Por qué McDonald's, Burger King y Papa John's no pueden cerrar todos sus locales en Rusia

McDonald's, Burger King y Papa John's están siendo criticadas por tener todavía algunos locales abiertos en Rusia, pero no pueden hacer nada al respecto. 

Mientras que muchas empresas occidentales han podido interrumpir su actividad en Rusia casi inmediatamente después de decir que lo harían, para otras ha sido más complejo.

En lugar de poseer y explotar sus propios establecimientos en Rusia, muchas cadenas de comida rápida franquician su marca a favor de otros operadores.

Esto significa que firman un acuerdo a largo plazo que permite a un tercero utilizar su marca. Aunque ofrecen a los franquiciados orientación y apoyo para garantizar que la calidad se ajusta a sus propios criterios, una vez que firman este acuerdo, no tienen un control total sobre estos locales. 

McDonald's fue la primera gran cadena de comida rápida estadounidense en retirarse de Rusia el 8 de marzo, y otras grandes cadenas no tardaron en seguir su ejemplo. Sin embargo, algunos de los 100 locales rusos operados por franquicias siguen abiertos, según ha confirmado McDonald's a Ria Novosti.

Papa John's se ha enfrentado a un problema similar con un franquiciado que no quiere cerrar. Christopher Wynne, un estadounidense de Colorado, es dueño de una empresa que opera 190 locales de Papa John's en Rusia, informó The New York Times.

Las empresas se están pronunciando para distanciarse de los franquiciados que aún siguen operando en Rusia.

"Nosotros, en Papa John's, hemos tomado medidas rápidas para cesar todas y cada una de las operaciones corporativas en Rusia, incluyendo la retirada de cualquier forma de apoyo corporativo a los restaurantes allí.  No poseemos ningún activo ni tenemos empleados en Rusia. Tampoco estamos obteniendo ningún ingreso de Rusia en este momento. Dicho esto, no podemos provocar unilateralmente el cese de las operaciones de los franquiciados independientes que operan allí", ha declarado Papa John's a Business Insider. "Esperamos que se produzca rápidamente una salida pacífica. Hasta que eso ocurra, no operaremos en Rusia como empresa".

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El presidente de la empresa matriz de Burger King, Restaurant Brands International, fue igualmente sincero sobre las limitaciones de un acuerdo de franquicia en una carta dirigida esta semana a los empleados.

"¿Nos gustaría suspender inmediatamente todas las operaciones de Burger King en Rusia? Sí. ¿Podemos imponer la suspensión de las operaciones hoy? No", escribió, explicando que un "complicado proceso legal" le impide obligar a los franquiciados a suspender su actividad.

"No existen cláusulas legales que nos permitan cambiar unilateralmente el contrato o que permitan a cualquiera de los socios simplemente abandonar o anular todo el acuerdo", precisó. "Cualquier intento actual de hacer cumplir nuestro contrato requeriría, en última instancia, el apoyo de las autoridades rusas sobre el terreno, y sabemos que eso no ocurrirá prácticamente a corto plazo".

Robert Lands, abogado de Howard Kenney especializado en derecho de la propiedad intelectual, afirma que no es fácil para las marcas eludir estos acuerdos. 

"No pueden simplemente romper un acuerdo con un franquiciado, ya que el franquiciado no ha hecho nada malo, es el Gobierno el que tiene la culpa", explica a Business Insider. 

Únicamente si un franquiciado actúa de forma que perjudique a la marca, tendrían derecho a rescindir el contrato, explica. 

"Pero, si no hacen nada más que estar en Rusia, no hay motivo para rescindir el contrato, así que habría que esperar a que llegue el momento de la renovación, y no hacerlo, o negociar una salida", sentencia.