Pruebo 3 hamburguesas clásicas del McDonald's y Burger King para descubrir cuáles están más ricas: la ganadora es una explosión de sabores

McDonald's vs. Burger King: he aquí posiblemente la batalla más épica de la historia de la humanidad. Sagas familiares enteras se han dividido porque algunos miembros eran más de Big Mac y otros de la Doble Whopper. No existe mayor tensión que la que habita entre el desgraciado espacio que separa un McDonald's del Burger King que se ha instalado justo enfrente. 

Hoy me he levantado decidido a acabar con el eterno debate sobre cuál de las 2 tiene mejores hamburguesas. ¿Tengo gusto culinario? Si lo tengo aún no lo he encontrado. ¿He recibido una señal divina que me imponga dicha misión? No, pero los lametones de la gata esta mañana han sido más insistentes que de costumbre. Lo importante es que he decidido ser el juez que decidirá, de una vez por todas, la mejor hamburguesa (o "sandwich", como se refiere el menú del McDonald's, como si al llamarlo de esa forma fuera a tener menos calorías).

Como probar solo 2 hamburguesas iba a saber a poco, he decidido pedir 3 hamburguesas de cada establecimiento. Así no habría empate posible, y de paso en casa ya tendríamos comida, cena y parte del desayuno del día siguiente. Para ser total y objetivamente imparcial, cada una de las 6 hamburguesas elegidas solo se llevaría un mordisco de mi parte. En un solo mordisco debían ser capaces de destacar todas sus fortalezas y esconder sus debilidades.

Para ser aun más justos, he pedido las hamburguesas en el McDonald's y Burger King del Splau, centro comercial de Cornellà (a 15 minutos de mi casa en coche). De esta forma, los 2 pedidos saldrían casi a la vez y recorrerían prácticamente la misma ruta hasta llegar a mi paladar. 

Primero ha llegado el pedido del McDonald's.

7-10 minutos después aterriza la bolsa del Burger King. 

Como no es una competición de velocidad, y han llegado relativamente pronto, esto será solo una anécdota.

He aquí las 3 hamburguesas del McDonald's que serán valoradas:

• Big Mac
• McPollo
• McRoyal Deluxe

Cada una de ellas se enfrentará respectivamente a 3 hamburguesas del Burger King:

• Big King
• Crispy Chicken
• Doble Cheeseburger

¿Quién ganará cada round?

Batalla 1: Big Mac vs. Big King

Debo admitir que no me puedo resistir al diseño de la comida en McDonald's.

Sí, es comida rápida. Pero tiene clase. Da la sensación de que lo que hay dentro ha sido bien preparado.

En cuanto a su interior, me esperaba mucho desorden debido al viaje hasta casa.

Soy consciente de que parte del precio de ser una persona adulta es reconocer que la comida de verdad nada tiene que ver a la de las fotos, pero admito que me hubiera gustado haber visto el queso sobresalir del pan.

Spoilers: esta será la única hamburguesa con la rebanada superior totalmente limpia.

Para un amante de la comida rápida, ha sido una visión decepcionante. Austera. La cantidad de lechuga sobresaliendo también me ha alarmado; si quiero tanto verde me habría pedido una ensalada. El poco queso presente me ha dado mala espina. Admito que he dado el mordisco pensando que iba a empezar el juicio con mal pie.

Sostengo la hamburguesa, rumbo hacia mi boca.

Cae más lechuga. Casi parece gritar "¡No, no estoy lista para ser devorada!". Y ñam. Llega el mordisco.

Es un mordisco positivamente sorprendente. Al menos al inicio. 

El queso Cheddar fundido y la salsa secreta del Big Mac, muy desaparecidos visualmente, protagonizan una fiesta tremenda en mi paladar. Lo saboreo. Es como probar travesura líquida. Quiero que dure todo lo posible. Pero entonces me doy cuenta de un problema: he probado dos trozos de carne... y su sabor llega en segundo lugar. La carne debe ser la protagonista de una hamburguesa y todo lo demás debe realzar su gusto, y no al revés. Eso sí: el bocado ha sido fresco. Muy agradecido con el calor que hace.

El contendiente del Big Mac será el Big King.

¿Por qué esta hamburguesa y no una Whopper, que es la más icónica del Burger King? Porque es la que más se parece en cuanto a consistencia e ingredientes al Big Mac del McDonald's.

Lo primero que se me viene a la mente al ver el Big King es "robustez". 

Luego, a nivel visual, me imagino un fortín medieval que sirve de refugio a un rey y sus soldados mientras resisten el asedio del enemigo. Y es que el pan utilizado es grueso, fuerte. Parece que va a aguantar.

El interior tiene mejor pinta que el Big Mac. 

El pan tiene el pepino, la cebolla, una cantidad aceptable de lechuga, el queso (que ha manchado la carne)... Mi lengua chasquea: tiene buenas vibraciones.

La consistencia de la hamburguesa tiene un efecto práctico: cuando la coges, lo puedes hacer sin miedo.

Ni se va a romper ni se va a desmontar su interior. Nada cae en esta ocasión: todo ansía por ser devorado. Así que la pruebo.

Maravilla de maravillas. A las milésimas de iniciar el bocado, todos los ingredientes del Big King explotan en mi boca.

Es una detonación harmoniosa. Nada sobresale. Nada pasa desapercibido. El queso, el pepino, la carne, el pan, las pepitas... Todo se condena en mi interior y crea un equilibrio insólito. "Bravo", pienso mientras la dejo en su sitio. Y entonces lo veo. Veo el queso fundido salir por el borde. Y me encanta. Es como si, al morder el Big King, hubiera formado parte de su proceso de transformación: han sido mis dientes los que al apretar han contribuido a que la hamburguesa entrara en una nueva fase donde el queso adquiere una nueva consistencia. Me siento partícipe de esta creación y no podía estar más orgulloso de ello.

El ganador indiscutible en esta ronda es el Big King del Burger King. 

Con un solo mordisco he podido degustar literalmente todo lo que me puede ofrecer, con una harmonía que no me esperaba. El problema del Big Mac no es que fuera malo, es que la salsa y el queso le quitaban demasiado protagonismo a la carne.

Batalla 2: McPollo vs. Crispy Chicken

Voy a sincerarme: después de probar la genialidad conocida como Big King, mi mente ya había predicho por su cuenta, que el Mc Pollo perdería.

Pensé que si el resto de hamburguesas del Burger King iban a ser tan buenas como el Big King, su rival no tendría nada que hacer. Así que observé la caja del McPollo del McDonald's con recelo. Como anticipando ya el sabor de su derrota.

Esos prejuicios, dignos de un juez amateur, desaparecen al ver la presentación.

Me encanta que todo sobresalga del pan. Que el pollo supuestamente crujiente asome para tentarme con la mayonesa goteando y mezclándose con la lechuga. ¿Qué me encontraré si la abro por curiosidad?

Así me gusta. Que se note que no solo hay pollo en la hamburguesa.

De nuevo, no es exactamente la disposición ideal que me gustaría, pero la cosa promete y esta vez la cantidad de lechuga es aceptable.

El McPollo es la hamburguesa más agradable de coger. 

Engaña con su humildad. Te dice que es liviana, que no durará mucho el sabor en tu boca. Es una trampa. Quiere coger al comensal con la guardia baja para que, cuando dé el mordisco...

Soy una persona sumamente orgullosa. Aborrezco no tener la razón y, especialmente, admitir que jamás la he tenido. 

No ocurrirá esta vez: me complace decir que mis impresiones iniciales del McPollo eran una soberana memez. Un ejercicio de prejuicio puro y duro. Lo primero que te impacta al probar esta hamburguesa es el doble combo de dulzura agradable: la de la mayonesa (¿cómo puede impregnarlo todo si parecía que había poca?) y la del pollo. Este cruje en mi boca tras varios mordiscos. 

Primero engaña y me hace creer que es exactamente el pollo de los Nugetts. Pero luego desvela un regusto final diferente, muy atractivo. Casi hago trampas y termino con toda la comida de un par de bocados al hacer la foto de arriba. Horas después, mientras escrito este artículo, esa dulzura impresionantemente suave sigue en mi gusto y no sé si me controlaría si alguien me pusiera un segundo McPollo delante.

El listón se encuentra doblemente elevado cuando llega el turno del Crispy Chicken. 

Por un lado, el genial Big King me hace creer que todas las hamburguesas de Burger King serán geniales. Por otra, si el Crispy es solo la mitad de bueno que el McPollo, ya me puedo dar por satisfecho.

Mientras que el pollo crujiente sobresalía en el McPollo, en el Crispy sobresale la lechuga y el tomate. 

No es la mejor presentación, pero hay que tener en cuenta el efecto aleatoriedad; cada hamburguesa se destapa de forma diferente según las circunstancias.

He elegido a la Crispy como rival del McPollo porque, salvo el tomate, son prácticamente iguales. 

Incluso por dentro se parece mucho a lo que se ha visto de su rival. Decido morder por la parte del tomate que sobresale, ya que creo que obviar este ingrediente diferente podría ser un error. Todavía me arrepiento del mordisco que hice.

Al querer abarcar el tomate, ocurre una tragedia.

El trozo que me he llevado a la boca no se separa bien del resto del tomate. Estoy más preocupado intentando abarcar más tomate del que había previsto para que no se cayera todo al suelo. Eso provoca que me cueste prestar atención a todo lo demás. Cuando lo hago, noto un sabor general demasiado adulto, sobre todo en comparación con el "picaruelo" McPollo. Más allá de esta madurez, nada más. Ni carne, ni mayonesa. Como si no estuvieran. Es más: la carne me arde un poquito la garganta. Al acabar me veo obligado a beber agua por primera vez durante esta valoración para que se me vaya este inesperado picor.

El ganador de esta batalla es sin lugar a dudas en McPollo. 

Ha golpeado con sorpresa. Pero no con rudeza sino con mimo y delicadeza. Ha sido el KO más dulce que he probado en este juicio. Y, con este ganador, se produce un empate entre McDonald's y Burger King.

Batalla 3: McRoyal Deluxe vs. Doble Cheeseburger

No me esperaba que hubiera un empate y que todo lo decidiera la última batalla, aunque me va de perlas para elevar dramatismo.

Para mayor tensión, empezaré probando una hamburguesa del McDonald's que hasta ahora no había catado.

Dentro me aguarda la fiel némesis de este artículo: la lechuga.

Con tanto verde me cuesta distinguir el queso, el tomate o las rodajas de tomate de su interior.

La vista mejora cuando la abro.

Al abrirla sí que se ve mucho mejor el queso, la mayonesa o el tomate... aunque la carne anda totalmente desaparecida.

La pruebo. Frescura: una frescura sorprendente que no esperaba.

Dicho frescor no viene de la mayonesa o de la lechuga sino directamente de la ternera. El tomate en esta ocasión no me ha molestado, al contrario; ha dado un toque ácido que ha servido de contrapeso. Si bien es cierto que no he tenido ganas de repetir como con el McPollo, he quedado gratamente satisfecho. Nada mal para ser mi primer encuentro con esta hamburguesa.

Antes de nada, aviso que ha habido un error en el pedido del Burger King. 

Había pedido la Doble Cheese Salad, pues es la que más se parece a la McRoyal Deluxe Pero me ha llegado la Doble Cheeseburger. No  pasa nada. Soy un hombre capaz de adaptarse a terribles avatares del destino como una hamburguesa errónea.

Debido al error del pedido, creí que esta hamburguesa del Burger King tenía las de ganar por un gran motivo: su salsa barbacoa.

Me pirra la salsa barbacoa. Me encanta. He intentado casarme con ella y he sido injustamente perseguido por ello en 6 estados. 

Ocurre algo extraño al abrirla.

El queso de arriba está tan pegado al pan y a la ternera que esta también se traslada durante el movimiento. Como resultado se revela una loncha de queso quizás no tan bien distribuida como cabía esperar. Pero no pasa nada. La barbacoa llama. Conforme me la acercaba a la boca, me prometí ser lo más justo en la valoración pese a esta especie de soborno gustativo en forma de salsa.

Decepcionante. Muy decepcionante. Sin lugar a dudas, la peor hamburguesa de las 6. 

El pepino es su gran problema. Su sabor fuerte, rudo, lo inunda todo en el primer mordisco. ¿Dónde queda el queso resbaladizo? La ternera? ¿Mi querida barbacoa? Como si no existieran; aparecen, pero demasiado tarde y con inseguridad. En ese preciso instante sé que la Doble Cheeseburger va a quedar tan abajo en la lista que hoy ni formará parte de la comida ni de la cena.

Gana indiscutiblemente la McRoyal Deluxe de McDonald's. 

Tiene mucho mérito teniendo en cuenta que debido a un error técnico su rival ha contado con una gran ventaja. Felicidades, McRoyal. Y con su victoria se llega a una conclusión inevitable: las hamburguesas del McDonald's son mejores que las del Burger King.

Las 3 mejores hamburguesas (y las 3 peores)

Como soy un fanático de los ránkings, termino la competición ordenando a las 3 hamburguesas ganadoras de la mejor a la peor.

1. Big King
2. McPollo
3. McRoyal Deluxe

Para comer, las 2 elegidas fueron Big King y McPollo. La primera fue un redescubrimiento constante de un equilibrio perfecto de sabores. ¿La segunda? Hubiera repetido de lo genial que estaba.

Y aquí las 3 perdedoras de la competición.

1. Crispy Chicken
2. Big Mac
3. Doble Cheeseburger

La mejor de ellas es la Crispy Chicken; lo del tomate fue un accidente que seguro que no vuelve a ocurrir. Luego el Big Mac y el misterioso caso del sabor de la carne desaparecida. En cuanto al Doble Cheeseburger, ahí fue cuando terminó nuestra relación.

Y hasta aquí el debate que ha durado eones: McDonald's vs. Burger King. 

Si me preguntan, voy a elegir McDonald's de calle. ¿Opinas lo mismo o estás a nada de declarame la guerra? ¡Crea tu propio concurso degustativo si no estás de acuerdo! Seguro que te lo pasas genial. Y ya te garantizo que atraerás a muchos amigos con 0 ganas de salir en las fotos y 0 escrúpulos por comer hamburguesas que ya han sido mordidas.