La multa de 5.000 millones de dólares a Facebook es ineficaz y deja a Zuckerberg preguntándose cuál es el problema


- La Comisión Federal del Comercio de los EEUU ha anunciado una multa de 5.000 millones de dólares contra Facebook.
- Sanciona así sus escándalos relacionados con la privacidad, pero no es más que un golpecito en la muñeca para Zuckerberg.
- Aunque es una cantidad de dinero grande para cualquiera, no lo es para Facebook: la red social genera ese dinero en 49 días.
- Es una cuestión de impunidad: Zuckerberg puede pensar que las leyes normales no se le aplican a él o a su compañía.
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Mark Zuckerberg se tiene que estar sintiendo un poco como el presidente Donald Trump.
Durante la campaña a las presidenciales de 2016, un Trump candidato y seguro de sí mismo dijo que podría disparar a alguien en la Quinta Avenida de Nueva York y que "no perdería ningún votante".
Zuckerberg se tiene que sentir igual de intocable tras la noticia de que la Comisión Federal del Comercio multará a Facebook con 5.000 millones de dólares. Si tras los fiascos en privacidad y seguridad que la compañía ha reconocido en los dos últimos años —incluyendo el caso Cambridge Analytica— solo se le impone esta pequeña sanción, Zuckerberg pensará que puede quedar impune incluso de un asesinato.
Por supuesto, el CEO de Facebook sentirá que esta impunidad la mantendrá durante años. Zuckerberg se refirió a los estudiantes de Harvard como "tontos del culo" cuando comenzaron a subir fotos a la red social una vez acababa de ser lanzada. Entonces llegó a ofrecer a un compañero datos de interés sobre la vida privada de sus compañeros de clase. Facebook siempre ha empujado los límites del derecho a la privacidad recopilando datos de sus usuarios. Cada vez que estallaba una polémica por ello —en varias ocasiones—, la compañía daba un paso atrás... y otro adelante discretamente.
Investigaciones anteriores de la Comisión Federal del Comercio demostraron que estas actitudes de Facebook eran pequeñeces: siempre acabaron sin sanción. Siempre se ha esperado que este organismo gubernamental actuara para proteger el derecho a la privacidad de los usuarios, pero las resoluciones quedaron en nada. La Comisión nunca ha tomado una acción seria contra el gigante de la red social, a pesar de las quejas de numerosos abogados especializados en derecho digital.
Esta vez pudo ser diferente
Había razones para pensar que esta vez las cosas serían diferentes. El embrollo de Cambridge Analytica resonó mucho más a nivel global que otros problemas previos de la compañía. Probablemente porque se trató de una filtración de datos masiva y a escala mundial que afectó a 87 millones de usuarios y estuvo implicada en la campaña que aupó a Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos.
Facebook ya había estado bajo escrutinio gubernamental por las presuntas injerencias rusas que habrían beneficiado a Trump durante las elecciones. El caso Cambridge Analytica sugería que la red social jugó un papel esencial en la victoria de Trump, ya que pudo explotar los datos de los usuarios de la red —sin que ellos lo supieran— y de este modo remitirles anuncios y campañas políticas.
Pronto se supo que Cambridge Analytica era solo uno de los numerosos escándalos de la red en temas de privacidad. Facebook reconoció poco después que hackers habían recolectado datos por separado de la mayoría de sus 2.000 millones de usuarios. Hasta 14 millones habrían sido afectados por un error en el que sus perfiles privados pasaron a ser públicos. Al menos los datos de otros 30 millones se vieron comprometidos en un ataque informático. Y las fotografías de 7 millones de usuarios, etiquetadas como privadas, también habían sido compartidas con al menos 1.500 aplicaciones de terceros.
De hecho, Facebook conocía los problemas relacioandos con el caso Cambridge Analytica al menos desde 2015. Según una información del New York Times, la red social dio acceso preferente a los datos de sus usuarios a ciertas organizaciones, aunque en principio se lo debía impedir a la mayoría.
Aun con todo, el contexto político ha cambiado. Ya no es solo el Partido Demócrata el que está molesto con Facebook: también lo está el Republicano. La organización que lidera Trump ha acusado a la compañía y a otras redes sociales de censurar voces conservadoras. Además, en ambos lados del tablero político se ha llamado a hacer una investigación antimonopolio contra la compañía de Zuckerberg, con el objetivo de limitar su poder.
Teniendo en cuenta que los reguladores y organismos gubernamentales se estaban poniendo serios con Facebook, se podía pensar que en esta ocasión iba a ser distinto.
Pues no.
Para Facebook, esto es un golpecito en la muñeca
La multa de la Comisión Federal de Comercio se describe en varios informes como un pequeño golpecito en la muñeca. Facebook aparcará ahora todas las investigaciones que se cernían sobre ellos por parte de agencias gubernamentales. Aunque se enfrentará a críticas por sus prácticas en materia de ciberseguridad, no tendrá restricciones a la hora de reunir información de sus usuarios y compartirla con terceros, según el New York Times. Y no parece que Zuckerberg vaya a ser acusado como personalmente responsable de los múltiples escándalos de la compañía.
Dependiendo de cómo sean las futuras investigaciones sobre Facebook, parece que el único coste real que tendrá que pagar la red social por sus fallos es la multa de 5.000 millones de dólares.
Puede sonar que es bastante —y es una cantidad bastante alta para cualquier persona—. De hecho, será la mayor multa jamás interpuesta por la Comisión Federal del Comercio, un hecho que probablemente el organismo utilizará para hacer autobombo una vez se haga oficial esta cuantía.
Pero la multa de 5.000 millones de dólares no es muco dinero para Facebook. Representa menos de un 1% de los 580.000 millones que tiene capitalizados en el mercado. De hecho, solo supone un 7% de las ganancias netas de Zuckerberg.
Dicho de otro modo, Facebook es una compañía tan rentable que genera 5.000 millones en efectivo cada 49 días. La compañía podrá pagar la multa y todavía apartará dinero para guardarlo en el banco al final del trimestre.
De hecho Wall Street lo ha reconocido: las acciones de Facebook aumentaron su valor tras las noticias de la multa, aunque se supone que esta cumple con las peores expectativas que la empresa tenía.
Los dos demócratas presentes en la Comisión reconocieron que el organismo se lo estaba poniendo fácil a Facebook. Votaron en contra del acuerdo, que salió adelante porque tres republicanos lo hicieron a favor.
La Comisión puede engañarse a sí misma pensando que está tratando con severidad a Facebook, pero todo el mundo sabe que no es así. Todavía peor: el propio Zuckerberg sabe que no es así.
Si él y Facebook pueden escaparse de esta situación sin grandes consecuencias, uno puede imaginarse qué intentará hacer la próxima vez. "Tontos del culo".