Así es el sistema de geolocalización que Alibaba usa para monitorizar milimétricamente el trabajo de sus 'riders'

Un 'rider' de Ele.me, la empresa de 'delivery' propiedad de Alibaba.
Un 'rider' de Ele.me, la empresa de 'delivery' propiedad de Alibaba.
  • La geolocalización de los riders está a la orden del día. Sin embargo, Ele.me, compañía de delivery china propiedad de Alibaba, utiliza un método diferente al resto. 
  • En vez de señal GPS, sus repartidores tienen que usar el bluetooth de sus móviles para registrar su ubicación. Este sistema es mucho más preciso en interiores que el GPS. 
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Imagina que durante las horas de trabajo, vayas a donde vayas, hagas lo que hagas, tu teléfono le estuviera diciendo a tu jefe en tiempo real en qué lugar estás exactamente y con un margen de error de tan solo 10 metros. 

Imagina ahora, que cada cierto tiempo, tuvieras que conectarte a una aplicación para actualizar tu estado y ubicación: si estás trabajando, si has parado a descansar, si has finalizado una tarea, absolutamente todo. 

Esto es lo que viven los riders de la empresa de delivery china Ele.me cada día. 

Ele.me es uno de los gigantes del sector del envío a comida a domicilio del país asiático. Tiene 83 millones de usuarios activos al mes, y en 2018 fue comparada por Alibaba en una transacción valorada en aproximadamente 8.000 millones de euros.

Como en el resto de países, el envío de comida a domicilio en China es un mercado ultracompetitivo, en el que las empresas luchan encarnecidamente por ganar una posición en un sector con unos márgenes de beneficio ajustadísimos, e incluso a veces, inexistentes. 

Se estima que solo en la ciudad de Pekín se realizan cerca de 1,8 millones de pedidos de comida cada día. En el año 2020, gracias al boom de la pandemia, el mercado del delivery en China logró facturar 664,6 billones de yuanes (cerca de 92.000 millones de euros) según datos de Statista.

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Por eso, la optimización y la eficiencia de los sistemas que utilizan estas plataformas son fundamentales. La tecnología es, casi siempre, la respuesta a esa lucha por ser los primeros.

Geolocalización a través de Bluetooth

Ele.me, como casi todas las empresas de plataforma que ofrecen este tipo de servicios, geolocaliza a sus riders, por lo que el cliente puede ver en su dispositivo móvil dónde está y cómo se desplaza en tiempo real por el mapa el repartidor que le lleva su pedido. 

Sin embargo, lo que diferencia a esta empresa del resto, es que su sistema no emplea la señal GPS de los móviles de los riders, sino que emplea la tecnología bluetooth

El GPS es un sistema eficaz, tiene una precisión de 5 metros, pero presenta algunos inconvenientes. Por ejemplo, no es tan potente en interiores y necesita espacios despejados para funcionar de manera precisa. 

Otros sistemas, como las redes wifi, no son tan precisos, por lo que la opción bluetooth es la más fiable, difícil de engañar al sistema—a diferencia de la señal GPS— y, lo más importante, es barata.

Por esta razón, la compañía Alibaba colocó más de 12.000 balizas bluetooth distribuidas en tiendas de Shanghái, en un programa piloto en 2018. 

Estas balizas electrónicas emiten una señal que registra el smartphone de cada repartidor y crea un ID que contiene los datos de lugar y hora de ese repartidor. 

Esos datos se suben a los servidores de la plataforma, y ahí se cotejan con la información del comercio, quedando un registro de la hora y la ubicación del dispositivo del rider. 

De esta manera, la compañía sabe con una precisión milimétrica que efectivamente el repartidor estaba en ese lugar.

¿Quién gana con este sistema?

La presión sobre los repartidores de estas plataformas es constante. Por cada minuto de demora tienen una penalización económica. En China, un repartidor de Ele.me gana de media unos 7.700 yuanes al mes (alrededor de 1.000 euros al cambio actual), según han contado varios de ellos a France 24.

"Al principio, (la aplicación asignaba) entre 40 y 50 minutos para completar un pedido; ahora, para un pedido en una distancia de 2 kilómetros, con la misma distancia y tiempo que antes, nos dan 30 minutos", explicaba uno de esos riders

Por el momento, el sistema de Ele.me obliga a los repartidores a tener que estar constantemente abriendo la aplicación para que se les registre la ubicación y garantizar la conexión. 

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Los riders pueden engañar al sistema simplemente no conectando el sistema bluetooth. Si intentan registrar su llegada a un establecimiento antes de que su teléfono reciba la señal del comercio, en la app les salta una alerta que dice "demasiado pronto". 

Esto último es positivo para los repartidores, ya que muchas de sus quejas tienen que ver con que los restaurantes se demoran en la elaboración de los platos, y son los repartidores los que sufren las consecuencias y las penalizaciones.

Actualmente, las compañías de reparto chinas viven bajo un fuerte escrutinio de las autoridades del país, que exigen unas mejores condiciones laborales para sus repartidores, la inmensa mayoría autónomos y que ni siquiera cuentan con un seguro por accidente.

La cuestión pasa por determinar a quién beneficia este sistema. 

Por un lado, la optimización del tiempo permitiría hacer más pedidos a los repartidores y hace la operativa más eficiente, acortando los tiempos de espera, asignando mejor las tareas y reduciendo el número de penalizaciones. 

Sin embargo, esta vigilancia constante también implica una mayor presión sobre los trabajadores que ven como cada movimiento que realizan es monitorizado y registrado por el algoritmo de geolocalización. 

Las prisas o esa misma presión, como han denunciado muchos de los riders, pueden ocasionar accidentes o exponerles a situaciones peligrosas en la carretera. 

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