Este es el motivo por el que siempre se te han dado tan mal las matemáticas

¿Sabías que existe la ansiedad por las matemáticas? No eres la única persona que ha vivido esa sensación estresante tras pasarte minutos contemplando un problema matemático y descubrir que no te viene ninguna solución.

Según una encuesta que realizó el Centro de Investigación EdWeek el año pasado, el 67% de los alumnos estadounidenses siente ansiedad por las matemáticas, mientras que 1 de cada 4 profesores admiten que todavía no han superado ese trauma.

Existen condiciones médicas que explican la difícil comprensión de las matemáticas, como la discalculia, un problema de aprendizaje que impide el desarrollo de habilidades aritméticas. Pero son casos muy particulares que no acaban de responder por qué a nivel general las mates son tan temidas hasta por las propias personas que las imparten.

No obstante, un nuevo estudio parece haber dado con la causa de esta ansiedad: los neurotransmisores. En concreto, los investigadores detrás de este hallazgo han encontrado la conexión entre los niveles cerebrales de GABA y ácido glutámico y las capacidades de cada persona para resolver problemas matemáticas.

En concreto, aseguran que el nivel de estos 2 neurotransmisores mencionados puede predecir el rendimiento de un estudiante con las matemáticas. No es una relación estática, sino que puede cambiar durante la madurez de cada persona.

Tanto el GABA (ácido γ-aminobutírico) como el ácido glutámico se encargan de regular la actividad cerebral. En un cerebro desarrollado, el GABA es el principal neurotransmisor inhibidor, es decir, ayuda a bloquear impulsos entre células nerviosas y el cerebro. A efectos prácticos, te ayuda a regular emociones como el estrés, el miedo o la ansiedad.

El ácido γ-aminobutírico está compuesto en parte por el glutámico. Este otro neurotransmisor se encarga de enviar señales a través del sistema nervioso central. Es, por así decirlo, un mensajero.

A nivel general, la ciencia ya hace tiempo que descubrió el papel importante de estos 2 neurotransmisores en la capacidad de aprendizaje y desarrollo de cada cerebro. Sus actividades ayudan a los sistemas neuronales a hacerse más flexibles. Por lo tanto, un buen nivel de GABA y ácido glutámico garantiza que aprendas diferentes habilidades y que no dependas siempre de los mismos comportamientos o estrategias.

En concreto, la formación de las habilidades más simples ocurren en la edad más temprana de cada persona mientras que las funciones cognitivas más complejas pueden acabar de formarse en la tercera década de vida.

Así que este estudio, publicado en PLOS Biology, ha querido descubrir cómo estos 2 neurotransmisores ayudan a formar funciones y habilidades relacionadas con las matemáticas. 

Para descubrirlo, los investigadores observaron los niveles de GABA y ácido glutámico en el surco intraparietal (parte del cerebro que se encarga, entra otras cosas, de procesar información numérica) de 255 estudiantes, desde alumnos de primaria hasta universitarios. Cada participante completó un test de matemáticas mientras se les realizaba un escaneo cerebral. Repitieron el mismo proceso 18 meses después.

Los resultados varían según la edad de cada persona. Un estudiante joven, que vaya al cole, que tenga niveles muy elevados de GABA tiene más posibilidades de obtener notas elevadas en los exámenes de matemáticas. Pero con los estudiantes más mayores, esa correlación ocurre con el ácido glutámico: a mayor nivel, mejores notas.

Lo importante es que estos 2 elementos están estrechamente vinculados con tu pericia resolviendo este tipo de problemas.

Este descubrimiento podría explicar por qué pese a tus esfuerzos, no solo no mejoras de forma significativa en matemáticas, sino que además sigues notando la misma ansiedad que cuando ibas al colegio. También explicaría casos en los que un joven estudiante empieza destacando en mates, pero poco a poco su pericia al respecto va decayendo; es producto de una alteración de niveles de estos neurotransmisores.

 Por un lado puede ser frustrante saber que se trata de una causa que no puedes controlar (por ahora), pero saberlo a la larga te puede ayudarte a recontextualizar este problema y no ser tan duro contigo mismo.

A nivel neurológico, el hallazgo además refleja que las diferentes habilidades que adquieres podrían depender de diferentes procesos mentales. Las interacciones neuronales necesarias para el desarrollo de una función cognitiva de alto nivel como el cálculo aritmético pueden ser diferentes a las que necesita otra función como la inteligencia en general para acabar de formarse.