El primer ETF de futuros de Bitcoin rompe todos los récords: ¿merece más la pena invertir en ese tipo de producto o directamente hacerlo en las criptomonedas?

Una persona minando criptomonedas.

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  • El primer ETF sobre futuros de Bitcoin acumula ya más de 1.000 millones de patrimonio en pocas horas: los inversores se plantean si es mejor tener exposición al token a través de este vehículo.
  • Los expertos opinan cuáles son las ventajas y desventajas, en este momento, para un inversor minorista entre invertir en Bitcoin mediante un fondo cotizado o hacerlo directamente.
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¿Quién no ha oído hablar a estas alturas de la vida de las criptomonedas? Es obvio que nadie. Inundan las redes sociales, los anuncios de Youtube, las marquesinas de autobuses y un largo etcétera. Se ha convertido en la comidilla de los que buscan rascar rentabilidades con los pírricos ahorros sobrantes de cada mes. Pero también en una oportunidad para aquellos más formados en el mundo de los mercados.

Sea como fuere, los criptoactivos están poniendo el mundo de los mercados patas arriba. 

El interés por el Bitcoin, Ethereum y otras criptomonedas se ha disparado, mientras el debate de si quedarse fuera de esta clase de activo sigue atormentando al que aún no se ha metido dentro. Como aquella fiesta a la que aún no te habían invitado en el instituto, pero querías estar, porque iba a acudir toda la gente molona. Eso está pasando, especialmente, con el Bitcoin. La evidencia es que ha vuelto a superar máximos históricos gracias, en parte, al lanzamiento del ETF basado en el token. 

El Bitcoin se ha transformado en algo así como un activo gigantesco. El Everest de los criptoactivos. 

“Con un valor de mercado de 2 billones de dólares y 200 millones de usuarios, el universo de activos digitales es demasiado grande como para ignorarlo”, aseguraba recientemente Alkesh Shah, jefe de estrategia de cifrado de Bank of America. El capital de riesgo invirtió 17.000 millones de dólares en activos digitales durante la primera mitad del año, frente a los 5.500 millones de todo el 2020.

Son números que representan la dimensión que ha ido alcanzando.

Sin embargo, hace solo unas semanas, se encontraba en completamente en la cueva, golpeado por los temores regulatorios en Estados Unidos, a la represión en China y a las crecientes críticas sobre la huella de carbono de los "mineros" que procesan las transacciones sobre la moneda virtual y que ponen en circulación más tokens. 

¿Y qué ha pasado? Bien, pues el miedo, la incertidumbre y la duda, se han barrido del mapa, o al menos se han metido bajo la alfombra, a medida que aumenta la emoción por un nuevo hito: el lanzamiento del ETF ProShares Bitcoin Strategy, que hizo su debut el martes pasado en la Bolsa de Valores de Nueva York y acumuló entradas de capitales por valor de 1.100 millones de dólares. 

Mientras, otro ETF de futuros, el Valkyrie Bitcoin Strategy (BTF), se lanzó en el Nasdaq el viernes. Es la tendencia del momento y por eso hay otros fondos cotizados que están por llegar como el VanEck, el AdvisorShares y el ARK 21Shares.

¿Qué es un ETF?

Y, dirás, por partes... ¿En qué consiste un ETF o fondo cotizado?

Básicamente, un fondo cotizado (ETF por sus siglas en inglés) es un conjunto diversificado de activos (como un fondo de inversión) que cotiza en bolsa (como una acción). Los ETFs son una forma sencilla, económica y eficiente en costes de invertir.

A diferencia de un fondo de inversión tradicional, los ETF funcionan como acciones. Su comportamiento no es el de un fondo tradicional sino el de un valor. 

La principal consecuencia es que un fondo cotizado puede comprarse y venderse en cualquier momento, algo que no sucede con el resto de fondos. Con un fondo de inversión el valor de mercado se determina al cierre del día, mientras que con un ETF se calcula en tiempo real. 

Ventajas y desventajas de la inversión en ETF de Bitcoin frente al token directamente

Los expertos dicen que la avalancha de ETF de futuros puede ser un punto de inflexión para el Bitcoin y el sector de las criptomonedas como inversión. Pero… ¿Es más interesante invertir de manera directa en criptoactivos o aprovechar estos vehículos para tener exposición al token de manera indirecta y aprovechar sus rentabilidades? 

Los ETF de futuros de Bitcoin, en concreto, invierten en contratos que se utilizan para especular sobre los precios a futuro de la criptodivisa. Se pueden comprar y vender como una acción y no requieren que los compradores tengan una cuenta en un exchange de criptomonedas o que posean un wallet.

“Cuando miras el mercado y su totalidad, el Bitcoin es uno de los activos con mejor desempeño en la historia”, concreta a Business Insider Christopher Perkins, presidente de la firma de inversión CoinFund, centrada en blockchain. “Ahora, cuando miro esta clase de activos, cabe plantearse, si eres un gestor de inversiones, '¿cuál es el riesgo reputacional de no poder tener exposición al activo con mejor desempeño en ocho de los últimos 10 años”, se plantea.

A pesar de que el debut del estos ETF ha generado grandes expectativas, hay algunas diferencias y complejidades importantes que los inversores deben conocer.

Según Naeem Aslam, analista jefe de mercado de AvaTrade, para los inversores minoristas, “este no es un producto hecho para ellos”.

“Un mercado de futuros opera con márgenes porque no tienes el producto real, estás operando con un movimiento de precios sintético", asegura. Por eso, los inversores deben anticipar que el precio de los futuros de bitcoins puede diferir de los precios al contado del token. Algo con lo que se debe extremar la prudencia, según el experto.

A pesar de que los ETF de futuros de Bitcoin brindan a los inversores cierta exposición al criptoactivo, tienen "deficiencias" y pueden ser productos complejos para muchos ahorradores minoristas, según William Cai, socio de la firma de inversión Wilshire Phoenix.

El experto dice a Business Insider que la característica clave de los mercados de futuros es que los contratos tienen fechas de vencimiento. Un fondo tiene que renovar contratos, es decir, vender el futuro más cercano antes de que expire y luego comprar el siguiente.

“Es un proceso que se topa con los costes de negociación y otros potenciales problemas iniciales con los que otros participantes del mercado juegan”, agrega Cai.

Los ETF de futuros de Bitcoin permiten, por tanto, tener exposición sintética al token, pero requiere ciertas cautelas. 

“No es una exposición perfecta, pero al liquidar los contratos de futuros, no tienes que preocuparte por la custodia porque no tienes los activos”, matiza Perkins como un buen punto a favor.

Y no solo eso. Además de las complejidades de los contratos subyacentes, los ETF de futuros tienen algunas peculiaridades. La fuerte demanda del ETF ProShares Bitcoin Strategy ya ha llevado al fondo al límite de la cantidad de contratos que puede mantener, según un informe de Bloomberg. 

El fondo podría dividir las tenencias en contratos a más largo plazo, lo cual hace que se corra el riesgo de alejar al fondo de la rentabilidad del Bitcoin como tal.

Por otro lado, muchos inversores han optado por la alternativa de invertir en acciones para tener exposición al Bitcoin, incluida la compra de títulos de las compañías de minado de criptoactivos, Marathon Digital Holdings y Riot Blockchain, así como de MicroStrategy, una empresa de análisis de datos dirigida por el CEO y alcista en el token, Michael Saylor.

“Creo que entrar en acciones es tener una exposición como de ‘segunda mano’”, dice Aslam. “Los inversores no van a poder disfrutar del sabor real del Bitcoin, el impulso real o la volatilidad que tenemos”, finaliza.

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