Mustafa Suleyman, cofundador de DeepMind, ha ascendido en Google a pesar de sus polémicas por su comportamiento con los trabajadores

Mustafa Suleyman, cofundador de DeepMind.
Mustafa Suleyman, cofundador de DeepMind.

DeepMind; Google; John Phillips/Getty Images; Samantha Lee/Insider

  • Mustafa Suleyman, cofundador de DeepMind, ha ido escalando puestos en Google, pese a las quejas de muchos empleados por su comportamiento abusivo hacia ellos.
  • Se le concedió una baja temporal, y él reconoció haber recibido ayuda para mejorar su trato, pero en 2019 fue nombrado Vicepresidente de Política e Inteligencia Artificial.
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El pasado mes de enero, The Wall Street Journalpublicó que Google había investigado el presunto comportamiento de acoso de Mustafa Suleyman, cofundador de DeepMind, una importante filial de Google y líder en el campo de la inteligencia artificial.

Después de conversaciones con más de una docena de empleados y ex empleados, Business Insider se ha enterado de que esta investigación se produjo después de años de quejas internas a recursos humanos y ejecutivos sobre el comportamiento de Suleyman. También ha habido acuerdos confidenciales entre DeepMind y algunos empleados que habían trabajado con Suleyman y se habían quejado de su conducta.

Estos detalles y muchos otros en esta historia no han sido publicados previamente. En conjunto, plantean preguntas sobre cómo Google, una de las empresas de inteligencia artificial más poderosas del mundo, trata la supuesta mala conducta de los altos cargos y si se comunica de una forma la suficientemente abierta con los trabajadores y el público sobre temas controvertidos e importantes.

Además, Business Insider ha descubierto que durante su mandato en DeepMind, Suleyman fue un ejecutivo que llevó a su equipo muy lejos y, a veces, a una gran desesperación. "Parecía como si quisiera humillarte, como si estuviera intentando pillarte con la guardia baja", explica un antiguo empleado.

Uno de los ejemplos de este tipo de comportamiento es que Suleyman envió un correo electrónico lleno de insultos a un servidor de más de 100 empleados quejándose de que el equipo de comunicaciones "la había cagado" después de los desacuerdos sobre una publicación del blog, según otro ex empleado. "Fue sólo para humillarlos", añade esta persona.

Solía decir: "Aplasto a la gente"

Varias personas han afirmado que Suleyman gritaba en ocasiones a los empleados en reuniones de grupo e individuales. También comentaba en la oficina cuestiones acerca de despedir a cierta gente y, a veces, actuaba en consecuencia, según estas personas.

Quienes están familiarizados con el asunto creen que Suleyman estaba al tanto del efecto que este comportamiento tenía en los empleados. "Solía decir: 'Aplasto a la gente'", ha llegado a comentar uno.

2 exempleados recuerdan haber visto a sus compañeros llorando después de las reuniones con Suleyman. Otros dicen que a menudo establecía "expectativas poco realistas", que luego cambiaba por capricho. Suleyman a veces también les pedía a los empleados que realizaran tareas no relacionadas con sus trabajos o el trabajo de DeepMind.

"Nos pedía que hiciéramos cosas personales por él", dice una de estas personas. “Me dijo: 'Necesito que me escribas un informe sobre la historia y la política rusas'. Sabíamos que era absurdo. Sabíamos que era una pérdida de tiempo. No teníamos absolutamente ningún trabajo en Rusia ", añade.

Los empleados también afirman que Suleyman los alentaba a usar grupos de chat privados en Signal y Telegram para conversaciones laborales, algunos de los cuales se configuraron para eliminar mensajes automáticamente después de un período establecido. A los empleados también se les pedía en ocasiones que borraran mensajes de sus teléfonos. También se les dijo que lo notificaran al grupo una vez que lo hubieran hecho.

"Mustafa estaba súper paranoico sobre que Google lo espiaba, por lo que no quería usar aplicaciones corporativas, a pesar de que estábamos haciendo trabajo corporativo", dicen otro de los ex empleados.

Aparentemente, Google y el resto de DeepMind no conocían el comportamiento de Suleyman. Aún así, 3 personas declaran a Business Insider que hubo múltiples quejas sobre el ejecutivo a Recursos Humanos, pero no se tomó ninguna medida. Un empleado dice que se puso en contacto con la línea directa de intimidación interna de Google, pero no recibió respuesta. 

Deep Mind y Google

DeepMind Technologies; Google; Samantha Lee/Insider

En 2017, la división Applied de Suleyman, la parte de la compañía encargada de encontrar aplicaciones del mundo real para la tecnología de inteligencia artificial de DeepMind, recibió su propio departamento de recursos humanos que informaba sobre él y que permanecía separado del resto de la compañía, según 3 personas.

"Uno intentaba quejarse y ellos decían: 'Ya no es un problema de DeepMind. Ni Google ni DeepMind asumieron ninguna responsabilidad", afirma este ex empleado.

Al menos 2 ex trabajadores de Suleyman han negociado acuerdos financieros después de quejarse a la empresa sobre su comportamiento. Ambos planteaban acusaciones de intimidación durante las negociaciones y recibieron acuerdos por más de 120.000 euros cada uno al salir de la empresa. Estos acuerdos se negociaron en 2016 y 2017 y no estaban relacionados con la investigación posterior sobre la conducta de Suleyman.

Un representante de DeepMind asevera: "Nuestros registros no muestran acuerdos basados en su comportamiento". Business Insider no ha podido confirmar si los pagos se realizaron en relación con el presunto acoso, ya sea en su totalidad o en parte, o algún otro aspecto de las quejas.

Todos los que han hablado con Business Insider reconocen que el comportamiento de Suleyman en DeepMind ha sido intenso, pero algunos lo elogian o lo atribuyen al entorno de trabajo extremo de una startup ambiciosa dentro de Google. Un ex empleado, que ha pedido permanecer en el anonimato, dice que les resultaba "estimulante y fortalecedor".

Jim Gao, exempleado de DeepMind que lideró un equipo centrado en la energía y ha trabajado directamente con Suleyman, defiende al ejecutivo. “Los desafíos que abordamos juntos han sido extraordinariamente complejos y ambiciosos. Siempre me ha parecido un líder valiente e inspirador", opina.

Google y DeepMind han declarado a Business Insider en un comunicado conjunto que, como resultado de la investigación interna, Suleyman "realizó una capacitación de desarrollo profesional para abordar áreas de preocupación, que continúa y no está administrando grandes equipos".

En una declaración enviada a través de sus abogados personales, Suleyman ha dicho: "En 2019 acepté comentarios de que, como cofundador de DeepMind, presionaba demasiado a la gente y, en ocasiones, mi estilo de gestión no era constructivo. Tomé estos comentarios en serio y acepté retirarme un tiempo y empezar a trabajar recibir ayuda. Estos pasos me ayudaron a reflexionar, crecer y aprender personal y profesionalmente. Pido disculpas inequívocamente a aquellos que se vieron afectados por mi comportamiento anterior".

A principios de 2019, DeepMind contrató a un abogado externo para investigar las acusaciones de que el cofundador había intimidado a los empleados, y la compañía otorgó a Suleyman una baja. (En ese momento, un portavoz dijo que Suleyman se estaba "tomando un descanso después de 10 ajetreados años"). Después de la investigación, Suleyman fue despojado de sus responsabilidades de gestión y se reafirmó su baja en julio.

Sundar Pichai (derecha) y Kent Walker (izquierda).
Sundar Pichai (derecha) y Kent Walker (izquierda).

Chesnot/Getty Images

En diciembre de 2019, Google anunció un nuevo trabajo para Suleyman: vicepresidente de política de inteligencia artificial. Más de un año después, la compañía les dijo a los empleados en un memorando que el "estilo de gestión de Suleyman no cumplía con los estándares esperados".

Suleyman ahora está a solo 2 pasos de Sundar Pichai, CEO de Google. Forma parte del Consejo de Revisión de Tecnología Avanzada de Google, que está integrado por otros ejecutivos de la empresa, incluidos 2 de los líderes de más alto rango, el director legal Kent Walker y el jefe de inteligencia artificial Jeffrey Dean. El consejo tiene influencia sobre gran parte del trabajo de Google y DeepMind.

Hace tres años, 20.000 empleados realizaron una huelga para protestar por el manejo de la empresa de la mala conducta sexual y de otro tipo, y Google todavía lucha con la desafiante tarea de abordar la supuesta mala conducta en el lugar de trabajo.

Desde que tomó los riñones en 2015, Pichai ha expresado su opinión sobre proteger mejor a los empleados del maltratoy arreglar lo que algunos consideraban un entorno de trabajo permisivo bajo el liderazgo anterior.

Pero dentro de Google, el caso de Suleyman es particularmente indignante para los empleados que creen que es otro ejemplo del conjunto aparentemente desigual de estándares de la compañía para los ejecutivos.

Hace 3 años, 20.000 empleados realizaron una huelga para protestar por el manejo de la empresa de la mala conducta sexual y otros problemas, y Google sigue luchando con la desafiante tarea de abordar la supuesta mala conducta en el lugar de trabajo.

Desde que tomó las riendas en 2015, Pichai ha expresado su opinión sobre proteger mejor a los trabajadores del maltrato y arreglar lo que algunos consideraban un entorno de trabajo permisivo bajo el liderazgo anterior.

Pero dentro de Google, el caso de Suleyman es particularmente indignante para aquellos que creen que es otro ejemplo del conjunto aparentemente desigual de estándares de la compañía para los ejecutivos.

Durante los últimos 6 meses, el secreto peor guardado de la compañía ha sido la implosión de su división ética y de Inteligencia Artificial, impulsada por la destitución de sus 2 líderes, Timnit Gebru y Margaret Mitchell.

Ambas mujeres plantearon problemas en torno al potencial de la tecnología de Google para reproducir prejuicios sociales y, posteriormente, ambas fueron apartadas de sus funciones en la empresa.

Eso ha puesto a la compañía bajo un fuerte escrutinio, particularmente por parte de la industria de la inteligencia artificial. Desde entonces, varios empleados han dejado la empresa, citando su trato hacia Gebru y Mitchell.

En el caso de Gebru, Google exigió que eliminara su nombre de lo que consideró un artículo de investigación controvertido. En respuesta, ella envió un correo electrónico a una selección de compañeros de trabajo acusando a la empresa de "silenciar las voces marginadas".

Gebru sigue afirmando que fue despedida, mientras que Google sostiene que renunció.

"Mustafa ha podido acosar e intimidar a sus equipos y abusar de su poder durante años, y no ha sido despedido, ¿pero Timnit envía un correo electrónico que no les gusta y la apartan inmediatamente? Es una broma", sentencia otro extrabajador.

Este contenido fue publicado originalmente en BI Prime

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