El miedo al contagio y la comodidad impulsan a los millonarios españoles a crear gimnasios de lujo en casa en plena pandemia

Con la llegada del coronavirus, toda la actividad se vio limitada al interior del hogar, por lo que muchos negocios tuvieron que echar el cierre hasta nuevo aviso.

Uno de ellos fueron los gimnasios, que se dieron cuenta de que sí podían reinventarse y seguir ofreciendo sus servicios durante la pandemia y los sucesivos confinamientos. Eso sí, de una forma diferente.

Aunque no es fácil hacerle competencia a la famosa influencer Patry Jordán y su Gym Virtual con entrenamientos gratuitos o a otros servicios como Apple Fitness+, los millonarios españoles encontraron alternativas para seguir en forma.

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Empresas de material de gimnasio premium muy reconocidas en España, como Technogym o Thomas Wellness Group, ya contaban con este servicio, pero no fue hasta el estallido de la crisis del COVID-19 cuando vieron crecer exponencialmente su negocio.

El auge del 'homefitness' de lujo

El homefitness ha experimentado un boom en el último año. Según las últimas cifras públicas de Technogym, en los primeros 9 meses de 2020, el ejercicio en casa creció aproximadamente un 60%. 

"El auge de la demanda de productos de fitness para el hogar ha contrarrestado parcialmente la desaceleración temporal debida a la pandemia en otros segmentos más enfocados a las empresas que a particulares", afirma Nerio Alessandri, presidente y fundador de Technogym.

Los millonarios se lanzaron a crear gimnasios en casa porque tenían miedo de acudir a las instalaciones convencionales y contagiarse. Pero, además, se lo podían permitir. 

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"Obviamente el miedo es algo que existe y el miedo paraliza a las personas", explica Tomás Junquera, CEO de Thomas Wellness Group. "Si te lo puedes permitir, ¿a quién no le gustaría tener un gimnasio en casa o un spa?".

Otra razón que explica esta tendencia es que la salud ha ganado posiciones en la lista de prioridades de muchas personas. 

La propia Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló, en un informe, el papel tan importante que tenía la actividad física en épocas de confinamiento, recomendando hacer al menos 150 minutos semanales de actividad física de intensidad moderada.

Calidad, innovación y personalización

Aunque en términos generales se ha producido un aumento en la demanda de material y creación de espacios de fitness en casa, los millonarios buscan valor añadido a la hora de decidirse: la calidad, la personalización y la innovación.

Para llamar la atención de la clase alta, empresas como Technogym han apostado por los dispositivos inteligentes, con plataformas al estilo Netflix. 

La herramienta Technogym Live permite a los usuarios elegir entre sus aparatos conectados una amplia variedad de vídeos de entrenamientos en función de sus preferencias y objetivos personales: desde el entrenador dirigiendo una sesión y rutinas orientadas al entrenamiento atlético hasta experiencias inmersivas al aire libre.

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Además, toda la información recopilada se guarda en su propia plataforma o nube Mywellness, independientemente del aparato de la marca que estés usando.

Otro de las características que más llaman la atención de los usuarios de mayor poder adquisitivo es la capacidad de personalización y adaptación de los materiales al espacio disponible, pero también a la decoración de la casa.

Technogym ofrece productos enfocados a espacios muy limitados, como MyRun o Technogym Bike, una cinta de correr y una bicicleta inteligente que cuentan con un amplio espectro de entrenamientos de un tamaño reducido que caben en cualquier habitación.

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Asimismo, la empresa de Nerio Alessandri también busca que sus clientes de alto standing estén contentos y que sus productos no rompan la decoración de sus hogares. Por tanto, han creado una línea de diseño de alta gama en colaboración con el diseñador Antonio Citterio, de modo que el equipamiento se integra con el estilo del espacio.

Como proveedor oficial hasta en 8 ocasiones de los Juegos Olímpicos, Technogym también ha creado una línea enfocada a atletas profesionales y aficionados al deporte: Skill Line.

El precio de la ostentación

Conseguir esos 3 valores añadidos tiene un precio y no es accesible a todos los bolsillos, ya que se trata de marcas premium.

En Thomas Wellness Group, el material de gimnasio convencional, como pesas o mancuernas, puede llegar a oscilar entre 250 y 300 euros pero, si se quiere realizar un entrenamiento más profesional, el equipamiento asciende entre 300 y 1.000 euros.

Sin embargo, una vez entran en juego las máquinas para realizar ejercicios cardiovasculares, los precios se disparan considerablemente, con material que va desde 1.500 a 18.000 euros, como algunas cintas de correr que se instalan con cierta frecuencia.

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"Si fuéramos vendedores de coches en Estados Unidos, nuestras marcas serían Ferrari, Porsche o Aston Martin", apunta Tomás Junquera.

Algunas personas con un elevado poder adquisitivo han llegado a comprar hasta 25 máquinas para su gimnasio en casa.

Junquera explica que en 2020 consiguieron vender todas sus existencias de material, ya no solo porque fuera de calidad, sino porque existía una escasez de equipamiento en general.

"La escasez de material ha incentivado la compra de productos de elevado precio", añade el CEO de Thomas Wellness Group. "Este año se ha vendido todo, lo caro y lo barato".

¿Volverán los millonarios a los gimnasios convencionales?

Aunque ya se empieza a ver luz al final del túnel con las campañas de vacunación en todo el mundo, todavía quedan muchos meses inciertos con aperturas y cierres constantes, incluso se espera una cuarta ola una vez pase Semana Santa.

Está claro que, hasta que no se alcance una velocidad de crucero óptima y la gran mayoría de la población haya recibido sus respectivas dosis, los gimnasios no podrán operar con total normalidad.

Sin embargo, la pregunta es si, cuando se alcance esa nueva normalidad, sin restricciones de aforo, sin mascarillas ni distanciamiento social, los millonarios volverán a los gimnasios convencionales.

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El CEO de Thomas Wellness Group explica que, en los 26 años que lleva trabajando en este sector, han sido muchos los clientes que han creado sus propios gimnasios en casa y aún así han seguido siendo socios de clubes deportivos.

"El que es usuario habitual de gimnasio seguirá yendo al gimnasio", confirma Tomás Junquera. "El homefitness es una extensión, un complemento para no perder el hábito de entrenar que además te permite aprovechar el tiempo con tu familia y no saltarte las rutinas".

Además, a pesar del miedo que podría conllevar acudir a un espacio cerrado y sin ventilación con multitud de personas, la clase alta está deseando socializar y relacionarse con otras personas que compartan sus aficiones.

"La sociedad va a consumir más deporte, va a realizar más actividades y las van a hacer por más canales", añade Junquera. Por lo que, tarde o temprano, ocurrirá lo inevitable: la vuelta a sus gimnasios de confianza.