Más de la mitad de los pacientes con COVID-19 sufren fatiga a largo plazo, según un estudio

Paciente de COVID-19.
  • Un estudio publicado en medRxiv revela que más de la mitad de los pacientes con COVID-19 podrían sufrir fatiga a largo plazo.
  • La fatiga crónica también se ha encuadrado en el síndrome pos-COVID-19, según seguimientos de pacientes del coronavirus actual e investigaciones anteriores del SARS de 2002. 
  • Este síntoma puede aparecer tanto en casos leves como graves de la enfermedad provocada por el SARS-CoV-2, y extenderse en el tiempo independientemente de las patologías previas o cuestiones genéticas. 
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Cualquier individuo que haya superado la enfermedad provocada por el nuevo coronavirus, puede desarrollar fatiga a largo plazo, según una investigación no revisada por pares publicada en medRxiv.  

La fatiga crónica, que se manifiesta en más de la mitad de los pacientes examinados en el estudio, corresponde con los síntomas detectados en el síndrome pos-COVID-19, un conjunto de secuelas de la enfermedad

Y puede ir acompañada de problemas respiratorios y cardiovasculares, dolor muscular y en las articulaciones, erupciones cutáneas, mareos, confusión, cambios en la visión, depresión y ansiedad, según una encuesta a 1.500 individuos, realizada por la Escuela de Medicina de la Universidad de Indiana, Estados Unidos.

"La fatiga es un síntoma común en quienes presentan una infección sintomática por COVID-19. Si bien las características de presentación de la infección por SARS-CoV-2 han sido bien caracterizadas, las consecuencias a mediano y largo plazo de la infección se siguen sin explorar", introducen el estudio los investigadores. 

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Para dar con ello, los autores utilizaron una escala —Chalder Fatigue Score (CFQ-11), detallan— para determinar la fatiga en 128 pacientes recuperados del St James's Hospital (Dublín, Irlanda). Además, tenían en cuenta la gravedad de la afección, los indicadores de la activación inmunitaria y las citocinas proinflamatorias circulantes.

Estas últimas, hasta que un superordenador ha descubierto la teoría de la bradicinina para explicar los síntomas que provoca el SARS-CoV-2, constituían una agresiva respuesta inmunológica, conocida como tormenta de citocinas, que se consideraba "responsable" de la muerte por COVID-19.

En el estudio, el 52% de los afectados —de 71 hospitalizados y 57 sanitarios— tenían fatiga persistente cuando se les evaluó 10 semanas después de la recuperación clínica. 

Sin embargo, los hallazgos han evidenciado que la fatiga a largo plazo se desarrolla en pacientes recuperados asintomáticos, casos leves y graves de coronavirus por igual. 

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"No hubo asociación entre la gravedad de COVID-19 (necesidad de hospitalización, oxígeno suplementario o cuidados intensivos) y fatiga después de COVID-19", explicitan en sus resultados.

No obstante, a pesar de la ausencia de asociación con la severidad del curso de la enfermedad en el paciente, el género femenino y la preexistencia de depresión y / o ansiedad estaban sobrerrepresentados en los que desarrollaban el síntoma. 

Por su parte, los autores creen que el presente hallazgo ayuda a clasificar a un nuevo grupo de individuos que se han de estudiar "a fondo" e intervenir tempranamente.

"Estas intervenciones deberán adaptarse a las necesidades individuales de los pacientes, y puede incluir modificaciones en el estilo de vida, terapia cognitivo-conductual y ejercicios de autoestima, cuando se toleren", recoge Eurekalert de las conclusiones de la investigación.

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