Microsoft compra Activision por 70.000 millones en una operación histórica que la convertirá en "la tercera compañía de videojuegos más grande del mundo"

Phil Spencer, responsable de Xbox.
Phil Spencer, responsable de Xbox.

REUTERS/Lucy Nicholson

  • Microsoft acaba de anunciar la compra de Activision Blizzard, editora de franquicias como Call of Duty, Warcraft, Overwatch o Candy Crush.
  • La operación rozaría los 70.000 millones de dólares, siendo la más grande de la historia de Microsoft y de la propia industria del videojuego.
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Se ha confirmado este martes. Microsoft ha comprado Activision Blizzard por unos 70.000 millones de dólares (más de 61.500 millones de euros). Activision es la editora responsable de franquicias tan aclamadas como Call of Duty. En la operación también se ha incluido la compra de Blizzard o King, responsables de sagas como Warcraft o Candy Crush.

De confirmarse la cifra, se trataría de la operación corporativa más grande de la historia de Microsoft y de la industria del videojuego. Por el momento, la página web oficial de Xbox sí anuncia la adquisición de la multinacional estadounidense. "Los creadores de Call of Duty, Warcraft, Candy Crush, Tony Hawk, Diablo, Overwatch y otros se unen al Team Xbox".

"A lo largo de muchas décadas, los estudios y equipos que conforman Activision Blizzard se han ganado un enorme reconocimiento por parte de miles de millones de personas en todo el mundo. Estamos muy contentos de tener la oportunidad de trabajar con su gente increíble, talentosa y dedicada", desgrana el texto que firma Phil Spencer, responsable de la división de Xbox.

"Hasta que se cierre esa transacción, Activision Blizzard y Microsoft Gaming seguirán operando de forma independiente. Una vez completado el acuerdo, el negocio de Activision Blizzard dependerá de mí como director general de Microsoft Gaming", ha aseverado. "Tras ello, ofreceremos tantos juegos de Activision Blizzard como podamos en Xbox Game Pass y PC Game Pass".

La noticia llega apenas un año después de que Microsoft pusiese la industria patas arriba con el anuncio de compra de Bethesda, por unos 7.500 millones de dólares.

Un momento delicado para Activision

La adquisición de Activision Blizzard por parte de Microsoft llega casi medio año después de que trascendiera una demanda del Departamento de Igualdad en el Empleo y la Vivienda del Estado de California. El organismo acusó a la multinacional del videojuego de amparar abusos a empleadas que incluían "rozamientos de índole sexual".

La demanda era fruto de una investigación de dos años y aunque el CEO de la compañía, Bobby Kotick, prometió ejemplaridad apenas unos días después, el organismo californiano actualizó su demanda acusando a la firma de haber intentado inferir en la investigación. En noviembre, The Wall Street Journal desveló que Kotick conoció durante años los hechos denunciados de la firma.

Esta misma semana el mismo medio informó de que meses después de que estallara este escándalo, la compañía había despedido a solo docenas de empleados. Con todo, las demandas y quejas de trabajadores y trabajadoras de la firma sostuvieron durante tiempo que el problema era de cultura empresarial y mucho más grande de lo que se estaba reconociendo en un primer momento.

Aunque antes de final de año ese preveía que Activision daría informe de las acciones adoptadas fruto de este trabajo para conseguir un entorno más sano e inclusivo en sus oficinas, el Journal también destaca que el propio Kotick paró ese informe porque algunas personas podrían pensar que los problemas de la compañía eran más grandes de los que son.

A pesar de toda esta situación, la nota de prensa con la que Microsoft ha comunicado la adquisición de Activision este martes señala que Kotick permanecerá en su puesto y reportará directamente al propio Spencer, CEO de la división de videojuegos de Microsoft.

Nadella pone en valor la cultura empresarial de Microsoft

Minutos después de dar a conocer el acuerdo, Microsoft ha organizado una conferencia con inversores y periodistas en la que han participado el CEO de la primera, Satya Nadella, su responsable de Microsoft Gaming, Phil Spencer, y el actual CEO de Activision, Bobby Kotick.

Tanto Nadella como Spencer han hecho referencias a la necesidad de que Microsoft y Activision trabajen y construyan una cultura segura e inclusiva. Kotick no.

Nadella, en concreto, se ha referido a la cultura de Microsoft como "un factor vital". "Como CEO, la cultura de nuestra empresa es mi prioridad número uno", ha destacado. "Debemos mejorar continuamente la experiencia de nuestros empleados y crear un ambiente que nos permita mejorar cada día. Ese es un trabajo duro".

"No es solo hablar, también hay que actuar. Por eso creemos que es esencial que Activision Blizzard siga adelante con sus renovados compromisos de cultura. Apoyamos sus objetivos y el trabajo que están haciendo, y también sabemos que tras cerrar este acuerdo nosotros también tendremos que esforzarnos para que todo el mundo pueda hacer mejor su trabajo".

"Estamos comprometidos con proteger a los usuarios y con empoderar a nuestros empleados. Trabajamos por una cultura segura e inclusiva en la que todo el mundo sea bienvenido a jugar. El éxito de esta adquisición dependerá de ello", ha remachado.

Una aproximación al metaverso de consumo

Spencer, en su intervención, ha asegurado que en Microsoft han visto la hoja de ruta de Activision y esta es "apasionante". También ha asegurado que el rendimiento de Zenimax (Bethesda) tras la compra por parte de la multinacional el año pasado está siendo bueno. "Estoy emocionado por trabajar directamente con los equipos de Call of Duty, Blizzard, Kings y otros estudios".

El máximo responsable de la división Xbox ha explicado que a medida que las plataformas de Microsoft se vuelven más atractivas gracias a sus títulos, también acceden a ellas creadores de contenido, lo que implica que llegan nuevos usuarios y por extensión animan a otros estudios a apostar por las mismas.

Microsoft estuvo a punto de comprar la participación de TikTok en países anglosajones como EEUU, Canadá, Australia o Nueva Zelanda. Finalmente ByteDance, la propietaria china de la popular plataforma de vídeos cortos, optó por otra candidata. Pero ese intento demostró el interés de Microsoft por potenciar sus servicios de consumidor.

Las apuestas de Nadella por Azure y por las herramientas profesionales y empresariales han alejado a Microsoft del segmento de la tecnología de consumo. Xbox es su última marca reconocible en el mismo. Pero no es poca cosa: las apuestas que desde la multinacional de Seattle se están haciendo por sus consolas y ecosistema son cada vez más sólidas.

Después de que el año pasado adquirieran Bethesda por 7.500 millones de dólares, la compra de Activision este martes supone una operación corporativa cuyo valor multiplicaría esos 7.500 millones por casi 10. Hay una razón por la que se está haciendo todo este desembolso y se puede resumir en una sola palabra: metaverso.

Mark Zuckerberg anunció que Facebook pasaría a llamarse Meta en octubre del año pasado para crear su propio metaverso. Desde entonces el término goza de popularidad, y la propia Microsoft avanzó en noviembre que sus grandes franquicias también contarían con mundos en 3D para generar estos metaversos. Ahora, sus franquicias se multiplican gracias a la compra de Activision.

Lo ha reconocido el propio Spencer. "Este acuerdo hará nuestra apuesta por el metaverso de los consumidores todavía más fuerte".

La operación, de aprobarse, se cerrará en 2023. Por las dimensiones de la misma, no sería extraño que organismos reguladores eleven algunas dudas por razones de posible monopolio. Spencer, por su parte, asegura que con la compra de Activision, Microsoft Gaming se convierte en la tercera compañía de la industria del videojuego.

Por delante están Tencent y Sony.

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