- La vía pública está plagada de elementos extraños que disuaden a la población de hacer vida de ella más allá de lo imprescindible.
- Es mobiliario hostil: no solo se trata de agujas para palomas o bolardos para impedir que se establezcan personas sin hogar, sino también iluminación deficiente, aspersores que no riegan nada o bancos que miran hacia la pared.
- Una arquitecta y una profesora de universidad explican cómo puedes identificar estos obstáculos al disfrute de la ciudad, que han proliferado ciudades de todo el mundo.
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La pandemia del coronavirus ha obligado a personas de todo el mundo a encerrarse en casa durante largos periodos de tiempo en los últimos meses, llevando a muchos a valorar la calle de una manera totalmente distinta a la habitual. A apreciar, repensar y debatir sobre el espacio público, su uso y posibles mejoras.
Así, ha sido objeto de debate la liberación de las calzadas para favorecer los paseos con distancia social, la creación de carriles bici temporales en pro de fomentar medios de transporte individuales a la vez que verdes y la falta de espacios abiertos a los que simplemente salir a disfrutar de la naturaleza. Pero existen elementos que no solemos tener en cuenta y que condicionan directamente la vida en la calle. Se trata del mobiliario hostil.
"La forma en que la gente usa el espacio público ha cambiado de una forma bastante dramática en los últimos meses por la crisis del coronavirus", ha explicado Ainslie Murray, profesora de Arquitectura en la Built Environment de la Universidad de Nueva Gales del Sur, en Australia. "Hemos visto una actitud mucho más cooperativa en la sociedad en general, y la gente ha mostrado más tolerancia, cuidado y consideración con otros".
"Los arquitectos, diseñadores urbanos y arquitectos del paisaje pueden impulsar un cambio positivo a través del diseño que se desarrolla en base al mejor comportamiento humano y que apoya a un amplio espectro de individuos. Creo que acercarse al diseño con una actitud positiva es el camino a seguir", ha reflexionado.
Se trata de un tema que también ha estudiado Ana Montalbán Navas, arquitecta, experta en urbanismo y ordenación del territorio y secretaria técnica de la Red de Ciudades que Caminan, una ONG en la que participan entes públicos y que busca que los viandantes sean los máximos protagonistas de la movilidad y el espacio público.
"Mobiliario hostil es el que no te invita a hacer un uso del espacio público, sino que te expulsa, te invita a estar lo mínimo posible en la calle. Ahora que tenemos un problema de vivienda tan grande, con cada vez viviendas más pequeñas, el mobiliario urbano es fundamental que nos acoja", ha reflexionado en una entrevista con Business Insider España.
En concreto, se considera mobiliario urbano cualquier pieza que sirva para dotar a la calle de otros usos que sean distintos a la circulación. Y cuando se piensa en mobiliario hostil llaman especialmente la atención los pinchos para evitar que se posen palomas en fachadas o estatuas, o los conos o bolardos que impiden que debajo de un puente o que a las puertas de un comercio se sienten o duerman personas sin hogar, pero es mucho más.
De rejas y barreras que impiden el paso a elementos menos obvios como enormes maceteros, columnas, bancos que no invitan a sentarse o simples plazas a las que nadie llevaría a sus hijos a jugar. Bancos con reposabrazos entre una plaza y otra, que imposibilitan que nadie se tumbe, cuchillas anti skates, focos que detectan el movimiento o aspersores que no riegan nada.
"Los términos arquitectura defensiva y arquitectura hostil están ligadas a lo militar e implican la existencia de una guerra contra un uso imprevisto", indica la profesora Murray en un artículo sobre el tema. "Los materiales y las formas de la arquitectura hostil son en esencia agresivos, y pueden entenderse como parte de una estrategia para realinear el uso que se hace del espacio público con el uso previsto".
Porque esta arquitectura defensiva u hostil, en inglés, se utiliza a menudo para restringir comportamientos que se perciben como antisociales, algo que algunos aplauden porque lo ven necesario para prevenir por ejemplo el vandalismo, pero que otros creen que perjudica y ataca a los más vulnerables, que son quienes más uso hacen del espacio público. Un bolardo que ha malherido las rodillas de muchos caminantes y que se coloca para evitar infracciones por parte de los coches también es mobiliario hostil.
Montalbán recuerda que más allá de los impedimentos propiamente dichos para los viandantes, también es importante considerar bien las diferentes partes del mobiliario urbano: "Por ejemplo, los bancos. No solo se trata de escoger un banco ergonómico, en el que dé gusto sentarse, sino que también deben mirar al centro de la calle", señala.
Pero la arquitecta es optimista, porque ve este como un "buen momento" para hablar de este tema, aunque lamenta que falta "mucha formación para mejorar la sensibilidad de quienes dirigen estos temas". Asimismo, la secretaria de la Red de Ciudades que Caminan incide en el éxito que están suponiendo las ciudades que se están reformando "para vivir bien", con aumentos de población significativos en Pontevedra y París, ambas conocidas por su especial cuidado con el trato a la vía pública con los proyectos de sus alcaldes, Miguel Anxo Fernández Lores y Anne Hidalgo.
Además, recuerda que en los últimos 25 años (este alcalde lleva 20 gobernando, desde 1999) el crecimiento poblacional de Pontevedra se ha disparado, creciendo el padrón municipal ha crecido un 13,86% según el diario Pontevedra Viva, impulso también experimentado este 2020, a pesar de la pandemia.
Pero el mobiliario hostil es un fenómeno que se entiende mucho más fácil viéndolo. A continuación puedes echar un vistazo a diferentes ejemplos en ciudades de todo el mundo recopilados por diferentes personas, y si buscas más, hay un subreddit que se actualiza diariamente con nuevos casos:
Hablemos de mobiliario hostil 😁😁.
— Alez __ 💛 (@alez_arg) May 5, 2019
Ésto y contenedores con tarjeta. 🙌
Falta aspersores inteligentes que te mojen cuando te acostas en el pasto. pic.twitter.com/pRBjzmagwy
Ciudad de pobres corazones hace crecer la arquitectura hostil pic.twitter.com/FH0EwMFfQo
— MissG (@maagubenitez) February 3, 2021
there are very few things that make me more upset than hostile architecture pic.twitter.com/DymISErHyR
— charkle (@cjh52704) February 7, 2021
esas bolas de metal están para que la gente en situación de calle no se siente. repulsión pic.twitter.com/8iWAAf96sh
— luny cachorra (@lunichorr) March 18, 2018
Arquitectura hostil: jardineras anti vendedores ambulantes pic.twitter.com/SQSV4oIYJD
— Rodrigo Díaz (@pedestre) May 22, 2018
Arquitectura hostil.
— Mardeflores (@lamarianana) January 25, 2021
El peatón es lo de menos. pic.twitter.com/ciI7xdKhvL
Arquitectura hostil: la ciudad como un territorio sin pobres
— Edgar Taxi #MejorenTaxi (@taxiyellowblack) January 2, 2020
En síntesis buscan tapar lo que nadie quiere ver: pobreza y exclusión.
las políticas económicas neoliberales dejan fuera y sin oportunidad. Leer este Artículo#HostileArchitecture https://t.co/AJ2bij6TMS #DiazAyuso pic.twitter.com/X8bcNY1ajx
hostile architecture is so ugly pic.twitter.com/HkWJoTpL9T
— sova ❀ (@DJUNGELSK0GS) February 8, 2021
Screwed a bunch of metal rectangles into the concrete to keep skaters off from r/HostileArchitecture
No sabía lo que era la "Arquitectura hostil" hasta que mi hijo me lo ha enseñado. Por lo visto, es la manera que tienen los Ayuntamientos de expulsar a la gente que malvive en la calle. Hacia dónde? Ni idea.
— Eva Jimenez 84 //*// 😷 🏴 (@EvaJimenez841) March 1, 2020
Que asco, de verdad. @ArrelsFundacio pic.twitter.com/p3RZKZbRWU
A bunch of three armed poles, near the bike stands. The arms rotate. Outside a tower block in London. from r/whatisthisthing
Calle Ganivet antes. No tienen vergüenza!!! pic.twitter.com/0eWSo4YWAb
— L. E. Bellamy (@LEBellam) July 1, 2020
Overtly hostile ledge in midtown Manhattan from r/HostileArchitecture
Con todo el que hablo piensa que Ganivet está mejor sin maceteros!! @PacoCuenca @aytogr. Por qué no os lo planteáis? pic.twitter.com/R9vC1gANsT
— Fon Sillo (@Fonsillopadre) April 22, 2017
This is awful. It's like the other side of the same coin, hostile architecture exists all over our public spaces. We need less emphasis on ways to keep folks out and more on making them accessible for everyone https://t.co/A71u9Tq8ij pic.twitter.com/Ys8tpQ9NYr
— Elana Ehrenberg (@elanaehrenberg) February 8, 2021