Amortizar deuda o invertir tu dinero: las claves para saber qué es lo mejor para tus finanzas

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Hay un dilema dentro de las finanzas personales que los expertos en gestión patrimonial siempre plantean a sus clientes y es si es recomendable amortizar deuda directamente o invertir previamente tu dinero.

Esto es algo como si va antes la gallina o el huevo. Algunos creen que si no se trata de deuda nociva –como una hipoteca asumible– no es necesario adelantar capital y sí aprovechar las rentabilidades al invertir para hacer esas amortizaciones. Sin embargo, otros apuestan por eliminar cargas que se tengan lo antes para tratar de alcanzar la libertad financiera con facilidad y, ya después, apostar por la inversión.

Pero más allá de todo esto es importante siempre seguir un hábito de ahorro concreto. Es decir, una planificación financiera en el que se haga un seguimiento del presupuesto para tener la mejor salud económica posible. Y aquí es donde entra la importancia del apalancamiento personal y de qué se ha de hacer.

La importancia del coste de la deuda

A la hora de tomar la decisión sobre si es mejor pagar deuda o invertir es necesario tener en cuenta cuál es el coste de ese endeudamiento. Si tienes más de una deuda lo normal es empezar a repagar la que tiene un mayor coste. En este sentido, necesitas saber qué interés pagas. 

Generalmente, la deuda de consumo, como puede ser un préstamo personal para la compra de un coche, suele ser bastante cara porque el riesgo de impago que asume la entidad bancaria es relativamente elevado. Mientras, el tipo de interés de las hipotecas es menor, ya que el inmueble responde del pago de la deuda.

Pero hay otros factores que se deben tener en consideración. Un ejemplo sería que en algunos préstamos hipotecarios existen las vinculaciones: productos que, si contratas, hacen que el tipo de interés sea más reducido. En el caso de que esos productos no los contratases normalmente implicaría un coste añadido.

De este modo, si para tener beneficiarte de un cierto tipo de interés tienes que pedir una tarjeta de crédito y te cobran una comisión anual, esa comisión es parte ese coste. Hay que tener todo en cuenta.

Además, has de calcular los impuestos que te ahorras con la deuda. ¿Qué quiere decir esto? Habitualmente, una deuda nociva, no te permite ahorrar en ningún concepto fiscal. No obstante, una deuda buena sí que tiene la posibilidad de ahorrar impuestos. Por ejemplo, si eres un trabajador autónomo y te compras un ordenador como herramienta de trabajo. Esa adquisición tiene una deducción fiscal. 

La rentabilidad que puedes recibir de tus inversiones

He aquí la segunda idea que has de tener presente para saber qué es lo que más te compensa: si amortizar o invertir tu capital. 

La rentabilidad que puedes obtener de tus inversiones depende fundamentalmente de tu habilidad como inversor. Ese rendimiento dependerá de en qué tipo de activo entres: ya sean valores en la bolsa, activos inmobiliarios, fondos de inversión, planes de pensiones y un largo etcétera.

Como inversor lo más probable es que te hayas especializado en uno o 2 tipos de inversiones y seas capaz de estimar tu retorno anual. Pero en el caso de que no estés familiarizado con el mundo de los mercados, la rentabilidad que vas a poder conseguir será más aleatoria y dependerá del éxito de tu entidad bancaria.

¿Amortizar deuda o invertir?

Pero yendo a lo concreto lo interesante es descifrar qué compensa más teniendo en cuenta los factores anteriores. Así, lo cierto es que a la hora de tomar esta decisión lo que hay que hacer es sentarse y ponerse a calcular números. 

Asimismo, sería prudente estimar la rentabilidad de tus inversiones de una forma conservadora y, de hecho, si los resultados son similares entre pagar deuda o invertir, mejor amortizar deuda, porque repagando no hay incertidumbre sobre lo que te ahorras. Eso es así de claro.

Sin embargo, hay unas pautas generales que te pueden servir de guía. En primer lugar, como regla general, salvo que seas un inversor que tenga una gran habilidad, siempre es mejor repagar deuda no hipotecaria, porque sus intereses son mucho más elevados y pueden comprometer tus finanzas personales.

Siguiendo este hilo, la deuda hipotecaria tiende a ser muy barata por lo que es relativamente sencillo conseguir obtener rentabilidades superiores a lo que pagas de interés. En este caso no hay dudas de que es mucho más interesante invertir tu dinero.

Especialmente, necesitas tener un conocimiento profundo de tus finanzas personales y ver qué deudas te interesa pagar y cuáles no suponen una gran carga, en cuyo caso es preferible que destines dinero a la inversión. Paga todo aquello que suponga una losa en el camino y un impedimento a tu estabilidad de largo plazo.

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