Me despidieron de Deloitte tras 18 meses: estos fueron mis errores de novato

Eddy Gramajo (no aparece en esta imagen) fue despedido tras 18 meses en Deloitte.
Eddy Gramajo (no aparece en esta imagen) fue despedido tras 18 meses en Deloitte.

shapecharge/Getty, Tyler Le/BI

Jane Zhang,

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  • Eddy Gramajo consiguió un trabajo en Deloitte cuando era universitario y tenía una situación económica muy precaria.
  • En Deloitte, se centró demasiado en adaptarse a la cultura corporativa y no en su trabajo real.
  • Gramajo fue despedido al cabo de un año y medio, pero desde entonces ha desarrollado una exitosa carrera contable en el sector tecnológico.

Este artículo se basa en una conversación con Eddy Gramajo, un contable de 32 años de San Diego. Business Insider ha verificado su historial laboral y sus datos salariales. La entrevista se ha editado por razones de concisión y claridad.

Durante el instituto, no era un gran estudiante. Mis notas eran mediocres, y mi orientador escolar me aconsejó asistir a la universidad pública. Pero, a pesar de ello, conseguí un trabajo en Deloitte, del que no obstante fui despedido 18 meses después.

Estudié contabilidad en la universidad para mejorar mi vida

Crecí en California con mi madre y mi hermano. Ella era madre soltera, por lo que nos crio sola a los dos, y con su trabajo de peluquera no ganaba mucho. Recuerdo incluso llegar del colegio y no saber dónde íbamos a dormir porque nos habían desahuciado.

Pese a no ser buen estudiante, conseguí entrar en la Universidad de Redlands, una pequeña universidad del sur de California, con una generosa ayuda económica y varias becas de organizaciones benéficas locales.

Allí, estudié una doble licenciatura en Empresariales y Contabilidad porque la gente que conocía con un mejor estatus económico eran contables o se dedicaban a las finanzas o los negocios. Quería ayudar a mi madre, superarme a mí mismo y no tener que preocuparme por gastos como la luz o la comida.

Me dijeron que mi aspecto no era lo bastante profesional

Durante la universidad, busqué formas de ganar dinero: revendí los libros de texto usados de mis compañeros y trabajé varias veces a tiempo parcial en comercio y servicios. Paralelamente, busqué empresas para hacer prácticas, pero no conseguí ninguna a pesar de ir a eventos, asistir a presentaciones, hacer simulacros de entrevistas y presentar solicitudes.

Recuerdo que pensé que en mi primer evento de Meet the Firms (pensado para conseguir prácticas) me había ido genial, ya que conocí a mucha gente y me dieron un montón de tarjetas de visita. Entonces mi profesor, jefe de contabilidad, me llamó aparte y me dijo que uno de los empleados de las big four (las cuatro grandes empresas de consultoría, es decir, PwC, Deloitte, Ernst & Young y JPMC) aconsejaba que me arreglase más, me afeitase y buscase un aspecto más presentable.

En otro acto, recuerdo que uno de los reclutadores de las big four me dijo: "Ni siquiera voy a considerar tu currículum porque tu nota media no es lo bastante alta".

Fue duro conmigo, pero me animó a esforzarme más. En mi penúltimo año, me convertí en presidente de la Sociedad de Contabilidad y fundé una sección de ALPFA, una asociación para profesionales latinos, con una compañera de clase. También mejoré mi nota media, llegando a graduarme con matrícula de honor.

En mi último año, un empleado de Deloitte hizo una presentación en el campus. Ambos congeniamos hablando de béisbol, y más tarde me puse en contacto con él. Me ayudó a enviar mi currículum a un reclutador.

Ese otoño recibí una oferta de trabajo de Deloitte. Sabía que trabajar en una de las Big Four me ofrecería muchas oportunidades y me prepararía para una rápida progresión profesional, así que acepté el trabajo.

En Deloitte, me centré en mi apariencia y personalidad en vez de en el trabajo

Me pasé horas pensando qué ponerme el primer día. Elegí corbata, camisa y pantalones de vestir, y recuerdo que al entrar me di cuenta de que era el único que llevaba corbata. En el pasado me dijeron que mi aspecto no era lo bastante profesional, y en este caso acabé pasándome.

Eddy Gramajo en su primer día de trabajo.
Eddy Gramajo en su primer día de trabajo.

Eddy Gramajo

En mi promoción, de 13 personas, yo era una de las dos únicas personas racializadas, y no quería que me infravaloraran por ello. Sentía que el resto de mis compañeros sabían moverse en el mundo empresarial mejor que yo, así que me limité a observar y aprender.

Estaba tan obsesionados con adaptarme a la cultura empresarial que descuidé el trabajo contable; ese fue mi error. Me centré en hacerme amigo de los de arriba porque eso era lo que creía que tenía que hacer para progresar y construir mi carrera.

Cuando llegué a Deloitte, estaba rodeado de gente de Yale, de la Universidad de California en San Diego y de todas esas facultades en las que no entré, así que me aferré a lo que creía que era mi punto fuerte: mis habilidades sociales. Lo hice porque siempre me habían llevado a sitios donde mi inteligencia no podía.

woman at desk working illustration

Me despidieron por mi rendimiento

Me ascendieron a los 12 meses, pero entre ese momento y la siguiente revisión, quedó claro que aquello no funcionaba. No cumplí con algún que otro plazo y me corregían los Excel que entregaba más de lo previsto. No presentaba los proyectos con la rapidez necesaria porque temía hacer preguntas.

Unos meses antes de que me despidieran, mi jefa me preguntó qué me pasaba. Le conté algunas cosas personales que me estaban pasando porque pensé que podía ser sincero con ella. Básicamente me respondió: "Sé que tienes problemas, pero todo el mundo los tiene y, aun así, se las ingenian para hacer las cosas a tiempo".

Entonces, empezaron a asignarme trabajos de menor nivel y, en mi decimoctavo mes allí, dejé de ver cosas en mi calendario. Aproveché la menor carga de trabajo para estudiar para el examen de CPA (Certified Public Accountant).

Un día, llegué a la oficina y vi que tenía algo programado en mi agenda para esa mañana. Era una reunión con el socio principal de la oficina de San Diego y la persona de recursos humanos. Me dijeron que me despedían por problemas de rendimiento. Me lo tomé muy a pecho, ya que no me gustan las excusas. Me di cuenta de que no había hecho un trabajo de calidad, así que lo entendí.

A pesar del despido, estaba muy agradecido por la oportunidad. Sabía lo importante que era tener a Deloitte en mi currículum, aunque solo fuera esa experiencia de 18 meses.

Finalmente, conseguí una buena carrera laboral

Después de Deloitte, creé una aplicación con un antiguo compañero de la empresa para enseñar educación financiera a familias y estudiantes con bajos ingresos. El proyecto no acabó de funcionar, pero en un momento dado llegamos a tener 5.000 usuarios activos mensuales.

Volví al Área de la Bahía de San Francisco y me quedé en el sofá de mi hermano durante unos meses mientras buscaba trabajo en empresas tecnológicas, en parte porque sabía que allí se movía más dinero. Hice entrevistas en 25 sitios y conseguí una oferta en Pandora, en contabilidad de ingresos.

Después de Pandora, trabajé en Glassdoor, monté mi empresa de consultoría, Gramajo Consulting, me uní a Calm siendo su primera contratación en el equipo de ingresos, y llevo en Dropbox desde junio de 2022.

Es el periodo más largo que he pasado en una empresa, y Dropbox es uno de los mejores lugares en los que he trabajado. La cultura es genial, y es teletrabajo completo. Mi salario total es de casi 300.000 dólares al año, y Dropbox ofrece grandes beneficios, como una baja por paternidad de seis meses. Cuando nació mi hijo, pude estar en casa con él durante ese tiempo.

No miro atrás y me arrepiento de lo que he hecho, ya que creo que todo ocurre por alguna razón. Quizá si no me hubieran despedido, no habría creado la aplicación financiera ni habría conseguido un trabajo en Pandora.

Gramajo con su mujer y su perro, Simba.
Gramajo con su mujer y su perro, Simba.

Eddy Gramajo

Ahora, 10 años después, me centro en asegurarme de que mi equipo tiene claros los objetivos que nos fijamos. No quiero que nadie se sienta como yo me sentí en Deloitte, por lo que siempre ofrezco mucha transparencia a mi equipo a la hora de dar feedback y hablar del crecimiento profesional.

Me centro mucho en que se sientan psicológicamente seguros porque creo que es importante, especialmente para los más novatos, las mujeres y las personas racializadas. Dos de los tres miembros de mi equipo son mujeres de color, e intento darles valor y reconocimiento.

No quiero dejar de mencionar a todas las mentoras que me han apoyado en este camino

No habría llegado hasta aquí sin el apoyo de algunas grandes mentoras, como Nancy, la mujer que dirigía un programa llamado College Dream Team y que fue la primera que me dijo que podía ir a la universidad; Becky Mangiardi, mi bibliotecaria del instituto, que siempre me escuchaba y pagó una de mis tasas de 75 dólares para la solicitud de acceso a la universidad cuando yo intentaba encontrar la manera de conseguir el dinero; y Laurie Mitchell, mi profesora de contabilidad, que me prestó 1.200 dólares para poder trasladarme a San Diego para trabajar en Deloitte porque sabía lo importante que era para empezar mi carrera.

Eddy Gramajo con su profesora, Laurie Mitchell.
Eddy Gramajo con su profesora, Laurie Mitchell.

Eddy Gramajo

Comparto mi historia en TikTok e intento ser más transparente con mi equipo porque quiero transmitir a los demás los conocimientos que he adquirido a lo largo de mi carrera. Me gustaría que los demás no enfrenten las dificultades que yo enfrenté y aprendan de mis errores.

Los representantes de Deloitte no han respondido a Business Insider para participar en este artículo.

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Etiquetas: Trabajo, Empresa