción de Brady —secundada por May— ha obtenido la mayoría: 317 votos a favor y 301 en contra. De este modo, el siguiente paso de Theresa May es intentar consensuar con las demás fuerzas parlamentarias una alternativa a la cláusula de salvaguarda que evite una frontera irlandesa dura.

Por otra parte, se han votado otras enmiendas: la impulsada por el SNP ha sido rechazada por 327 votos a 39, que proponía una extensión del artículo 50 y retirar la opción del Brexit sin acuerdo de las posibilidades a barajar por el Gobierno de Theresa May; y la presentada por la laborista Rachel Reeves: su propuesta de extender durante dos años el artículo 50 ha sido rechazada por 322 votos a 290.

La última opción votada ha sido la impulsada por la diputada tory Caroline Spelman, que proponía que Reino Unido no abandonaría de ningún modo la UE sin un acuerdo. Sin embargo, esta enmienda no tenía carácter legislativo y pretendía simplemente establecer una posición clara y unánime en el Parlamento. El resultado ha sido de 318 votos a favor y 310 a en contra.

Algo que podría interpretarse con una tímida confianza del Parlamento en que se alcanzará un acuerdo a tiempo. Aunque la amenaza de un Brexit duro siga planeando sobre los escaños de los comunes.

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