Muere el hombre clave de Putin en el Ártico tras "caerse por la borda" en otro fallecimiento en extrañas circunstancias de un alto funcionario ruso

Ivan Pechorin, ejecutivo ruso vinculado al sector energético, ha sido hallado muerto tras presuntamente caerse por la borda de un barco cerca de Vladivostok (ciudad portuaria de Rusia), mientras navegaba frente a la costa del Pacífico del país, han informado medios rusos e internacionales este lunes 12.

Pechorin, de 39 años, era el director general de la Corporación de Desarrollo del Extremo Oriente y el Ártico y es señalado como un "hombre clave" de Vladímir Putin en la región (rica fuente de petróleo y gas), bajo cuyo mandato trabajó siendo responsable de modernizar la aviación en el este del país y desarrollar recursos en el Ártico en el contexto de las fuertes sanciones por la invasión a Ucrania, recogen medios como Komsomolskaya Pravda, Newsweek y Daily Mail.

Según Newsweek, la embarcación circulaba "a toda velocidad" y Pechorin murió este sábado 10. Su cuerpo fue encontrado tras una búsqueda de más de un día, añade Daily Mail.

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La última aparición pública de Ivan Pechorin de la que se tiene constancia habría sido su participación en el Foro Económico Oriental, celebrado del 5 al 8 de septiembre en Vladivostok, en la sesión "Cada uno tiene su propia ruta: la logística de un mundo cambiado".

"La muerte de Iván es una pérdida irreparable para sus amigos y colegas, una gran pérdida para la corporación. Ofrecemos nuestras sinceras condolencias a la familia y a los amigos", ha declarado en un comunicado oficial la corporación. 

De acuerdo con los medios, su anterior director general, Igor Nosov, falleció de forma súbita en febrero tras un "derrame cerebral", a los 43 años.

La muerte de Ivan Pechorin es la última de una serie de fallecimientos de altos funcionarios rusos vinculados al sector energético o al Kremlin ocurridos de forma repentina en los últimos meses, y que incluyen extrañas circunstancias como presuntos asesinatos-suicidios, caídas por la ventana y por la borda, chamanes y veneno.

Varios de los oligarcas muertos tenían vínculos con las grandes empresas energéticas rusas Gazprom, Lukoil y Novatek.