Miguel Vicente, cofundador de Antai Venture Builder: “El ecosistema emprendedor está preparado para liderar la transformación del modelo productivo; no hay otra alternativa”
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- La crisis económica provocada por la pandemia ha alentado la transformación del modelo productivo en España.
- La digitalización y la transición ecológica, junto a la igualdad de género y la cohesión social y territorial, son los pilares del plan del Gobierno para impulsar la recuperación.
- Miguel Vicente, presidente de Antai Venture Builder y de Barcelona Tech City defiende en una entrevista con Business Insider España por qué el ecosistema emprendedor debe ser la punta de lanza de esta nueva era.
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La pandemia de coronavirus ha alentado la transformación del modelo productivo en España. "Crecer de una nueva manera, sobre unos pilares mucho más robustos" es el objetivo, según dijo antes de Navidad el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
El plan para dejar atrás la crisis económica y diseñar ese nuevo modelo, en torno al que se canalizarán los 72.000 millones de euros que España recibirá entre 2021 y 2013 vía fondos europeos, contempla crear 800.000 empleos y distingue 4 pilares estratégicos: la digitalización, la transición ecológica, la igualdad de género y la cohesión social y territorial.
La transición digital aglutinará 23.700 millones y, desde el ecosistema emprendedor, defienden que este es su momento. "Ahora mismo, estamos en el centro de todo lo que pasa; tenemos que ser la punta de lanza de la transformación de la economía española y del cambio del modelo productivo", defiende Miguel Vicente, presidente y cofundador de Antai Venture Builder, en una entrevista con Business Insider España.
¿Está preparado el sector para dar un paso al frente y asumir esa responsabilidad?
La respuesta es un rotundo sí.
"Estamos más que preparados, el ecosistema lleva ya muchos años empujando ese cambio. De hecho, ya se demostró en la crisis de 2008 que las recetas antiguas para salir de ese bache no habían funcionado en España. Y, ahora, con este boom de la digitalización que estamos viviendo a raíz del COVID-19 [la llamada low touch economy], mucho mejor", agrega.
Miguel Vicente, cofundador de empresas como Let's Bonus o Wallapop, anima a mirar al exterior en este camino del que aún quedan etapas: "Hay países como EEUU o como Israel que nos han marcado por dónde ir. Surgen compañías que crecen más rápido y generan empleos de calidad".
Emprendedor en serie, comparte su visión: "Apostar por una industria de futuro, inyectando los recursos necesarios, permitirá que el peso de la economía digital en España alcance un 20% del PIB y un 15% del empleo en los próximos años y diversificará el modelo productivo nacional".
Para ello, el cofundador y presidente de Antai Venture Builder —que se dedica a estudiar modelos de negocio y darles una vuelta tecnológica y está detrás de proyectos como Wallapop, CornerJob o Mascoteros— distingue 4 elementos importantes: talento, capital, empresas y universidades.
El binomio talento y capital
Miguel Vicente retrocede en el tiempo, a sus inicios como emprendedor, para explicar qué ha cambiado y qué sigue siendo lo importante.
"El ecosistema emprendedor ha madurado. Comparándolo con cuando empecé con Let's Bonus, hace 12 años, puedo decir que ahora los emprendedores en España son mucho más globales. Desde el minuto 1, crean con una compañía con mercado de pruebas aquí pero con un objetivo internacional de base", apunta.
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Tras destacar el buen posicionamiento de Barcelona y el ascenso de Madrid o Valencia como polos de innovación, su reflexión vuelve al binomio formado por talento y capital: "Tenemos el talento local formado y luego entran en juego fondos internacionales con muchísima liquidez, que buscan proyectos globales y ya están acostumbrados a invertir en España en esas rondas de ampliación de capital".
Así funciona lo que Miguel Vicente califica como un "círculo virtuoso": los fondos venden una compañía de mayor tamaño (scale-up) para luego invertir en las próximas promesas del ecosistema. Un sistema engrasado, como se demostró en 2020 con la histórica venta de Idealista al fondo EQT, que ha permitido la creación de unicornios —empresas cuyo valor supera los 1.000 millones de dólares— en suelo español.
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Como presidente de Barcelona Tech City, la asociación que aglutina a los distintos actores del ecosistema digital en la ciudad, Vicente insta a impulsar un plan integral de digitalización que contemple la creación de más espacios como el Pier01 —que acoge unas 100 startups—. Precisamente, a finales de 2020 se anunció que la sede central de Correos en Barcelona se convertirá en una incubadora de empresas tecnológicas, vinculadas a la logística y la movilidad, en 2022. Barcelona Tech City trabaja, además, en otros hubs de innovación enfocados al sector salud y al fintech.
"Hay que crear ecosistema y esos espacios son necesarios para atraer el talento internacional y formar el local porque hay una transferencia de conocimiento permanente. Además, funcionan como showrooms cuando los inversores internacionales vienen a España y tienen lo mejor de la innovación abierta y la colaboración entre grandes empresas y startups".
Son la sabana donde se produce la famosa danza de la gacela —empresa joven, ágil, que innova a gran velocidad— y el elefante —compañías de mayor tamaño lastradas por organigramas y procedimientos que les impiden moverse con rapidez—.
Talento, capital, espacios, formación —"para que los parados que tenemos en el colectivo más joven puedan tener entrada a este ecosistema que crece y necesita nuevo talento"— y, también en la lista, respaldo público.
"Ya se han dado pasos con Enisa, el ICO o CDTI pero hace falta una acción cohesionada por parte de todas las administraciones. Francia, Alemania o Reino Unido ya se han dado cuenta de que este es el camino y están poniendo a disposición fondos de capital riesgo con miles de millones de euros para apoyar al ecosistema".
El presidente de Barcelona Tech City admite que reforzar el ecosistema emprendedor significa, muchas veces, dejar de apoyar a otro sector. Pero recupera las lecciones de la crisis de 2008 y subraya: "Ya no hay nadie que puede negar la realidad y la aportación económica y de competitividad que aporta este sector. Si alguien tenía la venda en los ojos, ya se la ha quitado".
El papel de las empresas...
No obstante, aún quedan desafíos por delante y uno de ellos es lograr una mayor implicación de las grandes compañías españolas e incorporar a la universidad como clave de bóveda.
"La mayor parte de exits han venido por la compra de grupos extranjeros. Esa tecnología o esos mercados no han quedado en manos de las grandes corporaciones españolas, que han destinado poca inversión a la compra de compañías, con la excepción de alguna operación de Telefónica o la gran banca", afirma Miguel Vicente.
Pero la pandemia está acelerando el cambio: "Todas las compañías, grandes y medianas, tienen una mayor necesidad de ser digitales más rápido. De captar talento, tecnología, nuevos canales... En los próximos 12 meses, habrá más adquisiciones protagonizadas por las corporaciones, que ya han crecido significativamente en inversión en startups españolas".
Su pronóstico es claro. "Esa asignatura pendiente se va a ir corrigiendo y habrá más acercamiento a aceleradoras, incubadoras y fondos".
... y de las universidades
Más trabajo hay por hacer en el entorno universitario.
¿El diagnóstico de Miguel Vicente? "Falta simbiosis entre la universidad y el ecosistema tecnológico".
¿La explicación? "Contamos con muchas escuelas de negocios de prestigio, con buenos másters, y universidades técnicas, pero en las que todavía no se ha desarrollado ese gen emprendedor o no se ha impulsado".
¿Y el trasfondo? "A veces, simplemente es una cuestión de planes de posgrado en nuestras universidades. Necesitamos personal formado en una tecnología y, sin embargo, una universidad tecnológica le forma en otra que no necesitamos".
El cofundador y presidente de Antai Venture Builder reconoce que "es una transformación lenta, que implica también un cambio en el propio profesorado hacia perfiles más cercanos al mundo emprendedor". Pero sostiene que "tenemos un nivel científico muy bueno que luego no se traslada a spin-off exitosas como en otros países; con la excepción del sector salud y la biotecnología, donde somos muy fuertes".
En este escenario, ¿cuál es la solución? "En la universidad hace falta un ecosistema que promueva el emprendimiento, que el profesorado estimule esa manera de pensar, que los científicos aprendan a asociarse con gente de negocio y juntos reúnan las capacidades para poner en marcha una empresa. Calidad científica y humana enfocada en la creación de proyectos técnicos potentes".
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